Capítulo XXXIX

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Hola a todos! Este capítulo es un regalo para una persona que me pidió que no la etiquetara. Es un pedido muy especial y muy muy erótico.

Advertencias:

- Capítulo +25 probablemente.

- Hard BDSM

- Castigo corporal

- Contenido sexual explícito

- Lenguaje vulgar

- Juegos sexuales

Quedan advertidos del contenido, y por favor los que no gusten de este contenido, pueden saltarse el capítulo.

Este capítulo tiene contenido bastante fuerte, y en él Rhaenyra finge ser la prostituta de Daemon por una noche como un tipo de juego sexual, si a alguien no le gusta eso, o no está de acuerdo, o cree que no es propio del personaje, o que es denigrante o etc, por favor, pase de largo, porque no afecta a la trama de la historia.

Dada la última advertencia, no olviden comentar ( si pueden :D) y los dejo leer en paz.

- No- fue la dura respuesta de Daemon a su esposa y ella lo miró sorprendida.

- Pero, solo sería esta noche, solamente es una fantasía- dijo ella sugerentemente acariciando los brazos de su esposo mientras estaba sentada a horcajadas sobre sus piernas sobre uno de los sillones de uno de los salones que solían compartir por la tarde.

- Dije que no Rhaenyra- dijo él casi en un gruñido. Su mirada con ira contenida, y su rostro levemente más rojo que denotaban la molestia que le causaba su sugerencia.

- Pero antes solía gustarte visitar a tantas prostitutas como pudieras- dijo ella besando su cuello haciéndolo jadear- ¿Por qué no puedes fingir que soy tú puta solo por esta noche? - dijo ella mordiendo su oreja.

Él se puso de pie casi haciéndola caer del sillon del salón, pero ella alcanzó a ponerse de pie también.

- Eres la heredera al trono de hierro, Rhaenyra- dijo él intentando salir de allí- No mereces ser tratada como una prostituta, y no lo haré- dijo él, pero desafortunadamente para él, ella sabía bien como manipularlo.

Ella lo miró con tristeza, y él debió sospechar lo que ella iba a hacer, sin embargo, era débil ante ella y su mirada triste.

- ¿Es porque no te complazco lo suficiente cierto? Siempre seré una mocosa para ti, tú tonta y estúpida sobrina- dijo ella y él apretó los puños intentando no salir de allí y dejarla discutiendo sola. 

- Rhaenyra- susurró él intentando hacerla entrar en razón.

- ¿Es por eso que me abandonaste aquel día en el burdel? Porque era solo una mocosa mimada para ti que no es capaz de complacerte- dijo ella acercándose a él- Tú siempre me complaces, haces gala de tú maldita experiencia, no te costó absolutamente nada llenarme tantas veces hasta que dejaste un niño en mi vientre, pero yo no tengo el derecho de cumplir una fantasía, de querer complacerte, de querer usar mi cuerpo para tú placer- dijo ella y él cerró los ojos buscando respirar lento para no perder la inexistente paciencia que tenía.

- Rhaenyra- susurró él nuevamente rogando que ella lo escuchara.

- Quiero ser tú puta, tío- dijo ella sugerentemente- Quiero ser la sobrina malcriada, que se enamoró de su tío y quiere ser una puta en su cama- dijo ella intentando otra opción para convencerlo- Quiero que me trates mal, quiero que seas rudo conmigo, por favor tío ¿Acaso no puedes complacerme?

- Rhaenyra- gritó él y ella notó que él era susceptible a sus palabras.

- Maldita sea, si no pudiste estar para mi por 10 años, al menos hazme tú puta ahora- dijo ella dándose la vuelta- Me dejaste sola, todos me llaman puta a mis espaldas, solo soy la puta que reclamará el trono, ¿Por qué entonces no puedo ser tú puta?- dijo ella sin dar la vuelta.

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora