Unos días después...
Emily
Seguimos en Barcelona, estos días estando con la familia de Andy y la mía, era lo que más necesitaba, para sentir ese pedacito que me hacia falta. Nos han hecho sentir tan amadas, claro que nos gustaría que aquí estuvieran nuestros padres, pero la vida no siempre es justa. Desde que ellos no están con nosotras, ambas hemos estado solas con Carlos, y la familia de mi cuñado que siempre ha apoyado a mi hermana, pero yo nunca sentí ese cariño.
Todos estos días hemos estado haciendo muchas cosas en familia, que realmente me siento parte de ellos, y no como una desconocida. Andrea y Ximena se han encargado de llevarnos de tour por la ciudad, mis suegros me apapachan mucho y los abuelitos de Andy, ya les digo abuelitos y me tratan como su nieta, doña Blanca me ha sentado en sus piernas para acariciar mi cabello y contarme anécdotas de Andy cuando era pequeña.
Con todos estos pensamientos en mente, terminé de arreglarme muy contenta y más porque hoy saldré con Andrea, Ximena, Lilian y Carlos, ha celebrar el año nuevo. Mis suegros insistieron en cuidar a Ingrid junto a Chanel, nuestra perrita. Mi sobrina la bautizó así, un día le comenzó a llamar "Chanel", y bueno ya no le queremos cambiar el nombre.
Por el espejo miro que Andrea entra a la recamara, me muerdo el labio inferior, conteniéndome ante tal belleza, trae puesto un vestido de tirantes negro entallado a su cuerpo, con un escote en sus pechos, haciéndome sentir sed y un calor recorrerme, cuando miro esa parte de su cuerpo.
Alza su ceja derecha con una sonrisa al verme tan endiosada en su cuerpo, camina hacia donde estoy, pareciendo una modelo. Me la imaginé sin ese vestido caminando hacia mí, mi centro palpita, tengo que controlarme, esta falta de sexo me está dejando mal.
-Alguien quiere desprenderme este vestido - me dice al oído en un susurro erizando mi piel.
-Espero que ya estén listas, porque ya nos tenemos que ir - entra mi cuñada, la quiero mucho, pero en este momento la odio.
-Ya vamos, cariño.
-Joder, hoy habrá sexo, no quiero estar en la habitación continua, me crearan un trauma - dice tan casual Ximena, obvio que eso quiero.
-Te tendrás que poner tapones para los oídos, porque estás en la habitación de alado - le dice Andy tan tranquila.
-En ocasiones, pienso que ustedes dos, son un par de adolescentes - les digo levantándome de la silla, agarrando mi celular.
Salí lo más rápido posible, porque ese par cuando comienzan a molestarse, llegan a ponerse tan infantiles. Baje, encontrándome a Lilian y Carlos, y atrás de mí vienen Ximena y Andy. Esta última me alcanza entrelazando nuestras manos.
-Se divierten - nos dice mi suegro.
-Gracias, papi - le dice Ximena dándole un beso a su padre en la mejilla.
-Cualquier urgencia, me habla - escucho que le dice mi hermana a mi suegra.
-No te preocupes, hija, yo te la cuidaré muy bien - le acaricia el brazo para tranquilizarla.
Nos despedimos, para ya irnos a un antro a celebrar año nuevo, mis suegros y abuelitos, nos insistieron de salir a divertirnos y recibir el año celebrando, ellos aseguraron divertirse a su manera. La encargada de manejar es Ximena, por lo que en los asientos traseros vamos las tres y de copiloto Carlos.
-Bueno chaval - le dijo Ximena a Carlos, cuando aparcó el auto -. Te entrego las llaves, tu serás el encargado de regresarnos a casa - le da las llaves.
-Como ordene mi comandante - Carlos hizo un acento español muy exagerado y pose militar.
-Mandaré a hacer una prueba de ADN de ustedes, parecen hermanos perdidos - les dice Lilian muy divertida.

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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...