Emily
Al despertar tenía a mi hermosa esposa abrazada a mí, su rostro entre mis pechos es la imagen más tierna, contornee su rostro quitando unos cabellos que lo cubrían, le di unos besos en su frente y me levante lentamente, para no despertarla. Entre al baño a cepillarme y bañarme, no tardé mucho, ya que quiero hacerle el desayuno a Andy, al salir del baño encontré a Andrea abrazando una almohada, me causa gracia su manera de dormir, me acerco para darle un beso en su mejilla.
Bajé a la cocina, encontrándome a mi hermana haciendo el desayuno, ya la extrañaba, así que voy a abrazarla, haciéndola gritar por el susto.
—Emily García — me regañó —. Me asustas pendeja —está molesta y asustada.
—Que poco aguantas hermanita, pero que no sea Carlos el que viene a darte un buen a…
—Buenos días — entra mi cuñado interrumpiéndonos —. Emily ven acá pequeña — abre su brazo libre para abrazarme, ya que trae a mi sobrina cargada.
—Hola mi niña preciosa —lleno de besos a mi sobrina en lo que abrazo a mi cuñado.
—Tía Emi — se abalanza a mis brazos y me llena de besos, abrazándome el cuello con sus bracitos.
—¿Cuándo se van? — pregunta mi cuñado.
—No te preocupes, hoy seguiremos aquí, y aún no sé cuándo nos vayamos, eso no lo he hablado con Andrea — le contesto sonriéndole y frotando su brazo para que se relaje.
—Bueno más tarde nos vemos, tengo que ir a trabajar — me da un beso en la frente —. Ya me voy mi amor — le da un beso en la frente a mi sobrina.
Camina a mi hermana, la abraza por detrás y le da varios besos en el rostro, haciéndola sonreír, se vuelve a despedir y sale de la cocina, escucho la puerta abrir y cerrar.
—Se nota que estás recién casada hermanita — me dijo Lilian con una sonrisa pícara.
—¿Por? — pregunto, ya que no quiero salir corriendo a verme en algún espejo si tengo un chupetón o algo.
—Porque mi cuñada llegó bien cansada y aún no despierta, hermanita la estás agotando demasiado — me dice carcajeándose con esto último.
—No se acostumbra a la diferencia horaria — quise justificar, pero me sonrojé.
—Así le dicen ahora, la diferencia horaria — se carcajeaba.
—Tía Emi, quiero jugo, por favor — me dijo mi pequeña.
—Sí mi ricitos — le doy un beso en su mejilla y la siento en la silla.
Voy por un vaso en la alacena, busco el jugo en el refrigerador, sirvo el vaso a la mitad, ya que mi hermana por señas me dijo que solo así, cuando me volteo, miro a Andrea cargando a mi sobrina y llenándola de besos, mi sobrina se ríe, mi esposa la baja y viene corriendo a mí, pidiendo su jugo.
—Buenos días — Andrea saluda a mi hermana dándole un abrazo —. Buenos días, mi corazón — posa sus manos en mis caderas pegándome a su cuerpo para darme un tierno beso.
—Buenos días, mi amor — suspiro en sus labios.
—No hagan escenas delante de mi niña — nos regaña mi hermana.
Andrea se ríe y acaricia su nariz con la mía, me da un beso casto y se separa de mí, sonriéndole a mi hermana, yo solo quedo embobada viendo esa sonrisa perfecta, tan hermosa.
—Se te cae la baba, Emily — me vuelve a molestar Lilian.
—Pensé que me regañabas a mí — le contestó Andrea sonrojada.

ESTÁS LEYENDO
Tu mirada
RomansaExiste una leyenda, en la que estamos destinados con un hilo rojo a la persona que será el amor se nuestras vidas, este se podrá estirar, enredar y pasar por muchas incertidumbres, pero nunca se romperá. No importa el tiempo, ni la distancia, el des...