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Los chicos comenzaron a hablar todo lo que sabían a Katherine, desde que le pagaban menos a Omegas que estaban en el mismo puesto que Alfas y que habían ciertos maltratos físicos con algunos Betas y otras cosas del mismo estilo y que conocían a un Omega que salió de la empresa por la misma razón y que podría ser testigo también.

La mayor de los cuatro estaba anotando todo en una libreta. Tord por su parte solo escuchaba pero también miraba a Tom, desviando la mirada a su madre o a Marion para que el bajista no se sintiera tan observado y funcionaba o eso creía el menor, ya que, Thomas miraba por el rabillo del ojo al chico y era fácil que nadie se diera cuenta, porque su ojos son completamente negros y profundos.

— Bien, con lo que me dijeron tengo bastante, muchas gracias y me gustaría que me dieran sus teléfonos para informarles todo lo que tenga que ver con su demanda y si necesito más ayuda para la investigación.-. La madre les entregó la libreta y el lápiz para que pudieran escribir sus números.

Los implicados anotaron sus números y le devolvieron los objetos a la mujer.

— Tengo mucho trabajo que hacer, espero no les moleste que me vaya ahora, otro día si quieren pueden ir a casa y mi esposo y yo les preparamos una rica cena, ¿Qué dicen?-. Sonrió maternalmente Katherine.

Tom y Marion miraron a Tord, el chico sonrió y luego observó a su madre.

— La verdad me encantaría que vinieran a comer.-. Dijo el de cuernitos.

— Entonces aceptamos jeje.-. Dijo Marion pasando su brazo por los hombros del bajista acercándolo hacia ella.

— ¡Qué bien!, entonces me avisan cuando vayan.-. La mayor se levantó de su asiento y el resto la imitó.

Los chicos asintieron para luego despedirse de la mujer, el último fue Tord quién su mamá lo abrazó muy fuerte nuevamente y le dijo al oído "No te vas a escapar de contarme que tienes con Thomas, ¿eh?", lo alejó para ver que su hijo estaba con los mofletes colorados y negaba rápidamente con la cabeza, mientras ella reía con dulzura.

— Mamá, tienes que irte, adiós.-. Dijo rápidamente Tord mientras se daba la vuelta y se despedía con la mano, tratando de calmar su vergüenza.

Su madre negó divertida mientras se daba la vuelta para irse por el camino contrario a los de los menores. Marion vio al de cuernos adelantarse a ellos, sonrió divertida, observó a su mejor amigo que lo miraba con extrañeza. La chica empujó suavemente hacia adelante a Thomas, este la miró y ella con un gesto con su cabeza le dio entender que se adelantara para quedar a la par con Tord.

— Ve, no seas estúpido.-. Sonrió con dulzura la Alfa.

— Uh... Eh... Ok.-. El bajista adelantó un poco el paso y quedó a la misma altura que el menor.

Los chicos comenzaron a hablar de cualquier cosa, mientras Marion los miraba desde unos pasos atrás, la química de esos dos era muy bonita y la chica sentía un poquito de envidia por ello, " Me alegro de que hayas encontrado a esa persona Tom, pero me da un poco de envidia, jaja, yo soy un desastre en ese sentido y no se si en algún momento encontraré a esa persona especial" pensó la muchacha.

Llegaron a la parada del bus, se subieron al transporte, que justo había llegado con ellos y se fueron de pie esta vez.

— ¡Oh!, recordé lo que me dijiste la otra vez, ¿quieres que insonorice tu habitación?-. Le dijo Thomas a Tord.

— ¡Cierto!, me encantaría pero no quiero hacerte perder el tiempo con eso...-.

— Nah, créeme que hacer eso para mi es más productivo que solo estar en mi casa tomando alcohol y durmiendo... Ah sí y atender a Ska, bueno aunque esto último es mi prioridad jaja.-. Dijo sonriendo el bajista.

— Tus conductas depresivas me preocupan... Aunque por lo que veo tienes a gente que te mantiene a raya ¿no?-. Tord dijo mientras miraba a su lado a Marion quién estaba raramente ausente de lo que ellos hablaban mientras miraba por la ventana del transporte.

— No te preocupes, mis momentos más terribles por decirlo así ya pasaron hace tiempo, además como dijiste tengo pilares fuertes a mi alrededor.-.

Tom miró a Marion, algo le pasaba a la chica, así que la abrazó sin previo aviso. La chica despabiló y habló.

— ¿Y a ti qué te pasó?-. Sonrió un poco divertida por el cariño repentino de Thomas.

— Esa pregunta debería hacerla yo...-. Soltó el abrazo y la miró preocupado.

La chica le sonrió ampliamente y le dio unas palmadas en los hombros.

— Así que Tord ¿por qué quieres insonorizar tu habitación?-. Dijo la chica cambiando el tema.

— Ah, es que tengo un sueño exageradamente liviano y como sabrás las personas que somos así nos despertamos con cualquier ruido y a veces no puedo dormir bien por ello.-. Dijo un poco molesto el chico de solo pensar en sus noches sin dormir por culpa de sus vecinos ruidosos.

— Yo tengo el sueño digamos que normal, pero a veces también me despierto por ruidos externos y es una mierda, así que te entiendo jajaja.-. Le dio una sonrisa sincera.

— Yo no entiendo nada de eso, soy privilegiado.-. Dijo Thomas inflando su pecho con orgullo.

— ¡Dios!, recordé esa vez que tuve que tirarte agua y ponerte un puto parlante casi a todo volumen para que te despertaras.-. Dijo Marion entre risas y cansancio por recordar lo que le costó despertar al chico para luego dirigirse al Omega.-. Tord, teníamos unos 14 años y este desgraciado de verdad que no despertaba, yo pensaba que había quedado en coma así que hice lo que acabo de decir y el tipo ¿sabes lo que hizo?, simplemente abrió los ojos y preguntó si había algo para comer... Quería matarlo, porque ese día teníamos un mini concierto en la escuela y estábamos justos de tiempo.

Tord comenzó a reír, la cara de estrés de Marion más la risa de Tom, era muy cómico todo.

La chica suspiró pero su rostro tenía una sonrisa sincera mientras veía a los otros dos reírse aún, logró desviar el tema, no quería preocupar a su mejor amigo por algo que a mucha gente le pasa que es sentirse sola, no era problema de él, así que mejor que las cosas se queden como están por ahora.

Llegaron a la parada de la universidad, Tord se despidió de los chicos y se bajó, los otros dos siguieron su camino hasta el próximo paradero. Al llegar se bajaron y Tom comentó.

— Sé que no me quieres decir lo que te pasa, pero recuerda que estoy para ti.-. La miró serio.

— Lo sé querido, en algún momento te lo diré, pero no te preocupes no es nada grave, solo son cosas que suelen suceder, ¿si?-. Sonrió la chica dándole un poco de tranquilidad al muchacho.

— Vale, pero me lo tienes que decir.-. Sonrió el chico ahora.

— Por supuesto.

Y así entraron al departamento del bajista.

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Nuevo capitulo c:

Un abrazo para ustedes <3

Revolución- TomTord (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora