Era casi medio día y Jimin no había puesto un pie fuera de su hogar. Ni fuera de su recámara… ni siquiera había salido de la cama.
No estaba enfermo. Al menos no nada clínico que algún médico le pudiera diagnosticar. Su mal tenía nombre y apellido. Y unos ojos preciosos.
—Maldito idiota —se quejó casi con un lloriqueo infantil. Se talló la nariz y la risa de Taehyung por el teléfono le hizo casi sonreír—. No es gracioso —le reclamó—, no te burles de mi.
Tae no podía verlo, pero apostaba su cámara profesional a que en ese momento un puchero adorable decoraba el rostro enrojecido de su mejor amigo.
—Eres un cobarde —Jimin arrugó la frente y abrió la boca ofendido. Iba a replicar pero el timbre sonó.
—Alguien está molestando en mi puerta —se levantó de la cama con mucho pesar y arrastró los pies hasta pasar por la sala—. Aguarda, no cortes la llamada.
Abrió cuando escuchó un susurro de su amigo. En la puerta estaba Jeon Jungkook con algo en las manos, pudo verlo por el lente de su puerta.
—Es Jungkook —le informó a Taehyung. El otro solo sonrió, Jimin pudo oír la risa.
Cuando abrió la puerta Jungkook le ofreció la bolsa antes de decir hola siquiera. Jimin la tomó y se quedó viéndolo atentamente.
—Buenos días jefe, se que no has salido de aquí y vine a traer tu desayuno y preguntar si estás bien o necesitas algo.
La sonrisa juvenil y fresca de Jungkook era casi contagiosa. Lástima que Jimin se sentía tan… ¿cuál era el sentimiento? Ni él podía explicarlo. Solo sabía que era culpa de Min Yoongi.
—Estoy bien, Kook. Solo es un pequeño resfriado —mintió pero era justo y necesario después de haber llorado la noche anterior.
Cuando llegó después de haber visto a Yoongi se sintió tan frustrado que solo se tiró en su cama y lloró. Era ridículo y lo sabía. Se lo repitió toda la noche mientras se sonaba la nariz con papel higiénico, pero aún si era el más ridículo sobre la faz de la tierra, no le tomaba mucha importancia porque no podía dejar de sentirse así.
Solo…
Desorientado…
Ansioso…
Extrañando…
Extrañándolo…
A él…
A Yoongi.
—Se que te pasa algo —Jungkook lo observó con esos ojos vivaces—, y se que no quieres hablar de eso. No voy a presionarte, pero quiero que sepas que en mi tienes, no solo a un excelente y talentosisimo chef, sino también a un amigo que puede al menos escucharte si no tiene la experiencia para darte consejos.
Jimin sonrió y reaccionó cuando escuchó la voz de Taehyung por el teléfono.
—¡Deja de querer robarme mi puesto de mejor amigo, Jungkook traidor!
Los dos rieron cuando se dieron cuenta de la presencia virtual de Tae.
—¡El que se fue a la villa perdió su silla! —gritó Jungkook a modo de broma.
—Ya dejen de pelear —dijo un Jimin más animado. Entró a la casa seguido de Jungkook y puso la bolsa sobre la mesita de centro en su sala—. Voy a tomar el desayuno y te llamo más tarde, ¿está bien? —dijo para Tae.
—Después de las 8:00 soy todo tuyo, mi vida. Ahora te dejo porque toca la sesión de la pareja secundaria. ¡Te amo! ¡Jungkook, cuídalo o te robo tus cuchillos!
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Después De Ti [Yoonmin]
FanficJimin huyó a la playa para alejarse del dolor de la traición. Diez años después el causante de su dolor aparece en la puerta de su casa de huéspedes. Diez años es mucho tiempo. ¿Que podría pasar? Octubre/2022