⏳ CINCUENTA ⏳

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Días Después.

—¿Yoongi? —el pelinegro abrió un ojo apenas asimilando que la voz que escuchaba por el teléfono era la de Jung Hoseok—. Yoongi, vamos despierta.

Cuando abrió los dos ojos soltó un suspiro. No supo en qué momento contestó el teléfono, solo actuó por instinto al escuchar el timbre debajo de su almohada.

—Si, Hoseok. ¿Qué pasa? —se sentó en la cama recargando su espalda en la cabecera, tallándose los ojos para despertar totalmente.

—Voy a pasar de largo el hecho de que pasa de medio día y aún estabas dormido porque lo que tengo que decirte es algo grave.

Cualquier rastro de sueño que Yoongi sentía se esfumó cuando su amigo terminó de hablar. Una sensación de incertidumbre se instaló en su cuerpo reemplazando a la pesadez en sus ojos.

—Habla, Hobi. ¿Qué pasa?

—Vi a Sooni ayer en el restaurante francés que abrieron cerca del casino, ¿lo recuerdas? Ese al que planeamos ir hace una semana.

—Aja, la viste, ¿Y qué con eso?

—La vi con ese tipo de la foto que me enviaste, ese que estaba en la villa de Jimin.

Maldito sea.

Y maldita ella también.

Él lo sabía. Conocía a Lee Sooni, para su mala suerte, más de lo que realmente le gustaría. Sabía de sus alcances.

—Esa maldita, Hoseok. Lo sabía, sabía que ella estaba detrás de todo esto. Ya no hay duda. Tengo que hacer algo. Debo buscar algo que la incrimine y meterla a…

—Cálmate, Yoongi. Si actuamos sin pensar podemos echar esto a perder. Cabeza fría, hermano. Recuerda que esa mujer no está en sus cabales y tiene el apoyo de su padre.

—¿Te vio?

—No. Me lleve Lily de ahí en cuanto los vi. Tenemos esa ventaja. Debemos aprovecharla.

Debían hacerlo. Yoongi lo sabía.

Cuatro Días Antes.

Yoongi llevaba pocos días dentro de ese cuarto de hotel. Había decidido quedarse en Busan hasta saber más sobre el siniestro sucedido en Villa Esmeralda. No estaba tranquilo, y sabía que estando en la capital tampoco iba a estarlo. Por eso estaba ahí, cerca de Jimin por cualquier cosa que pudiera ofrecerse.

—Bien, dime qué es eso que descubriste.

Kim Namjoon era un reconocido abogado. Era él quien velaba por los intereses de Yoongi desde un tiempo considerable. Era un hombre inteligente con conexiones importantes dentro del rubro. Sabía mover los hilos cuando era necesario. Por eso Yoongi había acudido a él.

—Mi contacto ya tiene el reporte de nuestra petición, Yoongi —el hombre deslizó un folder negro sobre la mesa del cuarto del lujoso hotel en el que Yoongi permanecía—. En el vas a encontrar la información recabada hasta el momento. Le pedí que mantuviera la investigación por si hay algún detalle del que no estamos enterados todavía.

Yoongi abrió la carpeta y encontró dos hojas con la información que necesitaba; quien estaba bajo la investigación a Jimin, su trayectoria como detective privado y además, una advertencia que decía que era un hombre, al parecer, de la entera confianza del padre de Sooni. Eso tenía todo el sentido del mundo. Él la estaba ayudando.

—Gracias, Nam. Todo esto es de mucha ayuda —cerró el folder dejando para después él observar las fotografías que venían al final—. Ahora necesito hablar con Jimin sobre esto y…

Después De Ti [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora