⏳ TREINTA Y UNO⏳

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Yoongi, Hoseok y Lina disfrutaban del viaje sintiéndose más ligeros al no tener la pesada mirada de Lee Sooni encima. Era una mujer dura de carácter y no se molestaba en esconderlo. Lina creía que estar al frente del casino-restaurant sería más difícil de lo pensado con ella rodando por ahí.

—Que mujer tan pesada —un bufido salió de la boca de Hoseok. Estaba diciendo lo que los dos restantes a bordo del auto rentado pensaban pero no decían—. Ya quiero regresar a casa a que mi Lily me haga piojito —otro bufido inconforme salió de sus labios cuando dejó caer su cabeza sobre el respaldo del asiento del auto.

—No llevas ni media hora aquí —se burló Yoongi—. Tendrás que aprender a hacer como que no existe, a mi me funciona.

—No entiendo cómo la han soportado —habló Lina esa vez. Apenas la conocía y ya le caía mal. Arrugó su frente cuando cayó en cuenta de que ni siquiera se habían presentado de forma decente.

—Es una bruja —concluyó Jung—. Es enemiga pero estamos atados a ella por un contrato, así que no queda mucho que hacer al respecto.

—¿Cómo terminaron amarrados a ella si les cae tan mal?

Yoongi suspiró y Hoseok sonrió atento. Iba a contarle la historia y haría de esos 20 minutos hasta el hotel algo más entretenido. Hablar mal de la bruja le era muy complaciente a veces.

Contó solo lo que creía oportuno decir. En sus manos no estaba el revelar porqué ese odio desmedido hacia ella, que no era tanto así como odiarla, más bien simplemente no soportaba tener cerca su presencia tan irritante. Y Yoongi estaba en las mismas. Lina escuchó atenta el relato donde Jung contaba lo obsesionada que esa mujer estaba con su amigo, se notó sorprendida pues no esperaba que ese fuera el motivo.

—Yoongi es muy guapo, por supuesto —aseguró Hoseok—, cualquiera querría estar con ésta cara bonita —Yoongi sonrió cuando el otro apuntó hacia él—, pero ella sobrepasa todos los límites.

—Ponle una orden de restricción —recomendó la chica en medio de risas divertidas.

—¡Eso debería hacer! —dijo Jung Hoseok como si Lina acabara de descubrir un nuevo planeta habitable—. Esa es la solución, amigo —le palmeó el hombro—, hazlo de una buena vez.

Entre risas llegaron frente a una puerta. Yoongi detuvo el auto frente a la fachada celeste de una bonita casa que lucía hogareña con sus enredaderas y plantas florales en la parte frontal. El paisaje colorido le hizo sonreír, saliendo de su ensoñación al escuchar la puerta del auto ser abierta.

—Gracias por traerme —agradeció regalándole una sonrisa a Yoongi y Hoseok, este último mirándola con confusión.

—¿No vas a quedarte en el hotel?

—Esta es la casa de mi tía favorita —reveló sonriente—. En cuanto supo que venía por cuestiones de trabajo me dijo que debía quedarme con ella. Hace un pastel de queso delicioso, no puedo decir que no.

La sonrisa de Lina consiguió contagiar a Hoseok, sufriendo repentinamente una clase de antojo desmedido por ese pastel de queso. La chica se alejó después de ver salir a su tía y escucharla gritar emocionada al verla con la pequeña maleta.

—Estaba preocupado por no haber reservado una habitación para Lina —aceptó Hobi.

—No sabías que venía, no te preocupes.

—¿Tu crees que la bruja se niegue a que ella se quede a cargo del casino? —era un tema que le venía retumbando en la cabeza. Sooni era mala, él lo sabía.

Y Yoongi también.

—No lo sé, pero si lo hace me largo del proyecto —aseguró con decisión—. Tenemos un trato; ella pone el capital y las ideas y yo veo por el manejo del lugar. Es un trato justo teniendo en cuenta que logró su objetivo a base de evasiones.

Después De Ti [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora