Capítulo XLIV

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¡Hola a todos! Luego de mucho tiempo, traigo de nuevo actualización de esta historia. Me inspiré en una imagen donde Daemon aparece montando a Caraxes con su tío Aemon, y Rhaenys con Baelon. No sé quién subió la imagen, a mi me la mandaron, así que si alguien sabe de que imagen hablo, créditos al autor jeje

Besos y abrazos y no olviden comentar.

Rhaenys Targaryen nuevamente estaba de visita en el palacio de Rocadragón, y como siempre, todos sus nietos, quisieron escuchar sus historias.

Pero ese día, Aemond, Aegon, Helaena y Daeron también estaban allí, interesados e intrigados, porque Rhaenys, durante el almuerzo, había prometido contarles luego de la cena, como era su vida cuando era más pequeña. Y eso incluía contar por supuesto, la vida de Viserys y Daemon.

- ¿Llego a tiempo?- dijo Rhaenyra sentándose sobre unos cojines al lado de sus hijos y hermanos y Rhaenys suspiró.

- Y también Daemon- dijo Rhaenys viendo que Daemon tenía cara de pocos amigos, porque seguramente no le gustaba que contaran de cuando él era pequeño.

Pero si todos querían escuchar ¿Quién era ella para negarse?

- Si si, ya comienza, de todas formas, ya olvidé esos años- dijo él y Rhaenyra sabía que no era así.

Él decía que era así, pero lo cierto era que sabía que su esposo extrañaba demasiado a su padre, y que habría anhelado saber más de su madre.

Rhaenys no quería hablar sobre sus primeros días como jinete de dragón, sino que contó sobre su vida familia, cuando su padre aún vivía, y Daemon y Viserys aún tenían a su padre también.

- Viserys era encantador y Daemon tenía el mismo humor que tiene ahora- dijo Rhaenys haciendo reír a todos.

- Si como sea, búrlate, adelante- dijo Daemon y Rhaenys rodó los ojos mientras se reía de él.  

Rhaenys comenzó la historia contando que ella solía jugar con Viserys en el palacio, pero que apenas Daemon tuvo la capacidad de caminar...o gatear en realidad...comenzó a seguirlos y jamás se separaba de su hermano.

Rhaenyra miró a su esposo y lamentó que su padre se hubiera atrevido a exiliar a Daemon, siendo que en su infancia fueron tan unidos.

No era justo, pero ahora estaban unidos nuevamente, y eso era lo importante, que el pasado quedaba atrás, y del pasado, solo había que recordar lo bueno, como estaban haciendo ahora junto a Rhaenys.

- Daemon solía seguirnos, así que me acostumbré a ver a Viserys cargándolo a todos lados- dijo Rhaenys y Daemon solamente miraba por la ventana un poco incómodo por de pronto ser el centro de atención.

¿No se suponía que Rhaenys hablaba de su infancia? ¿No podía hacerlo sin avergonzarlo?

- ¿Es cierto que papá era muy valiente? - preguntó Rhaena y Rhaenys asintió.

- Podría decir que no, pero si, al igual que mi tío Baelon, mi tío Baelon le golpeó la nariz a Balerion, y por eso fue conocido como Baelon el valeroso, y Daemon, intentó reclamar a Meleys cuando solo tenía 8 años- dijo Rhaenys y todos miraron a Daemon impresionados.

- Pero eras muy pequeño papá- dijo Jace que sabía que solo su madre se había convertido en jinete a los 7, pero era porque Syrax había eclosionado en su cuna.

- Es por eso que me rechazó, y casi morí ¿Por qué seguimos hablando de mi?- preguntó Daemon con sarcasmo y Rhaenys sonrió.

Comenzaba a recordar que molestar a su primo menor, era una de sus principales aficiones en su infancia.

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora