Capítulo XLI

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Hola a todos! Lo sé después del capítulo anterior , sé que todos esperaban un capítulo alegre, pero, viene un drama que durará un arco completo de esta historia jeje. Y esta vez tendrá como protagonistas a Aemond y Helaena.

Veremos una dinámica más familiar ya que en 4 años han pasado muchas cosas, y todos los que viven en Rocadragón son más unidos y se conocen mejor.

Las edades que tienen, réstenle un año a las que tenían los personajes al final de la temporada uno de La Casa del Dragon. Por ejemplo Aemond tendría 18, Luke tendría 13, Jace tendría 15, Helaena tendría 19, y así con el resto de los personajes. 

Vuelvo a repetir, mi pareja favorita para Helaena es Aemond, y sí, sé que a muchos no les gusta, pero yo me permitiré el gustito de escribirla jeje. Lo siento mucho por los que no les gusta, pero en este caso me permitiré el gustito jeje.

Sin más que decir, les digo que el drama viene fuerte en este capítulo, por motivos que nadie espera jeje.

Espero sus comentarios y los dejo para que lean.

Besos y abrazos.



Rhaenyra entró a la habitación de Aemond y notó que él estaba despierto y con una trenza aún en su cabello.

Probablemente, además de Helaena, ella era a la única que le permitía verlo así.

Rhaenyra se sentó al lado de su hermano que estaba serio, sujetando el parche de su ojo en su mano.

- Lo siento por el escándalo de ayer- dijo Aemond disculpándose con su hermana y ella negó acariciando su rostro.

Aemond cerró los ojos ante la maternal caricia de su hermana y ella lo miró a su ojo, notando con cierto disgusto el zafiro que él había incrustado en su ojo.

- Sigue sin gustarte el zafiro- dijo Aemond sin siquiera tener que abrir los ojos para saber que su hermana hacia una mueca de disgusto.

- Tardaste tres semanas en sanar luego de que tú y Lucerys consideraran que eso fue buena idea y visitaran a un maestre de pocos valores morales que te incrustó esa piedra en tú ojo- dijo Rhaenyra 

- Se ve mejor que una cuenca vacía- dijo Aemond y Rhaenyra suspiró.

- Date la vuelta- dijo Rhaenyra y él lo hizo para que su hermana pudiera despeinar la trenza que Helaena le había hecho.

Rhaenyra sonrió desarmando la trenza, era una trenza bonita, tal vez Aemond podría trenzar su cabello de vez en cuando, Daemon solía hacerlo cuando iba a alguna batalla.

- ¿Realmente ella tiene que casarse con Aegon? ¿No hay nada que podamos hacer?- preguntó Aemond y Rhaenyra se quedó en silencio.

- Ella no se casará con Aegon- sonrió Rhaenyra destrenzando suavemente el cabello de su hermano- No dejaremos que eso suceda, Aegon tampoco quiere eso- dijo Rhaenyra y Aemond suspiró.

- Pasaste 10 años alejada del hombre que amabas, esos años te dieron a Jace, Luke y Joff, y a él le dieron a Baela y Rhaena, sé que fueron felices con Ser Harwin y Lady Laena, pero fueron 10 años separados hermana, no quiero tener que alejarme de Helaena y ver como mi abuelo y mi madre intentan convertirla en la reina de Aegon para usurpar tú trono- dijo Aemond preocupado y Rhaenyra acarició su cabello luego de desarmarlo.

- Nosotros tomamos esa decisión, si hubiéramos querido luchar, lo habríamos hecho- dijo Rhaenyra sinceramente- Yo podría haber seguido a Daemon hasta Rocadragón, Syrax no habría tardado en encontrar a Caraxes, pero pensé que lo mejor era cumplir con el reino. Daemon por su parte, pensó que me haría daño, yo era muy joven en ese tiempo aún, si él hubiera querido, habría podido tomarme y llevarme a Rocadragón para hacerme su esposa, pero ambos tomamos nuestra decisión, y no nos arrepentimos, pero quiero que sepas, que incluso nosotros tuvimos opciones- dijo Rhaenyra y Aemond la miró fijamente.

Daemon y Rhaenyra- Historias de una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora