"No que no tronabas pistolita".

Capítulo 100

También han pasado varios años desde que solicité tomar el examen de empleo.

No era un mal cerebro, pero siempre estaba desesperada.

Cocinaba para él cuando decía que no tenía dinero, y si había algo que quería, lo compraba.

Nunca pensé que el trabajo de las mujeres en la televisión sería mi trabajo.

Pero después de pasar por todo, era un típico pusilánime.

La persona que me usó fue la peor al principio, pero también fui un estúpida porque lo amaba.

Así que no había gente a mi alrededor. No había nadie que me dijera que estaba mal, nadie a quien quejarme, nadie a quien acudir en busca de ayuda.

Fue mi primer amor en mi primera relación.

Atrapó a un buen dueño del agua, y yo era la presa fácil.

-¿Estás diciendo que estás teniendo una aventura?

-No, no estaba casado, así que no fue una aventura. Si tuviera que ponerle un nombre, sería engaño.

-Este... bastardo loco.

Mientras Magnus decía eso, su mano estaba sacando su espada.

Miré directamente porque me preguntaba por qué, y esta vez era otra escena diferente. Probablemente fue el día que tuvimos una cita cuando cumplimos 100 días.

Él fue bastante bueno conmigo al principio. Podría haber sido gerente de pesca, pero hice lo mejor que pude sin ningún problema hasta aproximadamente un año después de salir.

-Yuna, en el día 100 de salir juntos...

La cara del hombre estaba dividida verticalmente.

Mientras tragaba una sonrisa con los ojos bien abiertos, esta vez el hombre con las extremidades a la mitad se retorcía como una oruga en el suelo.

Magnus, aún con una sonrisa amable en su rostro, destrozó sus miembros con los pies, aplastándolos por completo.

Magnus enfrentó la ilusión original de mí.

Por alguna razón, la ilusión en el escenario donde estaba en mi forma original no atacó a Magnus. Magnus se acercó lentamente y colocó su mano en mi mejilla.

-Creo que Lina no siempre sonrió como lo hace ahora.

-¿Qué?

Me quedé atónita por los comentarios que hizo Magnus, quien me miraba a la cara con atención.

Por supuesto, esa ilusión no es sonreír en ese momento, pero era natural porque era una muñeca.

-Yo también lo siento. Ojalá hubiera podido ir al mundo de Lina.

-... Si vienes, comerás bien y dormirás bien. No importa lo que hagas, estoy segura de que obtendrás un trabajo.

En un mundo donde la apariencia es importante, Magnus será un premio gordo sin importar lo que haga.

Si tienes la capacidad de actuar para sonreír así, para ser honesto, incluso si te conviertes en una celebridad, estarás en el colchón de dinero.

-¿En serio? Entonces puedo alimentar a Lina.

Magnus balanceó su espada ligeramente y partió mi cuerpo por la mitad. Se me puso un poco de piel de gallina por la brillante sonrisa en mi rostro.

«Si muero más tarde, ¿voy a morir así?»

Lentamente me derretí y desaparecí en la oscuridad.

Magnus colocó su espada alrededor de su cintura y caminó hacia mí. Incluso me dio un beso en la mejilla.