Mil Amantes | Tokyo Revengers [+18]

9- Manager.

Las bolsas de ayer seguian sobre la encimera, la vi tomar un frasco de Nutella cuando compramos la comida asi que la saque y puse a tostar pan para después untarselo encima acompañado de unas rebanadas de fresa y su café con leche;

Todo estaba preparado sobre la isla de la cocina asi que me dirigí a la habitación para cambiarme.

Hacia rato la escuche entrar al baño así que estaba seguro de que estaría vacía, por lo que fui directo hacia el closet y tome una de tantas camisas blancas, con un traje azul oscuro y una corbata a juego para después ir a ducharme, seria rápido ya que teníamos que salir temprano.

🌹.
Después que Rin salio de la habitación me quede pensando seriamente en que le diría a mitsuya, el porque no llegue a dormir, hacia casi 1 año que había comprado una pequeña casa de 2 habitaciones en el barrio antiguo de Tokyo aunque casi nunca estábamos en casa pues el trabajo nos tenia fuera la mayor parte del tiempo.
Encendi mi celular de vuelta esperando al menos una llamada de su parte pero nada, mi bandeja de entrada seguía vacía.

-Bien al menos no tendré problemas con eso- Susurre para mi misma.

Sali de la habitación para ducharme rápido mirando de reojo a rin estresado en la cocina.

[Que deberíamos hacer ahora? No me gusta la idea de ser infiel pero ya lo soy y tampoco.... tampoco quiero alejarme de la calidez que me brinda estar con Rindou].

Termine de bañarme mientras cientos de pensamientos me abrumaban, para salir y descubrir que una tasa de café me esperaba junto a pan con nutella, recuerdo cuando éramos pequeños, ran y yo siempre peleábamos por quien se comeria el pan con nutella mientras Rin nos veía como a un par de bichos raros pues nunca ha sido fan de lo dulce.

Sonrei ante aquel recuerdo dando un ligero sorbo de café para después buscar a Rin, habia tomado su camisa prestada y al menos quería avisarle.

-Oye Rin cres que puedas........-
Entre a su habitación justo cuando se abrochaba los botones de las mangas de una camisa blanca de vestir, con la corbata aun desecha en el cuello.

-Que pasa linda- lo vi mirarme a través del espejo concentrado en lo que hacia.

-Tu.... yo.... esque..... am....- parecía estúpida pero no podía ante aquella imagen, se veía tan guapo vestido así.

-Te deje el desayuno en la cocina- finalmente se giro para mirarme, sonriendo un poco.

-¿Pasa algo?- pregunto levantando el cuello de la camisa.

-Jum...- solte una ligera risa. -Creo que nunca había notado lo guapo que te ves vestido así- agregue para luego acercarme y amarrar su corbata.

-Y yo no sabia que sabias amarrar corbatas- lo vi sonrojarse ligeramente intentando evadir la mirada.

-lo aprendi hace un tiempo- acomodaba el cuello de la camisa intentando mantenernos asi de juntos por más tiempo.

-Yo... tome tu camisa prestada espero que no te moleste- baje lentamente mis manos hasta llegar a su abdomen y lo mire a los ojos, aunque el seguía evadiendome.

-Esta bien linda, porque no vas a desayunar, se te va a enfriar el cafe- tomo mis manos y las aparto con gentileza para agacharse a tomar el saco que descansaba sobre su cama.