Narrador
Ha llegado el día más esperado para ese par de almas que desean unirse, más de lo que ya están, desde que el destino decidió juntarlas de la manera más inesperada y un tanto dolorosa para una de ellas. Desde ese día ambas quedaron enamoradas, pero no era el momento para estar juntas, ella son esa historia, donde nos el momento, más adelante se reencontrarán para estar completamente juntas.
Desde que se vieron no podían dejar de soñar y buscar ese amor, que sintieron por ese pequeño instante en que sus almas se conocieron.
Andrea, se despertó muy temprano, algo que normalmente no hace al amanecer con su amada Emily. Se levantó cuidadosamente para dirigirse al ventanal y poder admirar el mar, le trae tanta calma, paz y a la vez se agita su pecho como las olas, eso siente al ver los ojos de su futura esposa. Sonríe al recordar como la conoció y aunque nunca le dijo, ese día estaba muy nerviosa, solo que todo eso lo volvió seguridad al dirigirse a la mujer que le robó el corazón desde el momento que ingresó a esa oficina.
En otra habitación Emily, está haciendo lo mismo que Andrea, observando el mar, y recordando que Andrea, siempre le dice que sus ojos son como el mar y por eso los ama demasiado, sonríe embelesada pensando en su amada y que en un par de horas unirán sus vidas.
Como si estuvieran en completa sincronía, ambas suspiran al pensar una a la otra, abandonan la vista para tomar un baño y así comenzar con su día un tanto agitado, para cada una ese fue su momento de tranquilidad.
Cada una desayuna con su familia, deseando que los minutos avancen rápido para ya verse y estar unidas en matrimonio. En ese momento a Andrea, le entraron unas ganas inexplicables de salir corriendo, se levantó y se fue a la orilla del mar, ahí se quedó por varios minutos, sintiendo las olas llegar a sus pies descalzos, solo quería calmarse.
Sacó su celular del bolsillo trasero de su short, se sentó en la arena y comenzó a escribir, necesitaba sacar todo lo que tenía, perdió la noción del tiempo. Mientras que Emily, no paraba de dar vueltas por toda la habitación, los nervios la estaban ganando, más por la presión de su familia que la están vigilando para que no esté junto a Andrea, por lo que decidió salirse de la habitación sin avisar.
Emily va caminando a un costado de la alberca, quiere llegar a la orilla de la playa, necesita tranquilidad, pero alguien la detiene hablándole y a la vez pega un brinco del susto.
-¿Estás huyendo? - le pregunta Emma.
Una Emily agitada por el susto, solo niega con la cabeza, se toma del pecho para tranquilizarse y suspira antes de contestarle.
-No, solo que me abrumó la familia, no quieren que me vea con Andy, hasta el momento de la boda - le contestó queriendo sonreír, sin embargo, mostró una mueca.
-Vaya, bueno te acompaño a dar un paseo, pero vayamos por una limonado o algo refrescante, me estoy asando de tanto calor - le contesta una Emma colorada por el calor.
-Vamos, yo quería ir a la playa, pero tu idea me parece mejor - le contesta Emily, entrelazando sus brazos y guiándola a una pequeña isla de bebidas.
Pidieron sus bebidas y se sentaron en la barra, para platicar por un rato, haciendo así calmar esos nervios y ansiedad que a Emily la estaban sofocando. Mientras que Andrea, terminó de escribir, regresó al hotel para estar con su familia, ya que se sentía más tranquila.
-¿Qué se siente estar por casarte con el amor de tu vida? - le preguntó Emma a Emily, viendo al frente con su mirada perdida.
-Es inexplicable, es una mezcla de sentimientos, felicidad, amor, que todo por lo que alguna vez deseaste llegó finalmente a tu vida, para crecer, apoyarse mutuamente, amar a esa persona con todos sus defectos y virtudes, y aun así encontrar ese punto para luchar por lo que ambas sentimos e iniciar una nueva etapa - Emily suspira, pensando en su prometida.
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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...