Saint Seiya: El Sacrificio de los Dioses

Capitulo #21

(2017, mes de septiembre)

En el infierno, Pandora se acercaba lentamente a los Dioses Thanatos e Hypnos, ese par de malvadas deidades eran de temer, en la era del mito Zeus se evitaba problemas con ellos, pero no por pavor a ellos, sino a su horrorosa oscuridad, su madre la Diosa Nix.

Ellos tomaban té, no tenían preocupaciones como Pandora, al fin y al cabo ella era su esclava, todo recaía sobre sus hombros mortales. Sin emitir sonido alguno se arrodilló ante ellos, ni se molestaron en mirarle.

—Hypnos: ¿A qué se debe esta visita, Pandora? ¿Tienes noticias nuevas?

—Pandora: Los espectros han llegado a sentir indicios del cosmos del señor Hades, luego de tantos años de que lo haya escondido esa torpe Diosa de la esperanza.

—Thanatos: ¿Y dónde han percibido esos cosmos?

—Pandora: No han podido cruzar más allá de tierra Santa, pero saben que en algún lugar del santuario él se encuentra.

—Hypnos: Esa respuesta no me sirve—Contestó frustrado, 14 añosw sin poder llevar su plan a cabo—Manda a los espectros a buscarlo de forma inmediata, Pandora.

—???: ¿A quién van a buscar?—Una mujer de largos y rizados cabellos color rosa se hizo presente, sentía tanto asco por el par de dioses que estaban ahí presentes—Nadie moviliza a los espectros sin mi autorización, Pandora.

—Pandora: Lo comprendo perfectamente, mi señora—Temía mucho más a esa mujer que a los dioses gemelos, tenía una convicción y una rudeza que su mirada era capaz de expresar, pero se quedaba corta si se comparaba con la ira de su cosmos-energía.

—Thanatos: Nada, Diosa nuestra—Le beso el dorso de la mano, pero ella quitó la mano sin cuidado—¿A qué se debe tu visita, Perséfone?

—Hypnos: Si nos hubiera avisado estaríamos tomando el té juntos—Perséfone rodó los ojos.

—???: Mi nombre saben bien que no es Perséfone, es Mikia—Les corrigió, ella sabía que no era la diosa original, era un recipiente glorificado en resumidas cuentas—Y los espectros de Hades no se moverán a menos que yo lo decida, ¿Les quedó claro?—Apoyó los puños sobre la mesa, el simple sonido de esa acción sobresaltó a Pandora.

—Thanatos: Descuide, su santidad—Sonrió, escondiendo mucho de sus sentimientos tras esa cínica mueca de felicidad—¿Y por qué ha venido a este  palacio, señora mía? Pensé que había ido a sus vacaciones en el mundo de los mortales.

—Mikia: El infierno es mi dominio, sentí la necesidad de volver a mi reino mientras iba a los templos de Grecia.

—Hypnos: Como ve, aquí no ha pasado nada, por lo que puede retirarse si gusta—Él no ocultaba su disgusto, la veía con mucha molestia.

—Mikia: Iré a hablar con las ninfas—Anunció mirando sobre el hombro a los dioses. Poco después se marchó.

—Thanatos: Pandora, ya puedes retirarte—Ordenó con una sonrisa torcida—Llama a los espectros como te lo encomendé.

—Pandora: P-per-pero... ¿No le importa lo que dijo la señora Perséfone?—¿Cómo ese par de tontos no le temía a tan imponente deidad?