Capítulo #16

25 1 0
                                    

El verano estaba culminando, al menos para el resto del mundo, lo que significa que todos regresan a sus trabajos y a las escuelas.

—Edén: ¡Engendro! Ya llegué, hora de ir a casa—Buscó con la mirada, sin encontrarla, bufo enojado al dsrse cuenta donde era que estaba—¡Escuchen! ¡Gente sin papá! ¡Bajen de ese árbol!

—Lucy: Le quitas lo divertido a la vida—Se baja de un salto—Ese colegio militar te quitó el sentido del humor—Ayudó a la niña a bajarse del árbol.

—Edén: No es militar, es de caballeros.

—Amelia: ¿Cuál es la diferencia?

—Anthony: ¿Qué no es obvio? Es el doble de gay que un colegio militar.

—Pan: ¿Cómo que gay?

—Oliver: Pues que abundan los rifles.

—Pow: No son rifles, son espadas.

—Edén: No le den mal ejemplo a Rosa, ya suficiente tiene con quedarse con ustedes al salir de clase—Rosa le jalaba el brazo—¿Qué pasó?

—Rosa: Quiero helado.

—Lucy: Queremos un helado, pequeña—La despeina—Así que ponle cara de perro regañado a tu amargado hermano para que te dé permiso.

—Edén: Sí que eres una bruja.

—Lucy: Vamos, no me digas que tú no extrañas comerte un helado con nosotros después clase.

—Edén: Sí, pero...

—Pow: ¡Está decidido! ¡Vamos por un helado! De seguro lo conseguimos barato.

—William: Ya hablo la pirómana, así que caminando que no tenemos todo el día.

—Edén: ¿Qué te hace pensar que será barato, loca?

—Pow: Somos ocho, de los cuales algunos podemos pagar un dólar, ocho helados por cuatro dólares.

—Lucy: Y si no, bueno, te vendemos a cambio del helado.

—Edén: ¿Y por qué a mí?

—Lucy: Porque tú eres el que esta de tiquismiquis.

—Amelia: No sé, no creo que paguen mucho por ti.

—Edén: ¿Tan poquito valgo?

—Anthony: Es que eres gay.

—Oliver: Y encima mágico.

—Pow: Ya es cliché.

—Edén: Je, miren quienes hablan, el promiscuo, el fife y la Harley Quinn.

—Lucy: ¿Y como hay que llamarte a ti entonces? Digo, si vamos a usar apodos creo que lo justo es que todos formemos parte del juego.

—Edén: Como digas, bruja—Le da un codazo.

—Rosa: Vamos.

—Edén: Mm, de acuerdo, pequeña, te cumpliré tu capricho si te portas bien.

Por la mayoría del camino Edén estaba mirando a la nada, dejándose guiar por la banda de anormales que tenía de amigos, y esto no fue ignorado por Lucy, la mejor amiga de Edén.

—Lucy: Oye, deja de pensar en culebras y pájaros preñados—Chasquea los dedos—Esos locos te carcomen la cabeza.

—Edén: No digas tonterías, ni me relaciono con ellos.

—Pow: Lo dice el que tiene un novio con poderes.

—Edén: El tenerlo no implica que me relacione con los demás, digo, tú tienes papá, pero te relacionas con esta banda de huérfanos.

Saint Seiya: El Sacrificio de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora