Cuando Yoongi cayó en cuenta de su error en aquellos años e intentó buscar a Jimin para arreglar las cosas, jamás pensó que el -en aquel entonces pelinegro-, pondría tierra de por medio para evitar verlo.
Lo buscó en todos los lugares que pensó que podría estar. Cuestionó a la familia también sin importar que se ganara cientos de insultos de parte de todos, hasta de la madre ausente de Jimin que apenas empezaba a ganarse su cariño después de años de haberse perdido con un tipo más joven. Nada de eso le importó, porque lo único que Yoongi necesitaba era ver a Jimin y darle su versión de las cosas; la única y verdadera. Los primeros seis meses fueron un infierno para el joven de diecinueve años. Perdió ese año de universidad por estar sumido en una aguda depresión que no lo dejaba ni siquiera salir de la obscura habitación que se convirtió en su pequeño refugio. Sentía que todo a su alrededor seguía su curso menos su vida. Pero Jimin era su vida entera y en ese momento amargo lo confirmaba.
Para el siguiente ciclo universitario fue prácticamente obligado por sus padres para retomar su vida como siempre lo había planeado; cursando la carrera de turismo y negocios internacionales en aquella prestigiosa universidad para después levantar esa empresa que solo era visible en sus sueños.
Ahí entró Jung Hoseok a su vida, como un líquido curativo que le ayudó poco a poco a salir del bache en el que su vida estaba sumida, convirtiéndose en su mejor amigo rápidamente.
Así pasaron los meses, los años… y nunca encontró la paz. Siempre se reclamaba el haber fracasado en su búsqueda y también en su relación con Jimin, con ese chico que no merecía todo el dolor que él le había provocado.
Todo, por imbécil.
Y así se sentía diez años después mientras lo observaba tan cerca de aquel tipo alto y moreno, con ojos vivaces y aspecto relajado; un verdadero imbécil.
¿Era posible seguir perdidamente enamorado de alguien después de diez años de no saber nada de él?
¿Era posible despertar de nuevo esas sensaciones que creía muertas gracias a la ausencia de la única persona a quien creyó que solo podía amar?
¿Era posible tener de nuevo los labios de Jimin sobre los suyos?
O su cuerpo meciéndose encima, despertando el fuego extinto por tanto tiempo.
Yoongi sacudió su cabeza en un intento de recobrar la cordura. ¿Qué estaba mal con él? Evidentemente, todo. Desde sus sentimientos que en ese momento eran una revoltura del pasado y el presente, hasta su capacidad de raciocinio que cada vez era menos.
—Dame otro whisky —ordenó con voz dura, sintiendo todavía la amargura del último trago.
En ningún momento apartó la mirada de Jimin y ese tipo que ya le caía muy mal. No supo en qué momento llegó el tipo escandaloso que también había visto en la villa y a quien ya catalogaba como la aparente pareja de Jimin, porque lo único que captaba su atención, era la silueta del pelinaranja y su jodida cercanía con ese moreno.
Jimin no lo vio en ningún momento, o eso pareció, pero Min Yoongi no dejaría escapar ninguna oportunidad de hacer que el menor lo escuchara. Así que cuando vio que el cuerpo de Jimin se movía entre la gente con aparente dirección al baño, se levantó de dónde estaba y caminó de manera sigilosa entre las sombras sin ningún propósito definido.
O quizá si.
El pelinaranja entró al baño e hizo sus necesidades con calma, sintiéndose jodidamente nervioso porque sabía de la presencia todavía de Yoongi en el lugar. No quería escucharlo porque se conocía y estaba seguro que su debilidad por él podía salir a flote de nuevo.
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Después De Ti [Yoonmin]
FanfictionJimin huyó a la playa para alejarse del dolor de la traición. Diez años después el causante de su dolor aparece en la puerta de su casa de huéspedes. Diez años es mucho tiempo. ¿Que podría pasar? Octubre/2022