En un mundo de jerarquía, en dónde los Alfas tenían el poder, todos se habían acostumbrado a que fuera así, Omegas y Betas por lo general acataban las reglas sociales que se les impusieron, excepto por dos personas un Alfa y un Omega, ambos a su man...
A la mañana siguiente un Beta de ojos Jade salía de su residencia, estaba pensando en la forma de hacer que Tord fuera a la fiesta del fin de semana, él y Patrick eran los encargados de convencer al Omega de que fuera, ya habían dicho el Plan de usar a Tom como excusa, pero el artista estaba pensando en un plan B por si eso no funcionaba, "Siendo sincero, creo que no va haber necesidad de un plan B pero uno nunca sabe" pensó.
El salón que le tocaba ir en ese momento estaba bastante cerca de la residencia así que no se demoró más de cinco minutos en llegar. "Bueno a Tord le gusta pelearse con Alfas, podríamos decirle que va a haber una competencia o algo así... ¡Dios! que digo, el no es así de tonto..."
Se sentó en una de las sillas y dejó su cabeza apoyada enfrente de el computador que tenía, era una sala con computadores, los alumnos que faltaban empezaron a llegar con el profesor y comenzó la clase.
Por otra parte estaba un Omega de cuernos con su celular, quería hablarle al bajista para que se juntaran hoy de nuevo, pero no se atrevía porque no quería parecer insistente, pero su lobo solo quería estar con él y era molesto, se había dado cuenta de la buena química que tuvieron pero eso no quería decir que podía ser un pegote con Tom.
Suspiró dejando caer su brazo con el celular en la mano.
– Me está estresando más de lo que pensé.-.
De repente su teléfono vibró, indicando que tenía un mensaje:
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" Que bueno que no le mandé el mensaje, debe estar muy molesto e incómodo", pensó el de cuernos, su lobo estaba inquieto, quería ir donde el Alfa, es como si el lobo del otro al estar en celo llamara a su propio lobo, "No, no jodas, no voy a ir, no soy su pareja ni nada y tampoco me voy a ir acostando con alguien que conozco hace nada, ¡para!" se quejaba mentalmente el chico, su animal interior estaba siendo muy pesado.
Se dispuso a respirar hondamente para calmarse, ya tenía que ir a sus clases, así que sin más siguió su camino evitando a toda costa pensar en el ojinegro.
Y hablando del Alfa, estaba en su cama, se había tomado su supresor, la verdad es que podía hacer totalmente las cosas como ir a estudiar tomando supresores pero Tord iba a estar dando vueltas por el campus y de verdad que después de lo que había hecho no quería encontrarlo; ¿Se estaba acobardando?, por supuesto que sí, pero más que eso, el asco que sintió hacia sí mismo por lo cometido fue mucho mayor.
–Me da vergüenza, solo la idea de mirarle a la cara en este momento, me produce pavor...¿Qué pasa si se entera?, voy a darle asco de seguro y no esperaría un "Ah, no te preocupes, esas cosas pasan''.-. El chico se dio vuelta quedando con la cara totalmente tapada por la almohada.
Gritó frustrado a la almohada, el hecho de mantenerse tan alejado de su sexualidad le estaba pasando la cuenta, estas cosas no deberían ser un problema, pero para alguien que está constantemente evitando su naturaleza y reprimiendo lo más posible por su desagrado a su propia casta, este tipo de acciones siempre pero siempre terminan por hacer que a la final todo explote.
– Mis malditos progenitores tuvieron la culpa de esta mierda... Aunque ya este punto soy un adulto, y tengo que hacerme cargo de mis mierdas...-.Volteo su cabeza para mirar por la ventana.-. Ya no soy un adolescente...
Su lobo empezó a extrañar al Omega.
– ¡Joder, quiero que Tord esté acá conmigo!-. Gritó.
Unos 3 segundos después de gritar eso, realizó lo que había dicho y sus mejillas comenzaron a ponerse muy coloradas.
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Se levantó de la cama, se dio unas palmadas en la cara para despabilar, fue hacia el baño, mejor se tomaba una ducha.
Se quitó el pijama y lo boxers, se adentró a la bañera, abrió el grifo y dejó que el agua cayera por su cuerpo, sus cabellos comenzaron a descender hasta llegar a sus hombros, estaba esperando que el agua se llevara todos sus pensamientos exagerados.
– Soy estúpido, si yo no digo nada, ¿cómo mierda se enteraría?-. Puso un tapón para que la bañera se comenzara a llenar.
Al terminar de llenarse apagó el agua y se acostó dentro de la bañera dejando que el agua lo relajara. En ese instante se abrió la puerta del baño, había entrado Ska, quien reposó su hocico en el borde de la bañera para hacerle compañía a su dueño.
– Lo siento, mis pensamientos de hoy te están haciendo sentir mal ¿no?-. Le hizo cariño al canino.
La mascota solo se dejó dar mimos, mientras que Tom suspiraba, tenía que superar esto rápido, sabía perfectamente que lo que hizo era normal y nadie lo iba a crucificar por ello.
– Espero estar bien para el viernes, de verdad que quiero verlo y jugar juegos con él o no se salir a algún lado... Lo que sea.-. Suspiró.
