Tu mirada

15 "Sorpresa"

Maratón 1/2

Emily

Iba a entrar a la sala, pero escuché a mi hermana hablar con Andrea, así que decidí detenerme y escuchar.

–¿Hace cuánto tiempo conoces a mi hermana? – le preguntó mi hermana a Andrea.

–Desde que ella llegó a Madrid – contestó inmediatamente, a mi mente llegó el recuerdo de ese día.

–Me imagino que todo comenzó como una amistad – lo dijo más como un comentario que una pregunta.

–Realmente no, desde que nos conocimos, ella me dejó cautivada y desde ese día he buscado la manera de conquistarla – suelto un suspiro – no tengo idea si esto será eterno, pero estoy segura de luchar por ella cada día – me mordí el labio inferior para contener un grito de felicidad.

–Eso espero, en el pasado la han lastimado y no quiero que algo así le vuelva a pasar – le dijo mi hermana.

Así que antes de que comience a asustarla o cuestionarla más, decido entrar.

–Hola mi amor – le dije a mi sobrina cuando me miró – ¿cómo está mi pequeña? – me acerqué por detrás de Andrea, ya que ella la estaba cargando.

–Hola, estoy bien – me contestó Andy, causándome gracia.

Comencé a darle besos a mi sobrina, haciéndola reír, una de mis manos la puse en la cadera de Andy y con la otra le hacía cosquillas a mi sobrina.

–Yo también quiero beso – me hizo un puchero Andy.

–Par de tortolitas, vámonos – dijo mi hermana.

–Ya estoy lista – le contesté – vámonos.

–Si claro – me contestó mi hermana.

Antes de salir le robé un pico a mi novia, se sonrojó, me encanta verla así, le di otro y quería tomar a mi sobrina en brazos, y digo quería, porque se aferró al cuello de Andy, que no se soltaba.

–Por lo visto, tía y sobrina, tienen los mismos gustos – dijo mi hermana muy divertida por la escena, yo solo sonreí.

Al subirnos a la camioneta, Andrea se fue atrás con mi sobrina, mi hermana iba conduciendo y yo de copiloto, iba admirando el paisaje, hasta que comencé a escuchar las risas de mi sobrina y Andy, me giré para mirarlas, en serio que es la imagen más hermosa, no sé si es malo pensar en esto tan pronto, pero me gustaría tener hijos con ella, verla así, me hace pensar en un futuro juntas.

–Límpiate la baba, se te está cayendo – me miraba de reojo mi hermana con una sonrisa.

–Toma atención al camino – solo le dije.

No tardamos en llegar al hospital, mi hermana se bajó a buscar a mi cuñado, quedándonos en la camioneta, mi sobrina, mi novia y yo.

–¿Algún día, te gustaría casarte? – le pregunté, no sé de dónde saqué valor.

–Si me gustaría, solo cuando estemos listas – me contestó como si nada.

–¿Y tener bebés? – pregunté lo que más me importa en este momento.

–Cuando te conocí te dije que quiero tener un par de bebés contigo, y sabes que – me miró muy seria, tanto que me estremecí – aún lo sigo queriendo, amor mío – se acercó a mí y me dio un beso – quiero tener una princesita, con esos ojos azules, tan bellos – me dijo tomándome de la mandíbula, acariciando mi labio inferior con su pulgar y dejando un beso en mi nariz – ¿tú quieres lo mismo? – me preguntó viéndome a los ojos.