Kōga recibió en su teléfono la llamada de Haruto, no se le hacía raro, puesto que en septiembre habían intercambiado números.
—Kōga: ¿Aló?—Pegó el teléfono a su oreja—Haruto, ¿Cómo estás?
—Haruto: He estado mejor—Respondió con gracia.
—Kōga: ¿A qué se debe esta llamada? Pensé que en Palaestra no se permitían celulares.
—Haruto: Y no lo hacen—Miro por la ventana del cuarto—Estoy a escondidas, por así decirlo.
—Kōga: ¿Y por qué? Te podrían castigar—Anotó algunas cosas en una libreta.
—Haruto: Ya estoy castigado, no hará una gran diferencia estar usando mi celular.
—Kōga: ¿Y por qué te castigaron? ¿Hiciste algo malo?
—Haruto: Edén tuvo una pelea con una amiga, y se fue muy molesto al observatorio—Explicó—Yo lo seguí para ver si podía hablar con él, pero tuve miedo de interrumpir al profesor, parecía molesto.
—Kōga: ¿Y lograste hablar con él?
—Haruto: No—Se acomodó sus anteojos con el dedo anular—El maestro le dijo a tu primo que se fuera a casa, y me acuso de espiarlo—Se apoyó en una pared algo frustrado—No pude ni explicarle a qué había ido.
—Kōga: Deberías hablar con mi primo—Cambió el celular de mano—A mejor lo puedas solucionar.
—Haruto: Ha apagado su celular, no contesta llamadas de nadie, ni siquiera de Marianne o Enma.
—Kōga: Hablaré con el luego—Atinó a decir—¿Y cómo les va en Palaestra? Cuando yo me gradué habian pocos alumnos.
—Haruto: ¿Estuviste en Palaestra? ¿Tu existencia no era un secreto?
—Kōga: Yo me gradué hace dos años de Palaestra, fui un caso único—Rio con cierta pena—Cuando supe que la hija de mi padre iría a la misma escuela, decidí meter todas las materias de una vez. Lo que ustedes harán en cinco años, yo lo hice en 2 y medio.
—Haruto: Tu sí que estás lleno de sorpresas—Escuchó la risa de Kōga, aunque tratará de ocultarla.
—Kōga: Pues mi familia es así, nunca sabes que esperar de nosotros.
—Haruto: Tienes razón, Kōga—Mencionó mientras recordaba lo sucedido esta mañana—Oye, una pregunta.
—Kōga: Sí, dime.
—Haruto: De casualidad sabes cuál es la estrella guardiana de Edén—Le costó formular la pregunta, se hallaba en una confusión.
—Kōga: Obvio, la tiene grabada en su piel, ¿Tú no sabes cuál es?
—Haruto: ¿En su piel?—Repitió a modo de pregunta, había estado muchas veces con Edén y jamás había visto algo extraño en su piel.
—Kōga: Sí—Respondió—Él nació con dos constelaciones como marca de nacimiento, una mano por su constelación guardiana, y por la otra la constelación de su mamá.
—Haruto: ¿Y Orión es la constelación?
—Kōga: Debiste haber visto mal—Frunció el entrecejo—La constelación guardiana de Edén es pegaso, y el elemento de pegaso es la luz.
—Haruto: ¿Y la otra marca? ¿Qué estrella es?
—Kōga: La del águila—Miro por la ventana de su cuarto, Heros se estaba tardando mucho—Porque tía fue el santo que portó esa armadura en el pasado.
—Haruto: Por eso la técnica de Edén y la de Yūna son tan parecidas—Murmuró—Gracias por decirme, Kōga.
—Kōga: No pasa nada.
—Haruto: ¿Y tú cómo la has pasado allá en Grecia? ¿Estás bien?
—Kōga: Pues ahorita está lloviendo, me imagino que el tío Dita va a venir cuando escampe—Miro otra vez por la ventana—Y yo he estado investigando más sobre plantas, me he interesado en las colzas y azucenas.
—Haruto: ¿Y qué has descubierto?
