"No que no tronabas pistolita".

Capítulo 114

Se mete en mis brazos todos los días y me resultaba difícil sostener su cabeza.

-¿No es hora de dejar de hacer esto?

-¿Es mi cabeza tan grande?

-No, en lugar de un problema como ese, un poco... ¿No se ve extraño?

Se siente como si un pingüino adulto todavía estuviera discutiendo que es un niño, metiendo la cabeza entre las piernas de sus padres.

En realidad, mientras todo el cuerpo está siendo arrastrado.

-Yuna, puedes hacer lo que quieras. dijiste 'haré lo que sea'.

-Ah...

De repente, el ambiente se hizo cargo. Agarré su hombro para escupir las palabras que estaba pensando rápidamente. De todos modos, había que aclarar el malentendido.

Parpadeé lentamente, contemplando.

-Sabes, eso es lo que dije en ese entonces. No quiero hablarte de eso.

-Sí.

Los matices sentidos en su sincera respuesta fueron extraños. Era evidente que no tenía muchas ganas de hablar de este tema.

Sin embargo, si sigue así, algún día, este problema volverá a surgir.

En ese momento, estaría herido hasta el punto en que no terminaría con otra pequeña conversación.

-No es porque no me gustes, o porque esté tratando de ir a alguna parte...

Magnus frunció el ceño ante mis palabras. Verme con unos ojos increíbles hace que me duela el corazón.

Como no podíamos confiar el uno en el otro de esta manera, no teníamos más remedio que continuar dudando y en desacuerdo el uno con el otro.

Simpaticé con las palabras de Cheryl de que necesitamos tener una conversación adecuada. Sus palabras son siempre conmovedoras.

-Es solo que estoy avergonzado. Creo que sí. En realidad, no sé por qué, pero sentí que no quería anunciarlo por reflejo.

-... ¿De qué te avergüenzas?

-No, anunciamos que estábamos saliendo, pero ¿realmente necesitamos que el mundo sepa que estamos teniendo sexo? Incluso entre personas casadas, no suelen hablar de ese tipo de relación.

Al menos cuando agregué que eso creo, Magnus me miró con una expresión relajada. Parecía ridículo.

No, ¿qué es tan absurdo? En realidad, no es natural decirlo.

-Pero, ¿qué tiene que ver con lo que saben los subordinados?

-No eres alguien a quien me gustaría ver una vez.

No sé si lo voy a ver una vez y nunca lo veré dos veces como un hotel, o si estoy encerrada en completa privacidad, pero no pude evitar prestar atención a las personas que entraron en la habitación, limpiaron todo y hasta pasaron a atender el baño.

-Lo hice, de todos modos.

-¿No dice el mundo de Yuna algo así? Entonces, ¿está cerrado sobre el sexo?

Magnus dijo con una expresión muy incomprensible. Por supuesto, desde el punto de vista del Emperador, todos sus movimientos deben ser confirmados por los sirvientes.

Una vez vi en los libros de historia que incluso el lado del Rey estaba controlado en el antiguo palacio.

«Por supuesto, no parece tanto aquí».

De todos modos, no pude entenderlo del todo.

No quería mostrarle a nadie que me desperté por la mañana o que estaba somnoliento con una sensación de debilidad.