1 "Cambios"

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Estoy afuera del colegio esperando a que mis padres llegaran, hoy iremos a visitar a mis tíos.

Comenzó a lloviznar, así que abrí mi paraguas y saqué mis auriculares de mi mochila, los conecté a mi celular, para escuchar mi playlist favorita para estos días.

Levanté la mirada y del otro lado de la acera miré a la chica más hermosa que en mi vida había visto, es alta, cuerpo atlético, de cabello lacio castaño, a la altura de los hombros, su tez clara, vestía unos jeans azules rotos por las rodillas, camisa y tenis blancos, y una chamarra negra, que la hacía lucir muy sexy.

Me quedé observando su perfil, detallando su rostro, tenía sus mejillas y nariz roja por el frío, volteó y fue cuando nuestras miradas se conectaron, sus ojos verdes tan penetrantes, que sentía que llegaban hasta el interior de mi ser, logrando sentir en mi pecho y estomago una revolución de emociones.

Estaba tan absorta en ella, que nunca me di cuenta cuando mis padres llegaron, mi padre sonó el claxon para llamar mi atención, subí a la parte trasera del auto, me coloqué el cinturón.

Me voltee para verla por una última vez, pero ella ya no estaba, mis padres me preguntaron por mi día y comenzamos a platicar de todo un poco.

Ya estábamos a las afueras de la ciudad, la noche ya comenzaba a hacerse presente, cuando miré una luz que venía hacía nosotros y todo se quedó oscuro.

Me desperté sudando, otra vez ese sueño, a pesar de los años que han pasado, sigue tan claro ese día.

Voy al baño para asearme, después de media hora salgo envuelta en una toalla, así que comienzo a ponerme la ropa que dejé lista un día antes, playera negra, jeans azules, botas negras y chamarra a juego. Me maquillé muy natural, tomé mi maleta, documentos y el boleto de avión.

Entré a la cocina y ya estaba mi hermana despierta.

-Buenos días, ¿cómo amaneciste? - me preguntó.

-Volví a soñar con ese día - le dije recordando - así que estoy un poco triste, pero a la vez emocionada.

Caminó hacía mí y me abrazó muy fuerte, trasmitiéndome mucha fuerza.

-Mi pequeña, sabes que cuando llegues a necesitarme me puedes hablar, a la hora que sea, esta aventura que vas a comenzar será la más grande y todo lo que te propongas lo lograras, tus deseos se van a cumplir y ellos siempre están cuidándote, aquí siempre tendrás tu hogar, hermanita, te amo mucho - me dijo sin romper nuestro abrazo.
Para eso yo ya estaba a todo llorar.

-Los voy a extrañar bastante, me harán mucha falta, pero sé que tengo aprovechar esta oportunidad - tenía mi voz entrecortada y era un mar de lágrimas.

-Lo que me hace estar un poco tranquila, es saber que Sara estará cuidando de ti, es una gran amiga, así que no dudes de su compañía - suspiro fuertemente y volvió a abrazarme.

Mi pequeña sobrina comenzó a balbucear desde su silla, donde estaba desayunando, así que me senté a un lado de ella, acariciando su mejilla.
-Mi ricitos, te voy a extrañar mucho, mucho, hazle caso a papi y mami - la llené de besos por toda su carita, haciéndola reír.

-Carlos, dejó el desayuno preparado, antes de irse, es tu favorito - destapó la cazuela y era huevos revueltos con papa, que a mi cuñado le queda muy deliciosa.

Desayunamos con un poco de anécdotas, risas, hasta que llegó la hora de que tenía que ir al aeropuerto, fui a lavarme los dientes. Salimos del departamento, fuimos al auto, en lo que subía mis maletas en la cajuela, mi hermana acomodaba a mi sobrina en su silla, terminando ella se subió al lado del piloto y yo del copiloto.

Después de aproximadamente de una hora de camino, llegamos al aeropuerto, mi hermana se estaciono y me ayudo a bajar mis maletas, nos dimos un fuerte abrazo para despedirnos, y fui a darle muchos besos a mi pequeña sobrina.

-Sara estará esperándote en el aeropuerto cuando llegues, y por favor, háblame cuando hayas llegado, disfruta este momento, olvídate de todo lo que pasó, nadie sabrá donde estes, pensaran que te fuiste a Chicago - me dijo mi hermana, con lágrimas corriendo por sus mejillas.

-Eso espero, Lilian, aparte de tener esta oportunidad de alejarme de todo y que, gracias a ti, puedo crecer profesionalmente en otra parte, podré estar tranquila de ese imbécil - ya estaba molestándome por recordar el principal motivo por el que tengo que irme.

-Tranquila Emily, te prometo que en Navidad viajaremos para estar juntos, sabes que Carlos también te quiere, y no dejara que estemos tanto tiempo lejos de ti, te quiero mucho, mucho, mi pequeñita - me dio un beso en la frente, un último abrazo -. Hasta pronto, los fines de semana haremos videollamada, te quiero.

-Yo también te quiero hermanita, los estaré esperando con ansias - le di otro abrazo, los más fuerte que pude, sin lastimarla.

Miré como partían y de ahí fui a documentar mis maletas. Para posteriormente quedarme en la sala de espera, por lo que me puse mis auriculares para escuchar música un poco bajo para poder escuchar el anuncio de mi abordaje y leer un poco.

Hasta que escuche el anuncio por los parlantes y visualicé en la pantalla que ya podía abordar mi vuelo, por lo que me encaminé a la puerta que realizaría el abordaje, teniendo listo mi boleto y pasaporte.

-Buen día señorita, boleto e identificación, de favor - me dijo la trabajadora de la aerolínea.

-Buen día, aquí tiene - le di los documentos, los verificó en su computador y me los regresó.

-Adelante, tenga feliz viaje - me dijo muy amable.

Una vez aborde el avión, busque mi asiento, guarde mi maleta de mano, me senté y abroché mi cinturón, esperé las instrucciones.

Adiós, voy a iniciar una nueva historia, con este pensamiento me quedé dormida una buena parte del vuelo.

Tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora