Eso es lo que puede sentir por Ilyana Glaine. Cerré los ojos dolorosamente y los abrí.-... No puedo entender.
-No tienes que entender.
En primer lugar, no estaba dentro del alcance de la comprensión de Cheryl. La tormenta que había estado rugiendo en mi mente había amainado.
Ilyana Glaine estaba terriblemente resentida y odiaba al Marqués de Glaine.
Al menos lo suficiente como para destrozar a la familia Glaine y matarlo todo.
Ilyana Glaine era inteligente, pero no normal. Debe haber habido un problema con su forma de pensar.
-Lo siento, dije algo muy extraño.
Me disculpé por mi galimatías.
Fue una falta de respeto de mi parte decir algo y decir que no tenía que entender. Me incliné y enterré mi rostro en mis manos, luego me levanté.
-Cheryl, médicamente. ¿No puede Magnus vivir sin mí?
-...
Tenía los ojos desconcertados.
-No creo que se vaya a morir. Pero él depende de tu calidez. Tiene miedo de que tu calor se vaya.
Lo sabía. No era una historia de ayer o de hoy que pensaba que la venganza no era la única razón por la que estaba siendo coercitivo y rondando frenéticamente a mi lado.
Aún así, la razón por la que no pensé profundamente en ello y no lo admití fue porque había puesto una sanción en algún lugar de mi mente de que era poco probable.
-Algún día me olvidará, ¿verdad?
Ante mi pregunta, Cheryl negó con la cabeza con una expresión muy extraña.
Mirándola, preguntándose si ese es el caso, Cheryl suspiró levemente.
-No sé cuánto dolor puede soportar una persona porque varía de persona a persona.
-Cheryl. Es lo mismo conmigo, yo tampoco lo sé. Si le hubiera hecho tanto daño, al final quedaría como un bulto por el resto de su vida, convirtiéndome en una cicatriz que se pudriría...
¿Qué significaría para Magnus que el sujeto estuviera allí?
No puedo permitirme amarlo. Le susurraré una mentira de amor por el resto de mi vida.
¿Cómo se ayudará eso entre todos?
Sería mejor desaparecer. Si yo me pudro, él se pudre, y al final ambos morirrmos aplastados, entonces yo...
Prefiero encontrar un camino de regreso.
Renunciaré a Magnus.
No quería dejarme influenciar por él, sin saber si esto era mío o de Ilyana Glaine.
Yo también tenía miedo de acostumbrarme a su toque y quedarme dormida en su calor.
También tengo miedo del calor al que me acostumbro. No es que no tenga miedo de todas estas situaciones.
Magnus no es el único que teme a este mundo. Yo también.
El Marqués Glaine... Debo ver al Marqués Glaine. Él quién me dijo que pidiera ayuda si la necesitaba. Tal vez haya una historia de fondo al final de la novela.
Todos los finales que he visto hasta ahora tienen una historia de fondo.
A Ilyana realmente le gustaba Magnus y descubrió que ella misma lo había liberado.
ESTÁS LEYENDO
"No que no tronabas pistolita".
RomanceCapítulos diarios. Portada y sinopsis en la primera página.