Saori se retiró del balcón en completo silencio, tambaleándose un poco y sintiendo como se le hacía más difícil caminar, como si se le estuviera cayendo el corazón a cada paso.
No sabía a donde estaba yendo, solo quería estar sola, lejos de todas las doncellas y los guardias; lejos de todo lo divino y místico.
Se había adentrado en un bosque del santuario, aunque fuera grande el recinto no contaba con mucha vegetación, la mayoría era desértico, y la poca que había estaba escondida de la vista de los demás.
Vagó entre los árboles, sintiendo la fría brisa nocturna mover su vestido y sus cabellos, llevándose sus lágrimas consigo, pero no parecía ser suficiente, aún se sentía fatal.
—Saori: ¿Por qué?—Se miró las manos—¿Por qué no pude ser una humana? ¿Por que debo ser Atena? ¿Que hice para merecer esto?
Se arrodilló en el piso, ya no se sentía capaz de caminar, quería llorar hasta secarse y hubiera sido así de no ser porque sintió como alguien cubría su espalda con una chaqueta.
—No debería estar aquí, señorita—Dijo una voz amable y calmada, Saori se giro a verlo—Es peligroso el santuario a estas horas.
—Saori: —Las lágrimas no le permitían ver bien, pero al poder distinguir, se abrazo al pecho del hombre—¡Aioros!
—No, Aioros no—Le sobo el cabello—Ryuji.
—Saori: ¿Ryuji?—Alzó la mirada, encontrándose que el hombre que estaba abrazando no era Aioros, pero sí alguien parecido.
—Ryuji: Sí, veo que ya conoce a mi padre, Aioros.
—Saori: Eres uno de los chicos que vivian con Seiya mientras entrenaba.
—Ryuji: Sí, adivinó, ja, ja. Y dime, ¿Qué hace una mujer tan sola a esta hora de la noche?
—Saori: Quería estar a solas.
—Ryuji: ¿No sabes que este sitio es muy peligroso para que los humanos estén aquí?—Saori arqueó las cejas.
—Saori: ¿No sabes quién soy?
—Ryuji: No debo saber quién es usted para saber que estás en peligro, a merced de la noche—Le acomoda la chaqueta para cubrirle—Y tu no sabes quién soy yo, estamos a mano.
—Saori: ¿De verdad? ¿No estás viendo que es lo que soy?
—Ryuji: No, ¿Eso importa?—Le tomó la mano—Me importa más saber por qué estabas llorando, si es que quieres contarme.
—Saori: Es por mis hermanos—Titubeo—Ellos me han abandonado, me dejaron sola—Su voz se quebraba por el dolor de las lágrimas que contenía.
—Ryuji: Está bien—Abrazó a Saori de manera más cercana, apoyando la frente de ella contra su hombro—Solo llora, si eso es lo que quieres.
ESTÁS LEYENDO
Saint Seiya: El Sacrificio de los Dioses
FanfictionEn un universo alternativo, la guerra Santa de Hades contra Atenea servía como una forma de saber cuál dios era más apto para proteger a la tierra... Pero por planes de otros dioses Hades ha reencarnado antes de tiempo en el recién nacido de Marilly...