El par de esposos hablaban en casa de Sagitario, el marido se encontraba ese día preocupado, la bebé estaba especialmente sensible ese día.
—Shaina: Yūna de bebé no lloraba tanto—Se agarró la cabeza—¿Ya la revisaste?
—Seiya: No por ser menor que tú no sé dé bebés—La mecía buscando que parará—Ya comió, le revise el pañal, la bañe y demás.
—Shaina: Tal vez solo quiera cariño, no lo sé—Seiya se sentó en la mesa con la bebé en brazos—O extrañe a sus padres.
—Seiya: ¿Rin no ha encontrado nada sobre su familia?—Shaina negó con la cabeza—No puede ser tan imposible encontrar a dos personas.
—Shaina: Dímelo tú, pasaste media vida buscando a Seika, y estás usando la otra mitad buscando a tu maestra—Tomo la jarra de café para servirse una taza—Tal vez estén muertos como te dijo esa señora con nombre de muñeca.
—Seiya: Sabes cómo soy, no me rindo con facilidad. Tampoco he vivido mucho, me falta calle por recorrer.
—Shaina: ¿Crees que puedes buscar a tres personas al mismo tiempo?—Le sirvió una taza también a él—No quiero que te agotes, mejor pídele a Saya que los busque con la fundación de los Kido.
—Seiya: Saya no me soporta, no es una opción—Puso los ojos en blanco al pensar en ella—Y la fundación Guraad jamás encontró a Seika, fuiste tú. —Shaina: A ver—Se sentó frente a él y le tomo la mano—Toda tu vida has estado buscando, ¿No te cansas, Seiya?
—Seiya: No, aún no—Acurrucó a la bebé que seguía llorando—No me quiero rendir aún, no soy así.
—Shaina: Dejaré que Rin busque a la familia de Seira entonces—Tomo un sorbo de café—Por los momentos debemos averiguar por qué está llorando.
—Seiya: Tal vez solo quiera que la apapachen—Le sobó la espalda-—Si sigue llorando mejor la llevamos a urgencias.
—Shaina: Bueno, tampoco tenemos mucha experiencia en bebés.
—Shaina: Tal vez Ada sepa algo de bebés, aunque tendría que subir a piscis para preguntarle—Miró hacia la pared—Tal vez estamos sobreactuando.
—Seiya: Puede ser—Miro la cara tan triste de la bebé—Pero yo sé qué se le pasará—Colocó a la bebé frente a su rostro—Seira, sé que eres una niña fuerte que puede con todo—Le acarició la mejilla a la bebé con una sonrisa. La bebé pareció calmar un poco su llanto, lo que subió el estado de ánimo de la pareja.
Seiya decidió ir a pasear a la niña por el santuario un rato.—Seiya: Me alegro que hayas dejado de llorar—Acomodó a la bebé en sus brazos—Extrañas mucho a tus papás ¿Verdad?—Se sentó al borde de un risco, había una hermosa vista—Te prometo que los vamos a encontrar, pequeña.
«Aunque no me importaría que te quedaras con nosotros»
Estaba bastante cómodo cuidándola, estar cerca de la bebé le había subido el ánimo, a pesar de que le preocupaba la idea de que hubiera dos muertos por ahí, no le molestaba adoptarla como su hija. Después de todo, todos los niños en el santuario eran huérfanos.
—¡Hey! ¿Por qué esa cara larga, Seiya?—Se sentó a su lado—No te veía tan depresivo desde lo de la batalla de Hades.
—Seiya: No estoy depresivo, Asterion—Corrigió con una risa—Estoy pensando nada más.
—Asterion: ¿Y en qué piensas?
—Seiya: En las leyes del santuario—El gesto de confusión de su compañero lo inspiró a desglosar el tema—No sé por qué Saori no abolió la ley de las máscaras.
—Asterion: Tampoco quitó otras prohibiciones—Señaló—Por ejemplo, lo que nosotros llamamos “matrimonios” no valen a ojos de Atena ni el resto del mundo, pero lo permite por debajo de la mesa.
—Seiya: ¿“Por debajo de la mesa”? —Asterion: Al ser acogidos desde bebés por uno o dos caballeros, estarán motivados en futuro para defender su hogar, el santuario, y su “familia”—Seiya jamás había caído en cuenta—Eso sirve bastante bien, y da una solución a un problema ya existente en el santuario.
—Seiya: ¿Problema?
—Asterion: Cuando Mikia gobernaba con el santuario, había una sobrepoblación de santos. Y para evitar cualquier amorío que terminará en alguna “bendición”—Hizo comillas en el aire—Todas las Amazonas y Saintias debían ser, además de vírgenes, infértiles.
—Seiya: Había más amoríos que caballeros consagrados, que yo recuerde—Se rascó la nuca—Pues nuestro deber es luchar por Atena, el patriarca pensaría que el tener hijos propios nos desviaría.
—Asterion: No le pido muchas cosas a Saori, podríamos estar a cargo de alguien mucho peor—Se acostó en el suelo.
—Seiya: En estos momentos está rastreando las estupideces que hacen Thanatos e Hypnos.
—Asterion: ¿No los habían sellado? —Seiya: Si los hubieran sellado no estarían jodiendo tanto—Se quejó—Hades ya no puede entrar en el cuerpo de Syun, ya no hay un cuerpo con un alma necesaria para recibirlo.
—Asterion: Si Hades rompió su trato con Atena, es probable que use su forma mitológica.
—Seiya: No ha dado pistas de nada, solo hemos conseguido cosas de los hijos de Nix.
—Asterion: Nadie sabe si en una próxima guerra la balanza se inclina a favor de ellos—Ilustró la frase con un gesto—Tal vez estemos más jodidos de lo que parece.
Continuará...
ESTÁS LEYENDO
Saint Seiya: El Sacrificio de los Dioses
FanfictionEn un universo alternativo, la guerra Santa de Hades contra Atenea servía como una forma de saber cuál dios era más apto para proteger a la tierra... Pero por planes de otros dioses Hades ha reencarnado antes de tiempo en el recién nacido de Marilly...