Capítulo XIII

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Hola a todos! Bueno terminó HOTD no cambiaron nada del capítulo que algunos ya habíamos visto. Sufrí nuevamente con el cap, pero ahora lo entiendo jaja.

No justifico ustedes ya saben que escena, pero si logré comprender un poco más el cap y si dicha escena. 

No pensé escribir este cap ahora, pero lo necesitaba con todas mis fuerzas jaja. 

Besos y abrazos 

Rhaenyra despertó al otro día y cuando estiró su mano, notó que faltaba la cálida presencia de su esposo. 

¿Era probable que él ya hubiera ido a despertar a los niños para entrenar? A veces se compadecía de Jace y Luke. 

Habría seguido disfrutando de su cómoda cama y de la calidez de sus mantas, de no ser porque dos fuertes brazos la levantaron y la cargaron hacia una mesa en medio de la habitación.

- Daemon- casi gritó ella medio adormilada y sin saber que pasaba.

- He pedido que te traigan el desayuno- dijo Daemon y Rhaenyra luchó por orientarse.

Recapituló lo que había pasado. Había despertado, y Daemon no estaba, luego la sacaron de la sábana y la sentaron frente a una mesa con más cosas de las que ella podría comer en dos años.

- Hummm- dijo ella mirando a su esposo que parecía molesto porque ella claramente no entendía que tenía que comer esa mañana- ¿Ya desayunaste? - preguntó ella intentando preguntar algo coherente.

- Junto con los niños, despertaron temprano- dijo él y ella asintió.

Miró hacia la ventana y recién estaba amaneciendo. ¿Qué tan temprano? Y ¿Por qué habían despertado tan temprano?

- Ok, muchas gracias por esto- dijo ella que aún no comprendía que ocurría- Tomaré algo de esto- dijo ella hablando calmadamente.

Sin querer decirle que no entendía absolutamente nada de lo que sucedía.

- ¿Algo de esto? - preguntó él en tono de molestia- El maestre dijo que debías alimentarte bien, vas a comerte todo esto- dijo él y ella cerró los ojos.

De alguna manera debería convencerlo de que no había forma humana en que ella tragara todo eso, pero realmente le emocionaba lo preocupado que él parecía, y no pudo aguantar la risa.

- ¿Qué es gracioso? - preguntó él y a ella le parecía tierno lo molesto que él se veía de pie allí esperando que ella se comiera todo eso.

Ella tomó su mano y él se acercó a ella. 

Ambos se besaron y ella le dijo que no debía preocuparse tanto, que estaría bien, que ya había pasado por 3 embarazos antes.

Él terminó aceptando que ella comiera solo un poco de todo lo que le habían preparado y luego ella realmente le agradeció el que él hubiera preparado la tina con agua caliente para ella, eso siempre la ayudaba a calmar los malestares del primer trimestre del embarazo.

- ¿Estás segura de que tan caliente estará bien? - preguntó él que sentía que el agua estaba bastante caliente.

- A los dragones nos gusta el calor- dijo ella sonriendo y lo invitó a entrar con ella.

Ambos tomaron un baño juntos, y luego cuando ella iba a vestirse, él le dio una ropa que se parecía mucho a la que habían usado cuando habían escapado de la fortaleza roja juntos, hace muchos años atrás.

Solo que esta vez era un vestido y una túnica con capucha que cubriera su cabello.

Ella se vistió con eso y lo observó a él colocarse una túnica y una capucha. Ambos sonrieron, pero Rhaenyra sabía que no volverían a cometer la misma travesura que cometieron años atrás.

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora