En un mundo de jerarquía, en dónde los Alfas tenían el poder, todos se habían acostumbrado a que fuera así, Omegas y Betas por lo general acataban las reglas sociales que se les impusieron, excepto por dos personas un Alfa y un Omega, ambos a su man...
Pasaron unos minutos y Tord se había quedado dormido acurrucado en el pecho de Tom, el Alfa no podía creer en la situación en que estaba, su lobo por fin estaba quieto y en paz, esperaba que el lobo del Omega también estuviera así. Miraba al techo mientras le hacía caricias suaves en la espalda al otro, su respiración era calma, Ska llegó caminando despacito y se echó en el suelo a la altura de las cabezas de ambos, la televisión ya estaba apagada y solo la luna que entraba por el ventanal los iluminaba.
Thomas suavemente saca su teléfono sin despertar a Tord y le saca una foto, el chico se veía adorable en ella, obviamente no la iba a subir a ningún lado, bloqueó la pantalla y volvió a mirar al techo mientras le hacía cariño al Omega. Pasaron unos 5 minutos y se dio cuenta que era tarde así que despertó al menor.
— Tord... Arriba.-. Dijo suave haciendo que el menor comenzara a abrir los ojos.
— ¿Ya es de día?-. Dijo con voz grave pero tierna el Omega
— No, pero es tarde, vamos a acostarnos a la cama.
Tord asintió y se levantó con cuidado de no pisar a Ska, Tom lo siguió y ambos se fueron a la habitación. El Alfa fue a su armario y sacó una polera más o menos grande y se la pasó al Omega.
— Ten, para que duermas más cómodo, ¿Te paso un pantalón?-. Le dijo tranquilo.
— Está bien así, gracias .-. El chico se fue al baño y se cambió, poniéndose la polera de Tom que le quedaba algo grande y volvió a la habitación.
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Thomas al verlo sus mejillas se pusieron totalmente rojas, se veía muy lindo a sus ojos, Tord lo observó y lo abrazó sabiendo que era lo que pensaba Tom en ese momento de él. El Alfa lo abrazó por las caderas y le dio un beso aún ruborizado mientras el Omega reía bajito.
— Eres adorable Tom.-. Sus ojos brillaron con cariño.
— Cállate... Jeje.-. Comenzó a reír bajito también el Alfa.
Ambos se tomaron de las manos por un momento y se fueron a acostar en la cama del mayor, acurrucándose uno en el otro y quedándose dormidos con las feromonas del otro volando por el aire.
Fue una noche calmada y realmente cómoda para ambos.
Al otro día Tord se tuvo que despertar temprano, ya que tenía que ir a clases como a las diez de la mañana, al abrir los ojos vio que estaba encima del pecho de Thomas y este roncaba bajito, "No me quiero levantar.." Se quejó mentalmente mientras le hacía cariño en el rostro al otro con una sonrisa suave. Usó toda su fuerza de voluntad para levantarse y se fue a poner su ropa, Ska entró a la habitación y le movió la cola al Omega.
— Buenos días pequeño.-. Le dijo bajito y le acarició.
Tord miró a Tom y fue a despertarlo para avisarle que tenía que irse.
— Tom...-. Lo zamarreo y vio que el Alfa abría los ojos.
— ¿Pasó algo?-. Dijo somnoliento y grave el bajista.
— Nada, solo que ya me voy, tengo clases ahora en poco.-. Le sonrió el de cuernos.
Thomas se levantó de la cama de un salto.
— Déjame hacerte algo para que te lleves de desayuno, no puedes irte sin comer
Lo tomó de la mano y lo llevó a la cocina, en dónde le hizo un sándwich con jamón, queso, lechuga y tomate y se lo envolvió en una servilleta y una bolsa de plástico.
— Gracias ... No era necesario que te preocuparas tanto jeje.-. Le sonrió con mucha ternura el menor.
— No es nada y si es importante Tord, debes comer .-. Le miró con una sonrisa el de ojos negros.
Tord se ruborizó y aceptó el pan.
— Ya, me tengo que ir... Emmm quizá nos podamos ver después....-. Dijo el de ojos rojos.
— Si, ojalá podamos jaja, adiós Tord.-. Tom lo abrazó y le dio un beso en la mejilla cerca de las comisuras de sus labios.
El Omega avergonzado asintió ruborizado y se fue del departamento.
El Alfa se quedó viendo la puerta y comenzó a sonreír y de a poco a saltar tapándose la cara sintiéndose exageradamente feliz, su cuerpo tenía mucha adrenalina y Ska también comenzaba a saltar con su dueño compartiendo su alegría.
— Ok... Ahora solo queda avanzar de a poco ¿no?-. Le preguntó a su mascota.
El perrito ladró como si estuviera de acuerdo y Tom sonrió.
Por otra parte estaba una mujer con tacones altos caminando, con unos ojos completamente negros, era una Alfa y tenía su celular en el oído.
— Ya nos llegó la demanda de los trabajadores.-. Dijo con un semblante enojado.
