Un guardia entraba con mucha prisa a la sala del patriarca, tenía una noticia urgente que darle al Sumo Sacerdote del santuario.
—¡Gran Patriarca!—Estaba sudando y jadeando, parecía que no podría mantenerse en pie—¡Unos enemigos! ¡Han atacado!
—Saori: ¿Atacado? ¿Dónde?—
—¡Unos palasianos! ¡Han atacado Rodorio!—Exclamó temblando—¡Los santos lo vieron, dicen que una de ellos destrozó el reloj de fuego usando solo una espada!
—Saori: ¿Palasianos?—Se levantó de forma abrupta de su asiento—Guíame por favor.
—Mu: Señorita Atena, esperé—Imitó la acción de la divinidad—Déjeme mandar a algún santo a ir en su lugar.
—Saori: Me gustaría ver en persona que han atacado, luego el general de guerra podrá mandar a los santos a investigar.
Mu no pudo detener a Atena, por lo que decidió mandar a alguien a acompañarla.
—Rin: Volvieron añicos el reloj—Levantó un escombro para facilitar que Atena se acercará.
—Saori: No entiendo—Apoyo la mano contra lo que quedaba del gran monumento—¿Por qué Palas?
—Rin: No todos los dioses son iguales, Atena—Se dio la vuelta, buscando con la mirada al responsable.
—Saori: Puedo comprenderlo—Alzó la mirada hacia el cielo, tal vez la prohibición de Zeus a los Olímpicos había sido la correcta—Pero, aún no logro entender, ¿Por qué Palas haría algo como esto?
—Rin: Te estás preguntando estupideces—Saori no gustó de esa respuesta, por lo que reprendió con una mirada al caballero—No me veas así, conoces a dioses como Hades, Poseidon, Eris, y todos ellos.
—Saori: No es lo mismo con Palas.
—Rin: ¿Por qué no?—Cuestionó a la defensiva—¿Por qué es tu “hermana”?—Arqueó la ceja al ver que ella no le respondió—No me creo que aún no hayas aprendido.
—Saori: ¿Aprender qué?
—Rin: A no confiar—Frunció el entrecejo—Todos los dioses en los que tú has tenido la desgracia de confiar, son unos malditos—Saori no podía creer que estuviera diciendo eso—No hay una excepción, todos son así y por eso Zeus les prohíbe salir del Olimpo.
—Saori: Y me lo vienes a decir tú—Señaló mirando las partes del reloj que yacían regadas en el suelo.
—Rin: No es hipócrita—Río—Recuerda que no soy el hijo ni de Zeus ni de Hera, Saori.
—Saori: Pero has tomado del vino y la ambrosía, eso te hace compartir algo con esos dioses que tanto odias, el icor en la sangre.
—Rin: Saori—Apoyó sus manos en los hombros de la divinidad—Entiendo que te puedas sentir sola, siendo la reencarnación de Atena, no hay tiempo libre, ni siquiera para sí misma—Saori tomo una de las manos de Rin—Pero piense un poco, el valor de la vida de los dioses no se compara a las muchas personas inocentes que se salvaran.
—Saori: Pero Palas es una niña—Se sentía mal solo de pensar que hace años habían mandado a Sagitario para tratar de matar a una pequeña Palas—Matarla en este estado, ¿No es cometer lo mismo que Saga quiso hacer conmigo?
—Rin: Los motivos de Saga eran controlar el mundo bajo la idea de que el poder es justicia, fue un acto malvado a todas luces—Se separó y camino unos pasos—Pero mire esto, mire las consecuencias de no haberla matado—Señaló todo lo destruido por los palasianos—Cuando tuvimos la oportunidad.
—Saori: Pero los semidioses son-
—Rin: En eso no puedo darle una respuesta, señorita Saori—Sabía exactamente de quién hablaba Saori—Si Palas no fue asesinada por él, tal vez ella lo ha hechizado—Miró al cielo—Maldita ha de ser la diosa de la calamidad.
—Saori: ¿Hechizado? Pero ambos son niños.
—Rin: Palas en este entonces tendría 19 años—Hablar de esa diosa le generaba molestia—Viendo lo que hicieron sus soldados, es incorrecto considerarla una niña.
—Saori: —Suspiró, estaba convencida de que Rin estaba errado—Sé que hay enemigos que no entenderán por medio del diálogo, pero déjame probar antes de actuar contra ella.
—Rin: Usted es la que decide al final del día—Tendió la mano para devolver a Saori a la villa de Atenea—Pero no sé sorprenda cuando Palas asesine a sus caballeros, como lo hicieron los otros dos—Saori inerte solo le dio la mano y se dejó llevar—Guerra advertida no mata soldado.
—Saori: Estoy consciente de eso—Rin empezó a caminar más rápido—Pero, agradezco tus advertencias.
Continuará...
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Saint Seiya: El Sacrificio de los Dioses
FanfictionEn un universo alternativo, la guerra Santa de Hades contra Atenea servía como una forma de saber cuál dios era más apto para proteger a la tierra... Pero por planes de otros dioses Hades ha reencarnado antes de tiempo en el recién nacido de Marilly...