Andrea
Me despierto sintiendo los besos de Emily por todo mi rostro, y sus caricias en el puente de mi nariz, sonrió porque sus besos en mis mofletes son sonoros, está manera de despertar me encanta.
-Despierta, mi bella durmiente - deja un beso tierno en mi nariz.
-Sigue - le digo con la voz ronca.
-No, ya quiero ir a dar un recorrido por la ciudad contigo - me da otro beso en la frente.
Suspiro y hago lo que me pide, me levanto muy a mi pesar, y voy al baño a asearme, cuando cae el agua a mi cuerpo, recuerdo que le tengo una pequeña sorpresa, por lo que no tardo bañándome, salgo del baño y me visto lo más rápido que puedo. La busco por toda la suite, encontrándola en el balcón mirando el paisaje, por lo que la abrazo por la espalda y recargo mi mentón en su hombro.
-Andrea, te amo mucho - me dice acariciando mis manos sobre su vientre.
-Yo también te amo, Emily - le doy un beso en su moflete haciéndola sonreír.
-Ya estoy lista, vamos, no recordaba que tengo que hacer algo, quiero que me acompañes - le digo dejándola de abrazar y entrelazo nuestras manos.
-¿Qué vas a hacer? - me pregunta muy curiosa.
-Tu acompáñame - le insto.
-¿Podemos pasar por algo para desayunar primero?
-Un café delicioso y un croissant.
-Eso no es desayuno - me hace un puchero.
-Después de hacer mi pequeño pendiente, vamos a desayunar, te lo prometo - le doy un beso sonoro en sus labios.
-Es un trato - me jala de la chamarra y estampa sus labios en los míos.
Salimos del hotel y nos fuimos caminando a una cafetería cerca del local donde llevaré a Emily, compramos un par de cafés y croissants, al terminarnos el café, seguimos a mi sorpresa. Estando afuera le hago señas de que hemos llegado, su cara de sorpresa me hace sonreír de oreja a oreja.
-¿Esto es lo que tienes que hacer? - me pregunta sorprendida.
-Sí, no recordaba que había hecho la cita temprano, para aprovechar el resto del día haciendo todo lo que tú quieras, mon amour - le digo guiñándole un ojo.
-Cada día logras sorprenderme - me dice tomando mis mofletes entres sus manos y me da varios besos en los labios.
-Por cierto, todo lo que quieras comprarte, recuerda que tienes mi tarjeta para hacerlo - le doy un beso antes de entrar al local.
-Yo quiero comprarte cosas, también - me hace un puchero.
-Tú invitas el desayuno y la comida, ¿te parece? - negoció con ella antes de entrar.
-En el futuro, te compraré tantas cosas - me dice emocionada.
-No lo dudo, vida mía, pero por lo pronto, acepta todo lo que puedo darte, por favor - acorto nuestra distancia y beso sus labios.
Solo asiente, y entramos a la tienda, nos atiende la recepcionista, a quien le digo que tenemos cita para comprar vestidos de novia, corrobora los datos y nos lleva al interior, donde me quedo con una mezcla de sentimientos, un poco de tristeza porque en el pasado estuve en la misma situación y una felicidad inmensa porque estoy con Emily, mi futura esposa. Nos separamos para buscar cada una su vestido y medírselo, sin que nos veamos, ya que quiero deslumbrarme de su belleza hasta nuestro día y no antes, realmente no es por la tradición, aunque pensándolo bien, a mi ex la miré con el vestido puesto, sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos.
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Tu mirada
Lãng mạnExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...