Laura

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Elijah

No se está mujer en que vive pensando.

-Jamas me arrepentiré Laura..eres mi punto débil-le aseguró en voz baja- Y no sabes lo aterrador y emocionante que es eso.-digo y es la absoluta verdad

-Me quieres?-.

-No-la mire, entre habrio los labios sorprendida, pero me adelante y le dediqué una pequeña sonrisa-Te amo-Ella sonríe, la toma de la cintura y junto nuestros labios.

-Me caes pésimo-sonrie mirándome

-Perfecto, jamas intente caerte bien-sonrio de vuelta

-Eres un odioso de mierda.

-Y tu eres una ególatra insoportable.

-Te mueres por mi cierto?-maldita mujer perfecta.

-como no tienes ni jodida idea-La tomó de las mejillas y esta vez la beso como si no hubiera un mañana.

-Maldito pervertido-murmuro

-Esto es puro oro-rio señalando mi creciente erecto amigo.




Después de una buena pasada con la mujer que amo, Tenerla a mi lado es como tener una droga.

-Lau...-Mierda estoy muy seguro de lo que voy a decir.

-Si?-dice sin mirarme

-Sabes...la perfección física si existe y se llama Laura Clarke-esta reboza una sonrisa acariciando mi abdomen-Tienes el poder de llenarme cada vez que sonríes, y eso dice mucho más sobre tu risa que sobre mi vacío.-Esta sonríe de nuevo dando un pequeño beso en los labios.

-Laura-le llamó respiro dos veces antes de hacer la pregunta que me esta matando.

-Dime?-me mira nuevamente

-Laura..Cásate conmigo...-está se levanta de golpe y me mira.

-Hablas Enserio?-me mira acercándose a mi

_Si.. Lo imaginé y, desde entonces, no he podido sacármelo de la cabeza porque sí, me gustaria casarme contigo ya que, si no es contigo no será con nadie, porque te tengo tan metida bajo mi piel, que no puedo imaginar mi vida sin ti a mi lado.-esta mujer es la única que me pone así.

-Mierda...Si..Si si me caso contigo-eso bastó para unirnos en un beso.

-.."Mi mujer solamente MIA"-Laura sonrie contra mis labios.

Subo mis manos por sus caderas, en dirección a su cintura, con lentitud pero firmeza. Y, como les había comentado, mis manos pueden seguir la forma de su cuerpo perfectamente.

Puedo amoldarme a su gusto, incluso si es la segunda vez que la acaricio así. Mi cabeza recuerda cada curva de su cuerpo, cuando vienen y cuando van.

Podría hacerlo con los ojos cerrados y saber exactamente dónde estoy detenido.

Sé todo. La ubicación de sus lunares, dónde tocar para que se le erice la piel, dónde acariciar para que me pida más.

Sé que tengo que empezar despacio e ir subiendo el ritmo poco a poco porque le gusta el suspenso, llenarse de ganas antes de explotar.

Sé que en el brazo izquierdo, poco debajo del codo tiene una pequeña cicatriz por haberse trepado a un árbol cuando era chica. Sé que le gusta que la apriete contra mi cuerpo para sentir mi calor.

Todo, Sé todo lo que la conforma y lo que le gusta, porque tomé su anatomía como materia de estudio, porque soñé con ella tantas veces que hasta perdíla cuenta.

Porque amo todo lo que la conforma... Y estoy seguro de que ella también sabe todo de mí, porque nadie jamás pudo o podrá hacerme sentir lo mismo.

LA VIDA SIGUE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora