Capítulo 1: El engaño

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Capítulo 1: El engaño

—¿Estás bien?

Alcé la vista de mi teléfono, mi ceño fruncido para mirar a Aurora sintiéndome con el ánimo por el suelo.

—No me contesta desde ayer. —respondí, se suponía que mi novio Kenny se había ido de viaje a visitar a su abuela el viernes a Carolina del Sur y llegaría el sábado por la mañana a Los Ángeles, ya era domingo y no me contestaba los mensajes desde que me avisó que había aterrizado a donde su abuela, estaba preocupada por él o de que algo le hubiera ocurrido.

—Debe estar ocupado, durmiendo o con diarrea —dijo Aurora—, te contestará luego. Ahora vamos, no quiero llegar tarde, hoy vendrá mi padre.

Ella se montó en el bonito Audi rojo que manejaba y yo me subí de copiloto, habíamos parado en la diseñadora a buscar los vestidos para nuestra graduación que sería dentro una semana, hoy teníamos un desfile de modas para recaudar fondos para nuestra fiesta de graduación apoyada por una prestigiosa marca de traje de baños y vestuarios de verano.

—¿Vendrá? —pregunté confusa mientras me colocaba el cinturón—¿Pero no es un dictador o algo así?

Ella frunció el ceño.

—¿Dictador? —repitió.

Gobernante o no lo sé ¿un alcalde? ¡Ah, no! Cocinero ¿cierto?

Desde el comienzo de nuestra carrera en medicina y siendo roomies sabía que Aurora venía de un pequeño pueblo de Alemania y que su papá era importante ahí porque manejaba muchos negocios, había visto algunas fotos de él, no se parecía mucho a Aurora, y daba miedo porque no parecía sonreír en ninguna foto que le hacían, y Aurora me dijo que era un poco amargado y serio, en los 6 años de carrera nunca lo había conocido.

—El Chef —me recordó— y no, Chef no significa lo mismo que acá, es... como decir el jefe, pero tiene más poder allá...

—Eso. —dije restándole importancia mientras intentaba llamar nuevamente a Kenny, pero no tenía respuesta, me llamaba al buzón de voz.

—Me alegro porque tu papá vendrá a verte —dije guardando el teléfono en mi bolsillo dándome por vencida—, ni mi novio me contesta y ni sé si va a venir...

Además de él, mis padres estaban ocupados trabajando, al menos me habían comprados las entradas para apoyar la fiesta de graduación, no los culpaba, ellos siempre se esforzaron para ayudarme a graduar en una carrera tan costosa.

—Lo siento —dijo Aurora con sinceridad.

—Es solo un desfile —dije intentando minimizar la situación para que no me doliera.

—Por supuesto —corroboró—, es solo un desfile.

***

Estar en un desfile con una marca profesional era más difícil de lo que pensé, había mucha presión de salir al escenario y había muchísimas personas allá afuera. Bajé del escenario a tras bastidores para cambiarme de ropa pero antes fui a revisar mi teléfono a ver si Kenny había aparecido, y tenía su entrada, me preocupaba que hubiera venido y estuviera afuera sin poder entrar.

Fruncí el ceño al ver el mensaje de un número desconocido, lo abrí con curiosidad y me di cuenta de que me había bloqueado tras enviarme algo, me quedé en blanco al ver un montón de imágenes en el chat, mis piernas temblaban al igual que mis manos.

No podía creer lo que mis ojos veían.

Por más que viera la foto me convencía de que esto no podía ser verdad, que se trataba de una IA o una broma de mal gusto, pero era imposible, ese era Kenny en muchísimas fotos con una mujer de tatuajes y cabello verde, besándose, en la playa, en la habitación, desnudos, incluso había un video que esa mujer grabó frente al espejo mientras él se la follaba por atrás. Era evidente de que no solo eran imágenes del fin de semana sino de hace más de dos meses porque recordaba el corte de cabello con el diseño de un rayo.

Dejé el teléfono en la mesa sintiendo que mi cabeza se había nublado, mis ojos se cristalizaron empezando a botar lágrimas y arruinando el espeso maquillaje a bases de negro.

¿Cómo pudo hacerme esto?

No era posible. Miré mi mano donde tenía un anillo de promesa, era imposible que me hubiera hecho esto, yo confiaba ciegamente en él, era imposible que me hubiera traicionado con esta chica tan corriente llena de tatuajes.

Con las manos temblorosas y con las gotas de lágrimas negras; de maquillaje cayendo sobre la pantalla del teléfono intenté llamar a Kenny, pero nuevamente no había respuesta.

—Amiga ¡mi papá llegó! ¡está en primera fila! —dijo Aurora emocionada, pero cuando miró mi rostro su sonrisa se congeló—, ¿qué pasó?

Abrí la boca para hablar pero Julián (el encargado de la organización del desfile) llegó pegando gritos al ver que aún no nos habíamos cambiado, Aurora se fue rápidamente y yo estaba tan conmocionada por las fotos que aún no podía coordinar bien, así que Julián me tomó de los hombros estremeciéndome un poco y fue cuando por fin pude reaccionar viendo el maquillaje de su rostro de mariposa y escuché cuando dijo:

—¡Estás en medio de un puto desfile!, anda a cambiarte —me lanzó la muda de ropa al pecho— ¡ahora! Ponte el puto traje de baño ¡y mueve tu culo allá afuera!

Las lágrimas se deslizaron por mis mejillas y empecé a cambiarme ahí mismo frente a él al ver que no me quedaba nada de tiempo, Julián tomó una toalla de algún lugar y se apresuró a taparme, en este punto tenía la mente y el corazón destruido en dos no pensaba en absolutamente nada. Más que en abrocharme los laterales de las bragas del traje de baño, encima el short a juego y luego el sostén con los dedos torpes y temblorosos. Él me apartó la toalla viendo que no dejaba de tener el rostro afligido.

—Maldición nena deja de llorar —dijo Julián y corrió rápidamente a tomar lo que parecía un antifaz y me lo dio—, ponte esto y sal —me guió o más bien me empujó hacia al punto de salida mientras me terminaba de poner el antifaz—, ¡sal!, ¡apresúrate!

Yo salí rápidamente como me indicó sintiendo que mi pecho se oprimía mientras el reflector me iluminaba y yo daba un paso detrás del otro, sentía que mi pecho quemaba, sentía que me iba a morir aquí mismo mientras me quedaba sin respiración, solo tenía que caminar dar la vuelta al límite y regresar, al menos la mascarilla que tenía puesta ocultaba mi rostro a punto del llanto por un corazón recién roto.

Al llegar al punto limite de retorno y llevé una mano a mi cintura como venía estado haciendo en las anteriores salidas para que apreciaran el traje de baño de rayas de cebra, cuando de repente uno de los tirantes del sostén se soltó rompiéndose frente a todo el maldito mundo y abriéndose exponiendo mis pechos al aire.

Por reflejo me tapé con mis manos mientras se escuchaban un silencio sepulcral y luego murmuraciones de todo el montón de personas que estaban presentes.

No podía creer que esto me estuviera sucediendo a mí.

Me voltee para huir rápidamente de aquí pero mi tacón de casi 10 centímetros me dobló el tobillo por la acción rápida e inesperada, perdí el equilibrio y grité cuando caí de frente ante el público que se encontraba en la primera fila muy cerca del escenario, no fue hasta luego de unos segundos que reaccioné que había caído frente a un hombre y no cualquier hombre, era uno que ya había visto por fotos; ¿el padre de Aurora? ¡mis pechos desnudos estaba en su cara!

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora