𔔁 Quiero volverte a enamorar ᠉ Michaeng﹠Mimo ៸៸ twice

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- ¿Estás hablando en serio, unnie? - habló Momo estando entre los brazos de Mina. - ¿En serio son dos? ¿Por qué yo no lo sabía?

- Le dije al doctor que yo quería darte la noticia. - rió. - ¿Te gusta la noticia?

- Me necanta, tener dos bebés.. es hermoso. - besó los labios de Mina. - Pero me hubiera gustado saberlo antes, no cuando se lo dijiste a las demás.

- Me pareció un gesto bonito. Lo siento si no te gustó.

- Nono, si me gustó, si me gustó. - sonrió bajando una de sus manos al vientre de Mina. - ¿Pero porque está tan pequeño? ¿no debería ser más grande? Hay dos bebés dentro..~

- El bebé B es un poco más pequeño, pero dice que está sano.

- ¿Hace cuánto lo sabes?

- No hace mucho, lo dijo en la última cita de hace dos semanas.

- ¿Por eso estabas tan feliz cuando pase a recogerte? Me hubiera gustado poder ir y haberme enterado contigo. Lo siento por estar ocupada en el trabajo..

- Por supuesto que si, ame el instante en que me dijo que eran dos bebés.. el gen de mi familia sigue en pie. Y sabes que no me importa, yo ahora mismo no estoy trabajando y entiendo que tú debes hacerlo, no hay problema, amor.

- Amo el gen de tu familia. Y gracias por entender.. pero desde hoy jamás pienso faltar a una cita al doctor. - sonrió acomodándose en la cama y seguír acariciando el vientre de Mina. - ¿No tienes cólicos hoy?

- Para mí buena suerte, no, no tengo. - sonrió. - Pero tengo ganas de comer un poco de helado..~

- Nono, ¿qué te dijeron del azúcar?

- Ya se.. - puchereo. - Pero aún así tengo ganas de eso.

- Mejor te doy mis dulces besos. - Momo sonrió besando repetidas veces los labios de Mina.

Pero en eso llegó Ray, a arruinar el momento, cómo siempre solía hacerlo. Cada vez Ray se volvía más protector con Mina, sabía que su dueña tenía a dos pequeños humanos en la panza. Se echó en sus piernas poniendo su hocico en el vientre de Mina.

- Ray, te recuerdo que son mis hijos. - se quejó volviendo a poner su mano en el vientre de Mina.

Ray empezó a gruñir.

- No pasa nada Ray, deja que Momo toque mi vientre, los bebés necesitan a su mami cerca. - acarició al cachorro.

Realmente Ray parecía entenderlo, fulminar a Momo con la mirada ya era algo cotidiano.

- ¿Si lo viste? Siempre me hace eso.. - Momo puchereo.

- Es un perro, amor. - Mina rió. - Boo..~ - llamó. - Boo, bebé, ven. - alzó un poco más la voz.

A los pocos minutos el pequeño perro llegó a la habitación corriendo y moviendo la cola, al fin le prestarian atención. Rápidamente se acurrucó entre las sábanas ya listo para dormir.

- Es tarde unnie, deberíamos dormir. - Momo se levantó de la cama y fue a buscar al armario pijamas para ambas.

- ¿Tú crees? Yo no tengo sueño.

- Yo estoy algo cansada.. no entiendo cómo hasta cuándo uno sale de paseo se cansa. - rió. - Ten, ponte tu pijama. - le entregó una.

- Si, eso es verdad. - aparto cariñosamente a ambos cachorros y empezó a desvestirse. - No me quiero imaginar cómo será nuestra vida cuando los bebés lleguen.. será más cansado.

- Pero divertido. - habló Momo riendo mientras se desvestía. - Espero ser buena madre.

- Lo serás, verás que si.