Emily
-Celosa te miras muy hermosa, pero realmente tengo que aclararte quien es ella, porque se van a ver muy seguido - me dijo, haciéndome girar, al encararla enarqué mi ceja derecha, poniendo mis manos en la cintura.
Por esta acción se alejó un poco, intimidada por mi actitud.
-Deja tus jueguitos Andrea, que no estoy para eso - le dije muy enojada, esta situación me estaba abrumando.
-Ella es mi hermana, por eso le digo cariño, anoche fuimos a festejar su cumpleaños, se molestó por el hecho de que no te he presentado a ella - me paralicé por esta noticia.
Me comencé a sentir mal por como la traté y más por la bofetada que le di, lágrimas escurrían por mis mejillas, nublando mi visión. Hasta que sentí que pasaba un brazo por mi cintura y con una mano limpió mis lágrimas, repartiendo pequeños besos por mi mejilla, me acurruqué en el hueco de su cuello, sollozando.
-Tranquila, mi dulce princesa - acariciaba mi cabello, abrazada por la cintura y repartiendo besos en la coronilla de mi cabeza.
-Por favor, perdóname, Andrea, reaccioné muy mal y no te dejé explicarme - le dije finalmente apoyando mis manos en sus hombros, separándome un poco para verla directamente a sus ojos.
-Vamos a tu departamento y hablemos más tranquilas, que aquí todo el mundo está de cotilla - hizo una sonrisa de medio lado.
Entrelacé nuestras manos y caminamos a mi departamento, iba un poco cabizbaja, por lo que Andrea, me soltó y me abrazo por los hombros, depositando un tierno beso en mi mejilla, me tomó tan desprevenida que me provocó suspirar.
Al entrar a mi departamento, llevé a Andy al sofá y nos sentamos, no sabía por dónde empezar y remediar todo este malentendido, sé que lo principal es hablar, pero lo que tenemos nunca lo habíamos aclarado, solo sé que ambas estamos en punto que debemos decirnos lo que sentimos.
-Son para ti - me dio un ramo de flores - no sabía cuáles son tus favoritas, así que escogí las que siento que se parecen más a ti - se ruborizó.
-Gracias, son muy hermosas - las tomé y las dejé en la mesita.
-Emily... - habló, pero la interrumpí.
-Andrea... - suspiré para tomar valor -. Me gustas y mucho, en estos meses que te conozco, no sé qué me has hecho, pero realmente no dejo de pensar en ti, sé que tal vez esto que tenemos solo sea una amistad y yo lo he mal interpretado - estaba muy nerviosa, que me mordí el labio inferior.
-Desde que te conocí me gustas, y sé que no te he dejado claro mis intenciones, en el pasado me han lastimado y me da miedo demostrar mis sentimientos, pero contigo me es tan fácil dejarme llevar - me miraba tan intensamente y jugaba con mis dedos.
Me acerqué a ella, acaricié su mejilla, viéndola directamente a los ojos, mi corazón estaba muy acelerado, dejé un beso en su mejilla.
-Vamos a darnos una oportunidad, hermosa - dijo susurrando, provocándome una corriente por mi espalda.
Coloque mi mano en su mejilla acariciándola, cerró los ojos, me acerque más y le di un beso en la comisura de sus labios, ella coloco una de sus manos a mi cintura y me acercó a su cuerpo, al hacer esto, rocé mis labios con los suyos, tomé sus labios en los míos, son tan suaves y delicados, siento una revolución en mi estómago, mi corazón se aceleró, era un beso tierno, queriendo transmitirnos de esta manera todo lo que hemos sentido y hasta el momento no nos hemos atrevido a decirnos. Andrea sonrió en nuestro beso, provocándome intensificar nuestro beso. No quiero separarme, pero el oxígeno se ha vuelto necesario, me tomó de la mejilla y comenzó a acariciarme, le di un beso casto en sus labios.
-Me encantas y no tienes idea de cuanto he deseado poder besarte, con este beso has terminado de robarme el corazón, te quiero mi dulce princesa - tenía la voz ronca, me dio un beso muy tierno.
-Yo también te quiero, mi española guapa, no tienes idea de cuanto deseaba besarte y todo lo que provocas en mí - la abracé y la besé nuevamente, esta vez más intenso.
Andrea estaba besando mi cuello, y por esto provocó que de mis labios saliera un gemido y sentí mi intimidad humedecerse. A lo lejos escuché mi celular sonar, era el sonido que tengo para mi hermana, tuve que detener a Andrea, tenía los ojos oscuros, llenos de pasión, solo le di un beso casto y corrí a buscar mi celular.
-Lilian, hermanita - logré pronunciar cuando contesté.
-¿Te encuentras en tu departamento? - la escuchaba nerviosa.
-Sí, ¿pasó algo?
-Carlos, está internado - la escuché sollozar -, no quería preocuparte, pero no puedo ocultarte algo así.
No dije nada más, solo sentí mi cuerpo desvanecerse.
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Nota del autor:Las que adivinaron que Ximena es la hermana, les dejo una ⭐ 🤭
Andrea y Emily, ya hablaron y aclararon sus sentimientos y los más importante, ya se besaron (gritos).
En cada capítulo he estado dejando una canción, que me ha servido de inspiración para escribir. Si quieren escucharlas completas, tengo la playlist en Spotify, y con esto finalizo los anuncios parroquiales.
Espero les haya gustado el capítulo de hoy. Si has leído hasta aquí, en serio muchas gracias. Ya mejor me detengo, porque soy capaz de hacer una carta muy extensa.
Les mando saludos desde un rincón de México. Hasta el próximo jueves, les quiero.

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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...