Capítulo #14

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Kōga se despertó temprano, como siempre, Heros había salido temprano al trabajo.

El chico empezó su día con normalidad, haciendo el desayuno, acomodando el living y la cocina, y por último levantando a sus hermanos.


—Amour: ¿Qué haremos hoy?—Dijo mientras desayunaban.

—Kōga: Bueno, tal vez podamos ir a ver a la abuela.

—Amour: ¿Quieres visitar a la abuela, Raion?

—Raion: ¡Rawr!—Levantó las manos.

—Kōga: Estoy seguro de que eso es un sí.

—Amour: ¿Papá ya salió?

—Kōga: Si, salió más temprano hoy, tal vez tenga algo pendiente en el trabajo.


Los tres se prepararon para salir, sin embargo cuando iban saliendo vieron a tres chicos tirados en las rosas.

Kōga no iba a dejarlos ahí, por los que los llevo adentro de la casa, tenía ciertos conocimientos médicos por su madre, por lo que no le fue difícil identificar y limpiar las heridas de los chicos.



—Amour: Se ven raros.

—Kōga: Están bajo los efectos de las rosas, es normal que se vean pálidos.

—Amour: Pop—Pico la mejilla de uno de ellos.

—¡Ah!—Gritó por el susto—¡¿Qué pasa?! ¡¿Qué es esto?!

—Kōga: Oh, ya despertaste—Se acercó al sofá—Permíteme revisar tus signos vitales—Extendió la mano hacía el desconocido.

—¿Quién eres tú?—Apartó su mano—¿Dónde estamos?

—Kōga: Pues están en mi casa—Respondió—Y yo soy Kōga, Kōga Misumi ¿Y tú eres?

—¿Misumi?—Preguntó al reconocer el apellido—¿Como "Edén Misumi"?

—Kōga: Ujum, él es mi primo.

—¿Tu primo?

—Kōga: Su mamá y mi papá son hermanos—Tomo el brazo para revisarlo—¿Tú como te llamas?

—Haruto, soy Haruto de Lobo—Se aclaró la garganta—Soy la pareja de Edén.

—Kōga: ¿Eres el novio de mi primo? Pero eres un caballero.

—Haruto: ¿Y eso qué tiene? Edén también es un caballero.

—Kōga: Nada—Sacude la cabeza—Solo me sorprende que él sea pareja de un caballero del zodiaco.

—Haruto: ¿Y cómo siendo el novio de Edén yo no sabía nada de ti?

—Kōga: Él prefiere mantener su vida de caballero separada de su vida "normal".

—Haruto: De eso ya me he dado cuenta, pero tú vives en el santuario, por lo que no hay excusa para no decirme.

—Kōga: Si la hay.

—Haruto: ¿Y cuál es?

—Kōga: Se supone que yo no existo para el santuario—Usó su cosmos para curar una de las heridas de Haruto.

—Haruto: ¿Cómo hiciste eso?—Se miró en busca de la herida—Cuanto cosmos...

—Kōga: Solo lo hice, es normal.

—Haruto: Lo "normal" no es tener tanto cosmos, al menos no para alguien tan joven como tú.

—Kōga: No soy un niño, soy un caballero entrenado y perfectamente capaz, como tú.

Saint Seiya: El Sacrificio de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora