Después de varias horas de vuelo, finalmente llegué a Madrid, el lugar que nunca me imaginé mudarme, pasé por mis maletas, fui a la salida, buscando a Sara.
Finalmente la miré muy cerca de las puertas de salida, me alegré al verla, ya estando a menor distancia, vi que estaba acompañada por otras dos mujeres, no me importó y la abracé.
-Emily, cuando gusto me da volver a verte, estabas más pequeña la última vez que te miré - estaba feliz, la rubia -. Te presentó a mi esposa y mi hermana, ven.
-Gracias, por recibirme y todo lo que estás haciendo por mí - le dije muy agradecida.
-Tu hermana es una gran amiga, que me apoyo en muchas ocasiones, esto es lo mínimo que puedo hacer - me abrazó por los hombros -. Ella es mi esposa Carlota, y ella mi hermana Valeria.
Saludé a ambas mujeres, Carlota tiene una vibra muy buena, que me cayó muy bien, pero Valeria no me agradó, más por su manera de verme, espero que no nos ocasione algún conflicto.
Fuimos a comer, platicamos un poco, y me llevaron al departamento en el que viviría, a partir de hoy, lo bueno es que sería solo para mí, Sara me dijo que no me preocupara por la renta, se lo agradecí nuevamente, me dejaron para que pueda acomodarme y descansar.
...
Me desperté por el sonido de la alarma, me levanté, fui al baño a asearme, después de media hora, salí envuelta en una toalla.
Me puse un pantalón de vestir y blazer azul, blusa blanca, y tacones negros, maquillaje natural. Tomé el desayuno, me lavé los dientes al finalizar.
Salí del edificio y tomé un taxi para llegar a mi trabajo, ya que aún no conozco la ciudad.
Al llegar al edificio, le pagué al chofer y bajé del taxi. Entrando me dirigí a la recepcionista, para decirle al área que iba, por lo que me indicó, el piso y la ubicación de la oficina.
Cuando se abrieron las puertas del elevador, salí de este, y seguí las indicaciones de la recepcionista, al llegar toqué la puerta.
-Adelante - escuché la voz de Sara, al otro lado de la puerta.
-Buenos días - saludé al entrar a la oficina - me indicó que tomara asiento.
-Buenos días, Emily, espero que hayas descansado bien - me dijo.
-Muy bien, muchas gracias.
-Bienvenida, espero que te sientas cómoda con nuestro equipo de trabajo - tenía una gran sonrisa al darme esta bienvenida.
-Ya estoy ansiosa por comenzar.
-Te comento, ya te he asignado un proyecto, en conjunto con Valeria, mi hermana, para que vayas conociendo nuestra forma de trabajar. La cita con nuestro cliente es dentro de dos horas. Estos son los planos, te daré una Tablet y un celular como parte de tus instrumentos de trabajo - me dijo todo esto, sentí emoción y nervios.
-Gracias por confiar en mí para este proyecto, ¿la reunión dónde será? - le pregunté esto último, para saber el tiempo que tendría para prepararme.
- Será en la sala de juntas con la señorita Andrea Carrasco, así que vamos primero a tu lugar, para presentarte y puedas prepararte - se levantó de su escritorio y me indicó que la siguiera.
Íbamos caminando, me mostraba parte de las instalaciones, indicándome hacia donde está el comedor, sala de juntas, baño, el área de café, y demás cosas, hasta llegar a mi escritorio.
-Este será tu escritorio, Valeria - habló a su hermana.
-Hola, buenos días - le dije a la chica.
-Hola - me estrechó la mano para saludarme.
-Por favor, todos acérquense - escuche que decía la Sara, bueno aquí será la arquitecta Mendoza, a lo que todos los presentes, unas quince personas se reunieron - les presento a nuestra nueva integrante, ella es Emily García.
-Hola - les dije a todos, se acercaron, presentándose cada uno, espero aprenderme sus nombres rápido.
-Las dejo, para que puedas acomodarte Emily, en un par de horas será la reunión - me dijo la señora Mendoza, se dio la vuelta y se fue hacía su oficina, dejándome con Valeria.
Tome asiento para comenzar a acomodar mis cosas y estudiar el plano, encendí el celular y la Tablet que me dieron, en este último ya estaba el plano cargado, lo que me ayudaría con el cliente.
Entre lo que acomodaba todo lo que necesitaba, veía los planos, y Valeria me hacía platica, y explicaba todo lo que se trataría nuestra reunión con la clienta. Faltaban unos minutos, por lo nos encaminamos a la sala de juntas.
Íbamos llegando a la sala, Sara, estaba afuera, nos dijo que ya había llegado nuestro cliente, me entraron nervios, pero me controlé.Cuando entré, no podía creerlo, pensé que estaba soñando.
-Buenos días, señorita Carrasco - dijo Sara.
-Buenos días - su voz suena áspera y sensual, levantó su mirada, dejando a un lado su celular.
Realmente me quedo embelesada mirándola, mi cerebro no logra articular ni una palabra, solo miró sus ojos y decirme mentalmente ¡Es ella!
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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...