Capítulo #2

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(Frontera entre Turquía y Grecia, 2017)

Habían pasado unos cuantos años, ya los caballeros habían crecido y formado su propia familia, y algunos habían entrenado a sus propios hijos en el arte del cosmos.

Heros, ex santo de Piscis y actual dios Guerrero de Megrez, caminaba por un desierto junto a tres niños, Kōga (Kouga) su sobrino mayor, Amour, –su hija– y Raion –Su sobrino e hijo adoptivo.

Los cuatro caminaban por ese desierto para llegar a la frontera entre Turquía y Grecia, ya que era necesario para ellos huir de un ejército, y refugiarse en el Santuario era la mejor idea.

—Heros: Kōga, ¿Cómo se encuentra tu hermana? Hace rato no ha dicho nada—Preguntó arrullando a Raion, un bebé de tan sólo un año.

—Kōga: Descuida, ella se durmió sobre Diable—Diable era el lobo nórdico turquesa con la marca de un sol en la frente que la madre de los tres niños adoptó en un viaje a Asgard, él animal era muy unido a Kōga y parecía ser el único amigo de el chico—Yo la despertaré cuando pasemos la frontera—Acomodó el pañuelo que llevaba sobre su cabeza para cubrirse del horrible sol del medio día.

—Heros: ¿Y Diable cómo está?

—Kōga: Con calor, pero el es fuerte y quiere llegar al santuario—Dijo mientras acariciaba la cabeza de su mascota.

—Heros: El no está acostumbrado a temperaturas tan altas.

—Kōga: Tio dita ¿Te puedo hacer una pregunta?—El dios guerrero le asintió con la cabeza—¿Cómo es el santuario? Es que tengo miedo de que sea un lugar tan malo como lo dicen mis tíos. 

—Heros: El santuario nos trató horrible, pero fue nuestro hogar por tanto tiempo, da cierta nostalgia volver a este lugar... —Con una sonrisa un poco agría dejo caer una lágrima, que rápidamente seco con el dorso de su mamo.

—Kōga: ¿Y cómo era papá?—Preguntó, Heros se congeló sin saber bien que responderle—Sé que tía dice cosas horribles como que es embustero, y un desagraciado, pero mamá jamás me habló de él ¿Cómo era?

—Heros: El aún sigue con vida, Kōga.

—Kōga: ¿Y puedo conocerlo?—Preguntó con un poco de ilusión en sus ojos, y con una diminuta sonrisa.

—Heros: —En silencio se volteo, y se inclinó hacia Kōga—Tú padre es un desgraciado que ha realizado muchos crímenes, que varios no puedo contar, los cuáles Atena siempre le perdona. Tú tía te lo dice porque sabe como es, ella lo conoce desde siempre y sabe lo horroso que es como persona.

—Kōga: mamá no-

—Heros: Tu mamá fue muy considerada al no decirte nada de él—Acomodó al bebé en sus brazos antes de que se fuera a caer—Y escuchame bien, Kōga Misumi Kido, el busca matarte a ti, y a todos sus hijos, como te acerques a el te juró que te voy a dejar morir ¿Entendiste?—Kōga asintió con miedo—Quedas advertido—Molestó volvió a caminar  hacía donde buscaban llegar.

—Kōga: Está bien—Tragó en seco, le preguntaría luego a sus primos si su padre era como en verdad era tan horrible.

Pronto llegaron a su nueva casa en el santuario, Kōga aprovechó cuando Heros se fue a dormir para saber si su padre era el monstruo del que sus tíos le hablaban.

Continuará...

Saint Seiya: El Sacrificio de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora