Emily
Mis piernas flaquean, lo bueno es que Andrea me tiene agarrada, de no ser así hubiera caído. Me gira para quedar frente a ella, tomándome de la cintura, me besa lentamente, la abrazo por el cuello, me impulso y enredo mis piernas a su cintura, me agarra por los muslos y camina hasta la tina, donde entra y se sienta conmigo encima.
Al separarme un poco de ella, para observarla, me encuentro con su cabello desordenado, sus mejillas y orejas rojas por el esfuerzo físico, y sus labios están hinchados. Unas leves gotas de sudor recorren su clavícula.
-Te miras jodidamente sexy, después de coger, mi amor - le digo antes de devorar sus labios por enésima vez.
Después del intercambio de besos, me hace sentarme entre sus piernas, dándole la espalda, recargándome sobre su pecho. Me masajea tan delicada, recorriendo mis hombros y parte de la espalda. La detengo, para recargarme en su pecho.
-Yo debería estarte haciendo masaje - le dije ladeando mi rostro para verla.
-Estoy disfrutando de mi sorpresa - replica con su sonrisa ladina y su ceja enarcada.
-Se nota que lo estás disfrutando, mi vida - le doy un pico.
-Como no tienes idea, mi bello ángel - acaricia su nariz en mi mejilla.
-Deberíamos de apresurarnos, para ir a cenar - le digo intentando salir de la tina.
-No importa, prefiero quedarme aquí contigo - su estómago gruñe -. Quedaré famélica, pero soportaré - vuelve a gruñir su estómago.
-Mejor vamos a comer, te pones dramática cuando no comes - me levanto y le doy un beso en la mejilla.
-Yo no soy dramática - pone sus manos en el pecho.
-Si claro - reviro los ojos.
Agarro una toalla para secarme y salir finalmente del baño, al hacerlo veo por la ventana de la recamara un hermoso atardecer, a pesar de haber varios edificios en la vista. Antes de que salga Andrea, me apresuro para vestirme, al menos, colocarme la ropa interior, es una tentación para ambas quedarnos desnudas.
Cuando sale mi novia del baño, viene a darme un beso y de ahí va a su closet para vestirse, mientras tanto, veo que ponerme. Finalmente me decido por un crop top manga larga negro, pantalón de mezclilla negro con gris y zapatos negros.
Andrea sale del closet vistiendo unos pantalones negros, un crop top del mismo color, y unas zapatillas de aguja plateadas.
Ambas nos maquillamos, ella a mí y yo a ella, robándonos un par de besos en el proceso, me pongo perfume antes de colocarme los accesorios.
-Mi amor, me encanta tu perfume - Andrea me deja un beso en el hombro.
La jaló hacia mí y la siento en mis piernas, beso su cuello, aspiro su aroma es una delicia, voy ascendiendo con mi nariz hasta sus labios, para besarla trasmitiéndole todo lo que siento en este momento y las palabras no me alcanzan para decírselas.
-Gracias mi amor, el que estés aquí por mi cumpleaños, es mi mejor regalo - sus ojos brillan y el tono de sus ojos están muy claros.
-Estaré a tu lado en muchos cumpleaños más, porque eres el amor de mi vida y mi bello destino - le doy un beso.
-Me encantan tus besos - suspira en medio de nuestro beso.
-Y a mi dártelos - acorto nuestra distancia y uno nuestros labios, en un beso muy lento.
Tras varios minutos intercambiando besos y caricias, salimos del departamento, antes de hacerlo nos abrigamos, porque ya se siente frío. Andrea va manejando, con una mano en el volante y la otra va agarrando mi mano. Hasta el momento, no me canso de verla manejar, es la más maravillosa vista, y no creo hacerlo nunca, simplemente es arte observarla.
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Tu mirada
RomanceExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...