Andrea
Tengo frente a mí a la mujer que más amo, la que llegó para enseñarme lo que es amar, tener confianza, la que cambió mi vida, para bien, por quien quiero ser mejor cada día, a la que quiero enamorar todos los días. A la que estoy dispuesta a proteger.
-Amor - la tomo de la mano -. Todos estos meses que he estado lejos de ti, te he extrañado como no tienes idea, y la sentí más horrible, esta semana que regresé, por lo que hayas llegado inesperadamente, fue una acaricia a mi alma tormentosa.
-Mi lucero, yo también te extrañé, estar lejos, fue casi una tortura - su voz se entrecorta -. Te amo, quiero estar a tu lado, enamorarte, abrazarte, calmar esa mente y hacerte entender que mi amor por ti es lo más sincero - acaricia mi moflete.
-Tú me cambiaste completamente, cada día busco ser mejor para ambas - beso sus labios -. Antes de ti, no era detallista, romántica, sobre todo, expresarme, como me cuesta decir las cosas muchas veces. Contigo estoy aprendiendo a hacerlo.
-Te amo, solo quiero que me digas las cosas, viniendo de aquí, siempre mi amor - me toca el pecho.
Solo asiento, me levanto y la halo hacía mí, para abrazarla rodeando su cintura y pegarla a mi cuerpo, como siempre, meto mi rostro en la curvatura de su cuello, nos quedamos así por un buen rato.
-Emily te amo - me incorporo para conectar nuestras miradas -. Me tienes tan enamorada desde el momento en que te miré, con esa carita de ángel y tus nervios cuando por traviesa agarré un mechón de tu cabello - su sonrisa llega hasta sus ojos -. Contigo aprendí, que el amor a primera vista, si existe, que el amor sano, es posible, a base de confianza, lealtad, respeto y conversar. Y sí, desde aquel día, sigo deseando formar ese par de bebés y adoptar un perrito - siento mi pecho agitado, y mis lágrimas correr.
Ella limpia mis lágrimas con sus pulgares, tomo sus manos entre las mías, beso sus nudillos, cada uno, haciéndola sonreír, dándome fuerzas para continuar.
-No tengo dudas de todo lo que siento por ti, eres la mujer más maravillosa, inteligente, cariñosa, fuerte, te admiro y más por tu optimismo, doy gracias de tener la dicha de compartir mis días a tu lado. Estos días he buscado el momento perfecto, pero a tu lado todo lo es, eres mi hogar, mi paz y tranquilidad - aprieta mi mano y ese brillo de sus ojos es más deslumbrante -. Mi bello ángel - me hinco -. Entenderé tu decisión y si para ti no es el mejor momento, respetare tu decisión - mi voz se quiebra y mis lágrimas corren -. ¿Quieres casarte conmigo, amor mío? - abro una cajita sacando un anillo.
Me quedo hincada viéndola, sus lágrimas corren por sus mejillas, pero no se mueve ni articula palabra alguna, siento una punzada en mi pecho. Me incorporo, doy la media vuelta para entrar al departamento.
-Andrea - volteo y cuando lo hago, ella toma mis mofletes entre sus manos y me besa, mis labios se mueven al compás de los suyos, es como una caricia de sus labios a los míos.Recorre con su lengua mi labio inferior y entreabro mi boca para darle acceso, sus manos van a mi nuca, intensificando nuestro beso, y así como empezó nuestro beso lo corta, antes de separarse de mí, me da varios besos en los labios haciéndome sonreír.
-Es a ti a quien yo amo, y sí - me dice dándome otro beso -. Quiero casarme contigo - tomo su mano para colocarle la sortija.
-Hoy por la mañana, cuando no te encontré a mi lado, sentí muy feo, tristeza, y la sola idea de regresar sin ti, me puso muy mal. Aclaré mis ideas, tú eres la única con la que quiero estar, con quien quiero despertar por las mañanas e irme a dormir al finalizar el día - se muerde el labio inferior.
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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...