—Kōga: Muchos simbolismos, más que nada sobre la Azucena, la colza solo tiene un nombre curioso en algunos idiomas—Hizo con el lápiz un truco, no encontraba que hacer mientras llamaba.
—Haruto: Podrías estudiar botánica, aprovechando que ya estás graduado.
—Kōga: Cuando vivía en Japón pensaba en estudiar medicina como mi mamá—Sonrió recordando el día que se graduó—Pero ahora creo que no tengo tiempo para eso.
—Haruto: ¿Y eso por qué?
—Kōga: Vivo entre estas cuatro paredes escondido, tendría que mudarme a Atenas para buscar una universidad—Rio por la pregunta tan tonta que Haruto había hecho—Solo tengo permitido ir a Rodorio, en otros lugares estoy en peligro.
—Haruto: Amigo, ¿No piensas que eso es algo extremo?
—Kōga: ¿Qué quieres decir con eso?
—Haruto: Te está manipulando tu tío, deberías poder salir como un joven normal. No dejes que lo de tu padre te aterre.
—Kōga: Mi papá no es lo que exactamente me aterra, aunque ese hombre sí representa un riesgo para mí—Se tocó la cara, tocando la cicatriz de la quemadura—Solo que hay gente tras de mí, pero no sabría decir quienes.
—Haruto: ¿Perseguidores?
—Kōga: Sí, llevan armaduras moradas y se ven espeluznantes—Tembló tan solo de recordarlo—Tío Dita suele vencerlos, él es un caballero formidable.
—Haruto: Deben ser Sapuris.
—Kōga: ¿Es como una Scale? ¿O una Kamui?
—Haruto: ¿De qué ejército son las kamuis?
—Kōga: Mamá dice que esas son las armaduras que visten los dioses, decía que eran tan brillantes como el sol.
—Haruto: Eso es algo nuevo—Alzó la ceja—Pero las Sapuris son las armaduras de los espectros de Hades.
—Kōga: ¿Hades? ¿El dios del Inframundo?
—Haruto: Sí, Atena luchó contra él hace 16 años junto a los caballeros de bronce.
—Kōga: Mamá me dijo que el Inframundo era un lugar hostil, me contó que los espectros son las almas de locos niños que fallecieron prematuramente.
—Haruto: ¿En serio? ¿Qué más te ha contado de los espectros?
—Kōga: Que son malignos, despiadados y sin moral—Jugó con su collar—Dice que vio a Hades en persona.
—Haruto: ¿Habla de Syun de Andrómeda, la caballero que fue el recipiente de Hades?
—Kōga: No, tío Syun no fue la persona que mi mamá vio—Sonrió—Ella dijo que era un hombre alto, de cabello negro desordenado y una armadura ébano.
—Haruto: Esa descripción me suena de alguna pintura—Miró la puerta atentamente, estaba en estado de alerta—Te digo si encuentro la pintura.
—Kōga: Tal vez podamos confirmar esa historia.
—Haruto: Oye, ¿Te molestaría si el sábado voy a tu casa?
—Kōga: No me molestaría, ¿Pero no estás castigado?
—Haruto: Sí, pero los fines de semana nos dejan salir a pasear—Reveló—En fin, quisiera presentarte a una de mis amigas, estoy seguro de que se llevarán bien.
—Kōga: Deberás conseguirle una máscara como la que te regale.
—Haruto: Es un santo femenino, su máscara debe serle útil.
—Kōga: ¿Las santas usan máscara? Solo recuerdo haber visto con máscara a mi tío Syun.
—Haruto: Te falta aprender bastante sobre el santuario—Se carcajeó lo más bajo que pudo—Pero tranquilo, yo te explico.
—Kōga: De acuerdo, nos vemos el sábado entonces.
—Haruto: Hasta el sábado—Colgó la llamada.
Continuará...
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Saint Seiya: El Sacrificio de los Dioses
FanfictionEn un universo alternativo, la guerra Santa de Hades contra Atenea servía como una forma de saber cuál dios era más apto para proteger a la tierra... Pero por planes de otros dioses Hades ha reencarnado antes de tiempo en el recién nacido de Marilly...