⏳CUARENTA Y TRES ⏳

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Al día siguiente Min Yoongi estaba despierto mientras observaba con disgusto su zapato al otro lado de la habitación. Era muy, muy temprano como para estar despierto, pero si no lo hacía, podía perder el avión. Ese era un lujo que no podía permitirse.

Mientras observaba el zapato su mente trajo a sus recuerdos la noche anterior cuando el amigo de Jimin se quedó ahí, de pie en medio de la avenida viendo como Jimin de repente se montaba en su camioneta y se iba sin dar explicaciones.

—¿Qué fue eso? —había preguntado Yoongi cuando vio la camioneta perderse, pero Taehyung no respondió de inmediato, sino que se quedó murmurando algo que Yoongi no entendió.

Pasó un rato observándolo sin saber que decir realmente, hasta que reaccionó y volteó a verlo.

—¿Sabes que? —le dijo por fin. Esperó entender de una vez que se traían esos dos, pero quedó peor—, todo esto es culpa tuya.

Yoongi no atinó a decir nada; guardó silencio y esperó a que dijera algo más, pero no sucedió.

—¿A dónde vas? ¡Espera!

El chico se alejó caminando con molestia mientras recitaba quien sabe que cosa, Yoongi solo pudo entender que estaba auto-insultándose por ser tan entrometido.

Después de eso, Yoongi regresó a la habitación de su hotel y trató de dormir. Duró para dormir quizá mucho más tiempo de lo que le habría gustado. Esa era la razón de las nubes negras bajo sus ojos.

—¿Estás listo? —la voz de Hoseok detrás de la puerta logró sacarlo del trance—. Voy a pasar, ¿si?

No respondió nada. No era necesario. Cuando alzó la vista, Hoseok se encontraba ya en la puerta de su cuarto con la mano en la cintura y mirada acusatoria.

—¿Aún no estás listo? —le preguntó con todo recriminatorio—, nos va a dejar el avión.

—Ya voy —Yoongi bostezó y se encaminó hasta aquel zapato rebelde para ponérselo de una vez por todas y poder pescar el café que tanto necesitaba.

Cuando los dos salieron del cuarto de hotel con maletas y café en mano ya pasaban de las 6:00 AM. En el lobby se encontraron con Ji-Sun cargando a la pequeña Young-Mi aún dormida y la niñera cargando una pequeña mochila de la pequeña.

—¿Pasaron buena noche? —cuestionó Ji-Sun. El cuerpecito de la pequeña se removió inquieto y ella optó por sentarse en una de las sillas de la sala de espera, dónde todos estaban de pie tratando de no sucumbir ante el sueño.

—Daria lo que fuera por estar como Young-Mi en estos momentos —declaró Hoseok con una mueca adormilada—. Cárgame, Yoongi —extendió los brazos abiertos hacia el pelinegro.

—Ni en mil vidas —le respondió Yoongi. Lo tomó por los hombros para girar su cuerpo de espaldas a él—. Mira a tu alrededor y te darás cuenta de que hay mucho dónde poner tu perezoso trasero para dormir.

—Que aguafiestas.

Los tres rieron cuando Hoseok caminó hacia la silla al lado de Ji-Sun y se tiró en ella de forma perezosa. Al parecer nadie había pasado una buena noche a excepción de Ji-Sun, Young-Mi y la niñera; Yoongi por su situación y Hoseok por sufrir los embates del embarazo de Lily con náuseas nocturnas.

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Después De Ti [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora