Capítulo 47

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Me quedé simplemente atada a la mirada de Magnus, sin poder cerrar la boca.

No puede moverme porque él no me dejó.

-No lo sabía entonces, pero ahora que lo pienso, siento que te convertiste en una persona diferente. Fue más o menos en ese momento cuando te volviste amigable y empezaste a evitarme directamente.

No puedo preguntarle hasta qué punto lo adivinó.

Intenté morderme el labio inferior porque una voz de miedo estaba a punto de estallar. Su mirada se movió lentamente y tocó mis labios.

Retiré los labios apresuradamente, como si me culpara. Se rió.

-Ya he terminado con esto. Si no lo recuerdas, es injusto para ti.

Cuando dice 'dejo esto', quiere decir que va a hacer otra cosa, ¿no?

En primer lugar parecía convencido, por mucho que le dijera que no.

Él abrió la boca primero, así que no tenía sentido que me escondiera.

Con el añadido del abatimiento y el absurdo, quise dejarlo todo.

Debería haber fingido estar loca desde el principio. Marqués de Glaine, Magnus, deja que todo caiga.

Estás loca. Estás actuando como el Marqués.

«A partir de ahora, voy a andar por el templo como una loca».

La gente de fuera puede verme como una loca del templo. Creo que voy a sacar todos mis bienes y donarlos como si estuviera loca por el templo.

¿La penitencia es un problema? Habría sido mejor si el objetivo hubiera sido actuar como un pseudo-religioso.

Si todo el mundo que conoces te recomienda la religión y Dios te cuida, Dios no te permite viajar, tener sexo o besar, será un instante en el que la gente se separe.

Cuando cerré la boca, Magnus la abrió nerviosamente.

-¿Por qué no dices nada?

-¿Qué puedo decirte?

Probablemente esté buscando otra manera de intimidar de todos modos.

Es una molestia tener que lidiar con más. Me soltó la mano cuando fruncí el ceño porque mi mandíbula estaba incómoda.

-Puedes hacer cualquier cosa, pero no pienses en huir de mí. No tengo intención de dejarte ir.

-¿Por qué?

~Porque me gustas.

Magnus me susurró lo mismo que Mag.

Me besó en la nuca y me susurró con voz dulce.

Me reí débilmente. Un sonido de aire salió de mis labios.

Cuando era Mag, sólo recitaba y susurraba lo que le lavaba el cerebro. Pero ahora era diferente.

Está claro que está pensando. Tenía alguna intención.

-¿Por qué? ¿Por qué te gusto?

-Ilyana, ¿necesitas una razón para que te guste algo? -Magnus dijo una mentira con voz amable.

-Oh, sigamos con el ritmo.

Por un momento se me ocurrió esa idea. Entonces, si me derrumbaba, era algo en lo que había que pensar.

No era el tipo de persona que piensa desde el principio. Pensar y calcular uno a uno es el método de Ilyana Glaine. Yo no era diferente de la Cenicienta de cenizas desde el principio. Incluso si te haces una herida encima y te cubres de sangre, no cambiará.

"No que no tronabas pistolita".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora