Mientras descansaba, las sirvientas también entraban y salían, así que la comida estaba tan llena que pensé que las patas de la mesa podrían estar rotas.Al ver que la mesa del niño y la vajilla no estaban allí, llamé a la criada y ordené los preparativos.
-Entonces, ¿qué está pasando Ilyana?
-Bien...
Sonreí sin decir una palabra. No había nada que pudiera hacer con la sonrisa que mostraba problemas.
Sacudió la cabeza para tranquilizarme, como si sintiera mi problema.
-No le digo a nadie. Cuando se trata de Magnus, no hay dónde confiar. Me siento tranquila porque tengo un lugar para hablar sobre Casio en estos días.
Pensé por un momento en las palabras de Cheryl. Cheryl conoce mejor a Magnus en los últimos dos años, quizá sea mejor que le cuente mis preocupaciones.
-Sabes, Cheryl, le hice algo un poco malo y sabía que estaba resentido conmigo...
Sin hablar, cerré la boca. Después de todo, pensé que no tenía nada más que decirle.
-No, solo tengo curiosidad por saber por qué quiere que me convierta en Emperatriz.
Cambié un poco el destino que le iba a decir a Cheryl.
De hecho, pensé en huir cuándo hablé con el Marqués Glaine. No es que no tenga intención de confiar en el Marqués Glaine porque me ha dicho que hable si es necesario. Sin embargo, si me acerco a él en un estado en el que no estoy ni aquí ni allá de esta manera, terminaría deambulando por allí nuevamente, y me conozco bien.
-Ah...
Cheryl me escuchó y cerró la boca sorprendida.
Con una mirada un poco preocupada, trituró la comida traída por las sirvientas frente al niño y me miró a mí, que todavía estaba sentada en la cama.
-Me parece que los dos están realmente retorcidos.
-Lo sé.
-Ilyana, no quiero decir que esté luchando con el Duque, pero creo que los dos deberían ser un poco más honestos.
Cheryl dijo mientras se sentaba a mi lado. La cama se tambaleó ruidosamente. El niño mantuvo la boca cerrada y siguió moviendo las manos.
Me pareció que Casio era un poco torpe en sus palabras o tenía una expresión oscura de sus emociones.
-Cuando cuidé de Magnus, desconfiaba mucho de los humanos. Tenía miedo de mi toque y no creía lo que decía, y cuando traté de tocarlo, tembló terriblemente.
-¿Acaso tú?
Abrí mis ojos ante las palabras inesperadas. ¿Era así en la novela original?
No, Magnus solo necesitaba calor. Simplemente se aferra desesperadamente a Cheryl, y nunca hubo una sola escena que la aleje.
-Dudó de todo lo que le dije como si lo hubieran traicionado, y no pudo dormir en toda la noche debido a la ansiedad.
-Sí es cierto.
-Sí, fue como domar un caballo salvaje pura sangre indómito. Ah, ¿por qué se dice que tiene buenas líneas de sangre? Era más exigente de lo que pensaba.
Cheryl sonrió y agregó. Su mirada estaba fija en Casio, y mientras hablaba en voz baja que Casio no podía oír, Cheryl no dejó de hablar.
-Tenía un nivel de vista muy alto para ver hasta el gusto de los muebles pequeños. Su vista era lo suficientemente buena como para poder distinguir los más lindos entre los baratos.

ESTÁS LEYENDO
"No que no tronabas pistolita".
RomanceCapítulos diarios. Portada y sinopsis en la primera página.