⏳ VEINTICINCO ⏳

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Domingo por la noche y Yoongi quería tirar todo a la mierda, tomar el auto y pisar el acelerador a 200 para estrellarse contra el primer árbol que se cruzara en su camino.

Pasaron todo el día en las instalaciones revisando cosas sin sentido, según Yoongi. El no entendía porque demonios debía él estar ahí si para eso estaba Jackson Lane, que era un experto en decoraciones y toda esa mierda. El sabía mejor que hacer para sacarle provecho a cada rincón del enorme lugar.

—Ya me aburrí, Hoseok.

Jung Hoseok descansaba su rostro en una mesa. Tenía la boca un poco abierta y jodidamente dormido. Yoongi le dio una cachetada cuando lo escuchó roncar.

—¡Qué! ¡Qué! —El pelinegro rio de la reacción de su mejor amigo. Parecía abrumado y asustado por la repentina forma de despertar. Era gracioso.

—Estás dormido, Hoseok.

Medio abriendo un ojo, Hoseok pudo observar a su alrededor. El local era grande, muy grande. Al fondo había un espacio que perfectamente podía ser utilizado para las maquinas y el área antes, como el restaurant. Algo que no quedaba a discusión era el gran talento de Sooni para los negocios. Tenía visión y el dinero.

—¿Ya casi nos vamos?

—Ni siquiera debimos haber venido —respondió Yoongi. En todo ese tiempo solo se habían dedicado a observar a Sooni y sus colaboradores andando de aquí para allá midiendo zonas, eligiendo colores, muebles, mesas, sillas y toda esa mierda que lleva un casino-restaurant—. Tengo hambre, ¿nos vamos a comer algo por ahí?

—Min, Jung, ¿qué opinan de este tono? —Sooni les mostró una paleta cuadrada con muchos tonos de pintura. Señalaba una color perla y Yoongi rodó los ojos—. Me gusta este, ¿Qué opinan ustedes?

—Elige el que quieras, me da igual.

Lee Sooni bufó ante el comentario poco interesado de su socio, era un desperdicio querer integrarlos a la planeación del lugar pero aún así quería que se inmiscuyeran en las decisiones.

—Estamos juntos en esto, Yoongi. Quieras o no, debemos tomar las decisiones juntos. No quiero que después vengas y me reclames porque algún detalle no te parece.

—Eso no va a pasar siempre y cuando reciba mi parte del éxito del negocio —concluyó el pelinegro—. Además, para el diseño tienes a tus subordinados, ¿no? Que desquiten el sueldo.

Si Sooni pensaba que con tener a Yoongi de socio tendría el camino fácil para lograr mantenerlo cerca, estaba jodidamente equivocada, y estaba dándose cuenta de ello.

—Siempre vas a ser así de insoportable, ¿cierto? —Yoongi asintió sin el remordimiento de hacerla sentir mal. Si estaba ahí siendo su socio era únicamente porque estaba obligado a hacerlo.

—No somos amigos, Sooni. No pretendas que llevemos una relación amistosa.

El ambiente estaba tenso también para los otros dos colaboradores que sin querer, estaban oyendo la conversación. No es que Yoongi se cuidara para decirle a Lee Sooni sus verdades, claro que no. Lo que menos le interesaba en ese momento era guardar apariencias. Ellos no se llevaban bien y estaban juntos solo por el contrato y ya, era todo.

—Muy bien —habló Hoseok. Se levantó y estiró su cuerpo que ya sentía el cansancio de estar dormido chueco sobre la pequeña mesa—, si ya no somos requeridos aquí, nos vamos. Andando Yoongi, tengo hambre, llévame a comer.

Cuando el castaño empezó a caminar Yoongi le siguió. Estaría eternamente agradecido de que siempre, en cualquier situación, él lo sacaba de las garras de Sooni. Sabia que lo hacía para evitarle altercados y eso era doblemente bueno.

Después De Ti [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora