Capítulo #5

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Los tres caballeros, luego de tan estresante reunión con su diosa, fueron a casa de Heros, pasar a visitarlo, tal vez los calmaría un poco.

—Ryuga: Aún no puedo creer que hayas aceptado, Syun—Llevaba quejándose todo el camino.

—Syun: Si los dioses te bendicen no lo has de rechazar.

—Heros: ¿Qué paso? Se ven horribles—Con cero sutileza los invito a sentarse en la sala con él.

—Ellen: Se ven peor que horribles—Syun se volteó, regañando con la mirada al fénix—Mentira no es.

—Syun: No estoy de humor para hablar en español contigo—Se tiró en el sofá.

—Ellen: Se nota—Sarcástico volteó la mirada—¿Me vas a contar que le pasa a mi hermano o lo tengo que averiguar por mi cuenta?

—Ryuga: Lo que pasa es que tu hermano acepto la propuesta de Saori.

—Heros: ¿Qué te ofreció?

—Ellen: Mientras no sea droga yo estoy tranquilo—Syun le tiró un cojín a la cara—Si me pase, ¡Ja, Ja, Ja!—Syun frunció el ceño—Ya dime qué te ofreció la caprichosa.

—Syun: Ser un caballero dorado, de aries para ser exacto—Murmuró apenado.

—Ellen: Es una broma… ¿Verdad?—no era capaz de disimular sus nervios, ni siquiera una sonrisa era capaz de ocultarlos—¿Verdad, Syun?

—Ryuga: No lo es—Se sentó de brazos cruzados al lado de Syun, lo juzgaba con la mirada cada maldito segundo.

—Heros: Qué raro, usualmente reaccionan al revés—Miro a los tres caballeros—Ahora el angry chicken es Ryuga.

—Syun: ¿Qué es lo que te molesta tanto? ¡Es algo bueno!—Reclamó—Me van a pagar más y puedo usar mi cosmos para curar.

—Ryuga: ¡Hacías eso antes! ¿Por qué es mejor con esa ridícula armadura de cordero? ¡La armadura de Andrómeda es mucho mejor que la de Aries!

—Syun: Todo seguirá igual a antes, solo que tendré menos tiempo para mi trabajo de médico de la corte.

—Ryuga: Es tu decisión, no me meteré en eso—Syun suspiró, se sentía mal porque su decisión enojara a su pareja—Esperemos que salga como tú planeas—Observó por la ventana aun de brazos cruzados, no lo iba a desalentar.

—Syun: Amor—Tomo a Ryuga de los hombros—Entiendo todo lo que esas armaduras significan, no solo a nivel mitológico, sino en nivel emocional para ti—Ryuga giró su cabeza hacia el lado contrario—Lo mismo que tú sientes sobre la armadura de acuario, siento yo por la de Andrómeda, es un recordatorio de todo lo que odio de mí mismo.

—Ryuga: Yo no te estoy negando que tienes derecho y el poder suficiente a ser un caballero de oro, tampoco te puedo prohibir serlo, no tendría caso—Suspiró de forma pesada—Solo trato de comprender, después de todo lo que pasamos, ¿Cómo puedes desear ser eso? Rin, Caín, Cardinale, Saga. Tanta gente mala portando esos signos que se suponen son de paz causando tanto dolor y sufrimiento.

—Syun: Aioros, Aioria, Máscara de Muerte, Milo, Shaka, Nagisa, Kiriya, Shijima, Albafica y muchos más también portaron armaduras y no causaron dolor—Tomó las manos de Ryuga—Este desacuerdo viene por otra cosa, ¿Verdad?

—Ryuga: No dejaré que mi pasado interfiera en tu futuro—Miró las manos de Syun y Sonrió con cariño—Buscaré una forma de aceptarlo.

—Ellen: ¿Entonces tú sigues con tu armadura de cisne?

—Ryuga: El turquesa me va mejor que el dorado—Dijo para aliviar el ambiente—Además, si Syun va a ser caballero de oro alguien tiene que quedarse a cuidar de las niñas.

Saint Seiya: El Sacrificio de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora