Andrea
Desperté sintiendo las caricias de Emily en mi vientre, me quedé embelesada escuchándola cantarle a nuestro bebé, no tengo la seguridad que sean los dos, por supuesto tengo la ilusión, este momento me llena de regocijo, no pude haber escogido mejor madre para mis hijos, si así es ahora cuando aún no se nota mi embarazo y no nace, ya quiero verla cuando tenga a nuestro bebé en brazos.
Voltea a verme, solo le sonrío y me quedo mirándola, limpió las lágrimas que corren por sus mejillas, se recuesta en mi vientre, por lo que acaricio su cabello, mi corazón esta muy feliz por este momento, no quiero moverme, pero debo alistarme para conocer a nuestro bebé y solo por eso me levanto.
-En lo que te arreglas, voy a hacer el desayuno - me da un casto beso y se va.
Me despabilo y me meto a bañar, dejo que el agua caliente corra por mi cuerpo, no tengo idea cuanto tardé en arreglarme, finalmente salgo a la cocina, donde Emi me está esperando con el desayuno, todo se mira delicioso, mi estómago gruñe de hambre, el detalle fue que sentí el olor del aromatizante de la sala y me provocó nauseas, corrí al baño.
Al incorporarme estaba Emily esperando por mí, me ayudó a levantarme, me lavé los dientes.
-Amor, de favor tira el aromatizante de la sala, si lo vuelvo a oler me provocará nauseas, nuevamente - le pedí antes de salir de la recamará.
-Si mi vida, ahora mismo lo quito y vengo por ti mi jade - me dejó un beso en la mejilla y fue a hacer lo que le pedí.
Solo esperé un momento cuando regresó por mí y me llevó a desayunar, podía notar su mirada de preocupación, aunque no me decía o preguntaba, desayunamos tranquilamente, dejé unas caricias en la mano de mi esposa para calmarla.
...
Estamos afuera del consultorio esperando nuestro turno para ingresar, los nervios me han entrado, por lo que comienzo a mover la pierna, Emily, me acaricia la pierna y entrelaza nuestras manos, logrando así que me calme, ella igual está nerviosa lo sé, solo que me demuestra seguridad para tranquilizarme, cosa que se lo agradezco enormemente.
La secretaria nos indica que ya podemos ingresar al consultorio, le agradecemos antes de entrar, nuestra ginecóloga nos saluda, nos pide que tomemos asiento, cosa que hacemos, entrelazamos nuestras manos, la observo que coge una carpeta y lee un poco.
-Bienvenida, señoras García, hoy vamos a hacer la ecografía y descubriremos si los dos óvulos fueron exitosos - dejó la carpeta y me observó -. ¿Has tenido algún síntoma?
-Nauseas, me matan por las mañanas o cuando siento algún aroma que no me agrada, hasta me llegan a debilitar un poco - le digo todo lo que he sentido.
-Bueno en parte es algo normal en estos primeros meses, te recetaré algo para disminuirlas, solo que no se irán por completo. Ahora de favor, ve a cambiarte colocándote la bata - solo asentí a su indicación.
En lo que estaba cambiándome, escuché a Emily platicar con la doctora, resolviendo sus dudas y me enternece el escuchar sus preguntas de cómo puede hacer más llevadero mi embarazo.
La doctora me hace recostarme en una cama, mi esposa viene a mi lado y entrelaza nuestras manos, con su pulgar acaricia mi dorso, siento el gel frío en mi vientre y mueve el aparato, no tengo idea como se llame.
-¿Eso que suena es el corazón? - pregunta Emily emocionada, mordiéndose el labio inferior.
-Así es - mis lágrimas de felicidad se asoman al escuchar su confirmación.
-Tiene un eco o algo por el estilo - le comento a la doctora al tomar más atención.
-Felicidades, tendrán dos bebés - nos confirma la doctora nuestro mayor deseo.
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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...