Capítulo #40

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Ya había pasado una semana en el palacio del Valhalla, estaba acostumbrado a practicar sus técnicas en solitario, así era capaz de regular el daño de los mismos.

-Kōga: ¡Pegasus Kōsoku Ken!-Derribo una fila de columnas.

-Buen trabajo-Dijo una voz dulce, a espaldas de Kōga.

-Kōga: ¡Ah! Eres tú, Odette-Saludó después del sobresalto inicial.

-Odette: Sí, soy yo-Volteo a ver el rastro de destrucción que había dejado el ataque-¡Nada mal! Por tu cara pensé que serías más débil-Tomo a Kōga por el hombro-Me has dejado sorprendida, Kōga.

-Kōga: ¿Por mi cara?

-Odette: Lo siento por prejuzgarte de esa manera, pero es que pareces la clase de persona que rehúye la batalla, como el señor Syun.

-Kōga: El no gustar de la guerra, ¿Me hace débil-Se cruzó de brazos con sorna-¿Y tú? ¿Que tan fuerte eres? Cuando llegué no logré verlos entrenar.

-Odette: ¿De verdad quieres saber?-Kōga asintió-Retrocede-Le dio un pequeño empujón mientras reía-¡Réquiem Carmesí!-Destrozó una cantidad similar de ruinas.

-Kōga: ¡Impresionante!-Se frotó los ojos-¿Quién te entrenó?

-Odette: Mi papá, ¿Y a ti quién te entrenó?

-Kōga: Mi mamá fue mi primer instructor, pero he tenido muchas personas guiando mis entrenamientos.

-Odette: la señorita Natalia me contó mucho de ti-Kōga rio desconcertado, ¿Por qué su prima le contaría?-Me gustaría saber si eres como me contó.

-Kōga: ¿Y cómo dice ella que soy?-Cuestionó juguetón.

-Odette: Dice que eres un niño muy dulce, estudioso y poderoso.

-Kōga: Creo que estoy algo grandecito para que me llamen "Niño".

-Odette: El título de "hombre" se gana, Kogüita-le dio unas palmadas en la espalda-Y espero que te lo sepas ganar-Sonrió.

-Kōga: Mi prima no me contó de ti, dime cómo eres.

-Odette: A lo mejor quería que te dieras cuenta tú solo de como soy-Se limitó a responder-¿Tú cómo piensas que soy?

-Kōga: Pues por nuestro primer encuentro, parece que eres una chica educada-Odette no negó la afirmación del oriental-Pero por lo que veo no me dejaras saberlo fácilmente.

-Odette: Todo a su tiempo, pegaso-Retiró de la frente de Kōga un mechón molesto-Estoy segura de que se quedarán aquí algún tiempo.

-Kōga: Comprendo-Recordó lo que estaba haciendo hace rato-Oye, ¿Qué tal si entrenamos juntos? Me gustaría ver de qué eres capaz.

-Odette: ¿Estás seguro, pegaso?-Parecía totalmente decidido-Muy bien, ¿Con cosmos o a puño limpio?

-Kōga: Ya vi tu cosmos, quiero ver tu fuerza física-Le lanzó unos protectores de cuero extra.

-Odette: Gracias Kōga-Dijo en tono burlón mientras se ponía los protectores en las muñecas-Hay que hacerlo con reglas.

-Kōga: Descuida, no sé jugar sucio.

-Odette: Lo de niño es bastante acertado-Se alejó a la distancia prudente, se puso en guardia esperando a que su oponente la imitase.

La batalla comenzó, ambos estaban muy confiados y no iban a desistir hasta caer al suelo.

Los puñetazos y patadas iban y venían, eran esquivados con gran habilidad, parecía más una danza cartografiada que un combate.

-Odette: Te veías más débil hace un rato-Se trataban de empujar mutuamente, clavaban los pies en el suelo con determinación-Tienes una apariencia engañosa, Kōga.

-Kōga: Lo mismo digo, Odette-La chica deshizo la posición y le quiso aplicar una llave-¡Alto ahí!-Entre risas aprisionó a chica en un abrazo de oso.

-Odette: Esto no es justo, esto no es una técnica de combate-Se carcajeó sin tener la intención de soltarse.

-Kōga: Debiste ser más exacta con las reglas, ¿No crees?-La soltó entre risas.

-Odette: Fue un empate-Pico la mejilla del chico con su dedo-Pero pronto te pediré una revancha.

En el infierno se encontraba una situación muy diferente, en el balcón del palacio de Hades Pandora cae al suelo tras una bofetada que Thanatos le propinó.

-Pandora: S-señor Thanatos-Suspiro asustada por los gemelos.

-Hypnos: No aceptaré ninguna justificación de parte tuya-Tumbó otra vez con un golpe en la cara de Pandora.

-Pandora: Lo lamento tanto, Dioses Gemelos-Agachó la cabeza-
Juro por mi señor Hades que esto no volverá a ocurrir-Hizo una reverencia en el suelo.

-Thanatos: Espero que cumplas con esa promesa

-Pandora: Gracias por darme otra oportunidad-Podía sentir el disgusto en la mirada del dios de la muerte a pesar de no verlo-No fallaré.

-Hypnos: Una cosa más-Ordenó en lo que Pandora se ponía en pie, por lo que paro en seco-Manda a los Jinetes fuera del infierno, su señora Perséfone no los necesitará por algún tiempo.

-Pandora: Como ordene, mi señor Hypnos-Se incorporó y volvió a la Yudeska.

Mando a llamar a los seis soldados, la guardia personal de Mikia, además de ser la élite del ejército.

-Pandora: He recibido órdenes de la señorita Perséfone, jinetes del Inframundo-Los seis soldados estaban arrodillados en señal de respeto a Pandora.

-¿Qué dice nuestra señora?-Cuestionó el Jinete de la envidia.

-Pandora: Ella quiere que se encargan de ahuyentar a los intrusos del Castillo del señor Hades-Explicó mientras tocaba su arpa de una manera hermosa.

-¿Ahuyentar?-El jinete del arrepentimiento se quedó confuso.

-Pandora: Ha habido algunos caballeros de Atena que tratan de invadirlo, sé que esa tarea será fácil de cumplir para ustedes-El espectro de la decepción miró mal a la dama-Ahora retírense, cumplan con su misiva lo más pronto posible

-Lamento la interrupción, Lady Pandora-Hablo el segundo al mando del grupo-La señorita Mikia jamás nos mandaría una orden a través de usted, queremos hablar directamente con nuestra señora-Hablo decidido.

-Pandora: ¿Osas desafiar las órdenes de Kore, espectro de la decepción?

-Claro que no, porque para empezar su nombre no es ni Kore ni Perséfone-Miro irritado a la general-El hecho de que usted le diga así es mayor falta de respeto que el no acatar su orden.

-Pandora: ¿Vas a ir en mi contra, Tenma?

-Usted trata de engañarnos-Habló el líder, el espectro de la Envidia-No puede darnos una tarea tan mísera como proteger un simple castillo.

-Somos los guerreros más fuertes de este lugar, ¿Y nos viene a decir esa estupidez?

-Pandora: Con que rechazan las órdenes de sus señores Dioses-Se levantó del banquillo de su arpa, agarrando en manos su lanza-Como prefieran, los haré obedecer de alguna forma y otra-Apuntó la lanza.

Continuará...

Saint Seiya: El Sacrificio de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora