40 "Terraza"

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Emily

Nuestro beso es tranquilo, no tenemos ninguna premura, su mano acaricia sutilmente la piel de mi cintura, subiendo por mi abdomen causando mi piel erizarse, baja sus besos por mi mentón, dejando un mordisco, enredo mis dedos en su cabello por esta acción.

Sigue descendiendo hasta mi cuello con pequeños besos, siento sus dedos en el borde de mi pecho, sigue el borde de mi sostén, buscando el broche en mi espalda, ágilmente lo desabrocha, sin dejar de besarme el cuello.

-Andrea - jadeo su nombre al sentir sus besos en el punto sensible de mi cuello.

Se incorpora, separándose de mí lo suficiente para agarrar el borde de la sudadera, tirándolo hacia arriba junto a mi sostén, dejando mis pechos al aire, libres para que ella haga lo que quiera, se inclina a mi pecho derecho, succionándolo con su boca, me hace jadear más fuerte.

Siento su lengua en mi pezón, su mano izquierda estimula mi otro pecho, su mano libre lo baja rozando el costado de mi cuerpo y lo lleva al botón de mi pantalón, para desabrocharlo. Muerde mi pezón, estirándolo, dejándome una sensación de ardor y excitación. Baja dándome besos por todo mi abdomen hasta llegar al borde de mi pantalón. Toma el borde con sus manos, arrancándomelos junto a las bragas, tirándolos a cualquier parte.

Baja su mirada a mi centro palpitante, relamiéndose los labios, lleva mi pierna izquierda a su hombro derecho, donde va dándome besos y lamidas, llegando así a colocarse entre mis piernas, no se dirige a mi centro deseoso de sus besos, asciende a mi vientre, donde con la punta de lengua me va recorriendo, desde mi abdomen, el valle de mis pechos, clavícula, cuello, hasta llegar a mis labios. Donde su boca se sacia de la mía, a como le dé la gana.

Su mano izquierda baja a mi centro húmedo, siento sus dedos rozar todo antes de abrirme.

-Estás muy mojada, mi amor.

-Solo tú me pones así, vida mía.

Sus dedos se mueven sobre mi piel caliente, haciéndome retorcerme de placer, acaricia mis labios empapándolos con mis fluidos, me penetra con dos dedos, deslizándose fácilmente, sus movimientos son lentos y placenteros, intercala con movimientos rápidos y fuertes, mis gemidos están descontrolados, solo ella me lleva a tal éxtasis. Mis caderas llevan su ritmo celestial, mientras su pulgar estimula mi clítoris hinchado, llenándome de más placer. Mis paredes vaginales se contraen y mi cuerpo se tensa teniendo ligeros temblores. Saca sus dedos y baja a succionar mi clítoris, su lengua caliente me da mayor placer, explotando en un intenso orgasmo, gimiendo su nombre que llena toda la sala.

...

Vamos tomadas de la mano, caminando por la acera de la quinta avenida, mi novia se detiene y me hace entrar con ella a una tienda.

-Escoge algo, en la noche vamos a cenar - me explica, una vez dentro -. Solo no quiero que me enseñes lo que compraras y no te preocupes al momento de pagar, eso yo lo soluciono - me guiña el ojo y se aleja.

Me sorprende con esta solicitud, pero hago lo que me pide, recorro la tienda, buscando algo que me guste y con lo que mi novia quede sorprendida. Finalmente encuentro algo que me encanta, un chico se acerca para ayudarme a buscar mi talla. Voy a medírmelo, me miro varias veces y me convence por completo.

Al salir del probador, le pido al mismo joven que lo lleve a caja, voy a pagar, pero al parecer ya tienen indicación de mi novia, de que es ella la que pagara.

Andrea finalmente aparece y tampoco puedo ver lo que ella compró, solo nos entregan nuestras prendas en bolsas de compra, diferenciando la de cada una.

Antes de regresar a nuestro departamento, pasamos por unos helados, creo que ya le contagié ese gusto a mi novia.

...

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