Después De Ti [Yoonmin]

⏳ CUARENTA ⏳

La mente de Jimin trabajaba tan rápido que era casi experto en crearse escenarios y posibilidades en su cabeza en cuestión de segundos. Al ver a la pequeña niña correr encantada a los brazos de Yoongi, su cerebro trabajó al doble.

—¡Bestiaaaaa! —los brazos de Yoongi rodearon a la pequeña alzándola en brazos mientras la niña se aferraba en un amoroso abrazo con risas incluidas—. ¿Qué haces aquí? —le preguntó el pelinegro y la niña se separó un poco para verlo a los ojos aún sonriente y feliz de verlo—. Si sabes que este no es un lugar para una bestia pequeña como tú, ¿cierto?

—Mi mami me lo dijo pero le dije que quería verte, pa —la pequeña pellizcó la mejilla de Yoongi y Jimin se sintió conmovido por la escena. No pasó de largo cuando le llamo “pa”, pero prefirió ignorar el hecho de que por dentro estaba vuelto loco.

—Ahí viene tu madre y va a regañarte por desobediente —rio cuando sintió los pequeños brazos rodearlo de forma imprevista, escondiendo el rostro de la mirada acusadora de su madre.

Con Yoongi dándole la espalda, el rostro de la niña recayó en el suyo. Le sonrió y Jimin hizo lo mismo cuando ella musitó un hola en silencio. Se apretó a Yoongi y cerró los ojos cuando escuchó la voz de su madre.

—¡Sung Young-Mi!

La voz de la mujer hizo a Jimin enfocar su vista en ella; era delgada, de lindo cabello y con un rostro tan bonito que apostaba lo que sea a qué sin una sola gota de maquillaje seguía siendo hermosa. La vio agacharse cuando Yoongi dejó a la niña en el piso, parecía molesta pero más preocupada que otra cosa.

—¿Me perdonas, mamá? Es que lo extrañé mucho y no me pude contener al verlo aquí solito.

La mujer suspiró y se abrazó a su hija con la mirada de Yoongi encima. Jimin veía todo cuidadosamente, sacando conclusiones y sintiéndose conmovido con la forma de actuar de la pequeña que parecía querer muchísimo a Yoongi, como si fuera su padre.

Yoongi siendo padre.

Los nombres eran tan parecidos que Jimin juraba que esa niña era su hija. Un pequeño malestar en su corazón le hizo darse cuenta de que ya era tarde.

—Tienes que obedecerme, cariño —dijo la mujer. La niña asintió con la vista en el piso, pero se giró cuando sintió a Yoongi agacharse a su lado para abrazarlo de nuevo.

—Que bueno que pude verte, pa. Te extrañé, lo sabes ¿verdad?

—Claro que si, mi vida, de la misma forma en que lo hice yo —le consoló Yoongi. Había en su voz una ternura que Jimin no había podido presenciar nunca.

—Que bueno que pudiste venir —dijo Yoongi levantándose. Se acercó a abrazar a la mujer y ella correspondió con una enorme sonrisa.

—No podía perderme este gran logro —admiró el lugar por todos lados—. Es realmente impresionante, los felicito en verdad, está todo hermoso.

—Hola, ya estoy aquí.

Jimin pudo reconocer a la chica que recién llegaba. Era la misma que había estado con Yoongi y Hoseok en la villa. Se veía hermosa en ese vestido oscuro y muy sonriente al lado de un joven apuesto que llevaba una corbata del mismo tono de su vestido.

Yoongi estaba completamente hundido en la conversación con aquella mujer y su hija y de algún modo se sintió fuera de lugar. ¿Realmente esperaba tener un momento para hacerle algunas preguntas? ¿Era ese un lugar adecuado para sacar ese tema? Lo estaba dudando en ese momento al ver toda la escena. Yoongi parecía estar feliz con todos ellos a su alrededor, no se sentía capaz de ir y arruinarle el momento con una plática que quizá para él ya no tenía sentido ni quería tener.