27 "Constelaciones"

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Andrea

Estoy tomando valor para decirle a Emily mis planes y más convencer a mi corazón de esta decisión, que no puede esperar más, sé que nos dolerá, pero si espero más tiempo, las cosas se van a poner muy mal.

-Amor, ¿está todo bien? - me acaricia la mejilla con el dorso de su mano -. Te miro muy pensativa.

Suspiré y la miré a esos ojos tan dulces, ese par de zafiros que son mi delirio, la abracé y me quedé en la curvatura de su cuello, sintiendo su aroma, sus caricias me relajan, haciéndome sentir una paz.

-Hay algo que tengo que decirte - le digo aún en el cuello, no quiero salir de ahí.

-¿Es algo malo?

-Sí - una pequeña lágrima corre por mi mejilla.

-Todo tiene solución, así que hablemos, para saber cómo ayudarte.

-Es que no quiero alejarme de ti - termino sollozando.

-Andrea, amor, me estás asustando - intentó sacarme de su cuello para verme.

-Es que no voy a soportar tanto tiempo.

-Bonita, por favor, explícame que no estoy entendiendo, y ya estoy asustada - tomó mi rostro con delicadeza y me hizo mirarla.

-Tengo que irme por unos meses a New York - finalmente le dije en medio de mi sollozo.

-Mi amor, ya me habías asustado - limpió mis lágrimas y me abrazó muy fuerte, haciéndome recargar mi cabeza en su hombro.

-Siento que el tiempo que estaré haya, muchas cosas pueden pasar y te des cuenta de que no me - la voz se me quebró por pensar esto último que no puede decir en voz alta.

-Andrea, yo seguiré amándote, así como tu confías en mí, yo confiaré en ti, solo será para reforzar lo que sentimos la una por la otra - me besó muy intensamente, haciéndome olvidar ese miedo que tengo por alejarme de ella.

-Discúlpame.

-No pidas disculpas, mi amor bello, mejor platícame por qué tienes que ir - tomó mi mano y los llevó a sus labios depositando un tierno beso en mi dorso.

Nos sentamos en una banca, ya que estamos caminando en la Plaza de España, me quedó hipnotizada viendo ese par de zafiros que me transportan al mar.

-Tengo que ir, porque en la empresa están haciendo una desviación de dinero, y buscando minuciosamente, encontré que, en una empresa ubicada en New York, está llegando mi dinero - tomo aire antes de continuar -. Voy para descubrir la persona detrás de todo esto y poder hacer una denuncia formal - la miro a los ojos y me da una suave caricia en la mejilla -. Por esa razón me iré por unos meses - suspiré -, no tengo idea de cómo se pondrán las cosas, siento que puede ponerse algo feas, pero tengo que hacer algo para detener el robo descarado que me están haciendo.

-Entiendo - se mordió el labio -. No tengo idea de cómo apoyarte, pero siempre cuentas conmigo, quiero y espero que las cosas salgan bien - se abalanzó sobre mí para abrazarme -. ¿Cuándo tienes que irte? - preguntó teniendo su cabeza en mi cuello.

-Lo más pronto posible, pero en este caso será el sábado, para no levantar sospechas en la empresa - le di un beso en la frente -. Ximena y mi padre vendrán a hacerse cargo en lo que yo no estoy - salé de mi cuello para mirarme -. Se quedarán en la casa, les dije que se quedarán allá, así que cuando quieras compañía, visítalos, mi madre te recibirá muy gustosa, además que mis abuelos no creo que se queden en Barcelona.

-Te dejo irte con la condición de que me mandaras mensaje todos los días, y me llames cuando me necesites - me dio un casto beso.

-Esas llamadas serán todos los días, lo prometo, el único problema será buscar una hora en la que no te desvele.

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