Capítulo 69: Inocencia perdida

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Capítulo 69:  Inocencia perdida

Aurora Dunkel

 

Él me besó, su boca devorando la mía en un beso completamente posesivo y profundo, estos besos solo los había conocido con él, eran pasionales y llenos de deseo;me hacían sentir sexy, deseada y hermosa.

Jadee cuando su boca se deslizó por mi mentón y su lengua me delineó la quijada, empezando a descender por mi cuello y chupando la piel lentamente, llenándome de sensaciones que nunca había sentido nunca antes y por su puesto no quería que parara.

Mi cerebro estaba apagado,estaba tomando una terrible decisión que probablemente cambiaría mi vida al dejar de ser pura, pero, ya nada me importaba, solo quería estar en las manos de Igor. Me arquee cuando sus manos empezaron a descender por la silueta de mi cintura, mientras su boca empezaba a deslizarse por el medio de mis pechos apretándome con sus manos mientras sus pulgares empezaron a tocar mis pezones, dejándolos completamente endurecidos con sus masajes. Él me adoraba con su boca y yo adoraba su toque en mí.

Su boca siguió bajando y yo era un coro de gemidos insaciables, cuando él terminó de alzar el vestido hasta la cintura, me arrancó las bragas con su boca, como todo un animal salvaje, escupiendolas a un lado dejándome ahora desnuda de la cintura para abajo. Sin medir palabras, me miró, sus ojos pardos resplandeciendo el la oscuridad, mientras bajaba lentamente y entonces sin apartar la mirada de la mia, colocó su boca encima de mi sexo, moviéndose con una intensidad que ni siquiera podía entender sólo me quedaba sentir y cerrar los ojos mientras me mordía el labio inferior,sin poder parar de gemir a gritos cada vez más intensos. Me aguanté de las sábanas a mis costados y mis pies se enterraron en la cama mientras separaba aún más las piernas en completa entrega. De repente se separó un poco mientras sus dedos se deslizaban por toda mi abertura lentamente de arriba a abajo y susurraba con voz ronca:

—Quiero hacerte venir a gritos, Printsessa.

Sus dedos continuaron moviéndose hasta adentrarse dentro de mí, apreté los ojos entre una mezcla de incomodidad y placer, era la primera vez que alguien me tocaba con sus dedos ahí, se volvió a inclinar y ahora su lengua lamía mi clítoris aumentando las sensaciones dentro de mí cuando su lengua lamía mi zona palpitante y sus dedos salían y entraban de mí.

—¡AH! ¡Igor...!—grité sintiendo que todo mi cuerpo temblaba, que estaba demasiado caliente y al borde de despedazarme en miles de pedazos.

Separó su boca mientras alzaba la cabeza para mirar mi rostro, sus dedos en mí seguían moviéndose mientras el pulgar presionaba ahora mi clítoris en ligeros círculos; aumentando mi placer, haciéndome sentir que estaba a nada de explotar.

—Disfruta, mi printsessa —susurró con voz rasposa sin dejar de observar mi rostro lleno de placer—, solo se pierde la virginidad una vez en la vida.

No pude más, fue demasiado, me hizo venir en un grito que me hizo estremecerme por completo y me sentí avergonzada de mi reacción, sin embargo, él parecía complacido mientras me miraba completamente excitado y deseoso por mí.

—Así me gusta. —susurró.

Se subió sobre mí y entonces tomó los laterales de mi vestido, supe sus intenciones y le tome las manos.

—No me lo rompas. —dije, sin embargo él no me escuchó o más bien, no le importó mi petición.

Me rompió el vestido desgarrándolo por la mitad y dejándome sin nada que me cubriera. Jadee quedandome sin aliento teniendo el impulso de cubrirme los pechos.

—Quiero verte enteramente desnuda. —replicó.

—Yo también quiero verte enteramente desnudo. —refuté.

Él sonrió, esa sonrisa malévola que tanto lograba acelerarme el pulso. Se levantó quitándose él bóxer dejando que su miembro saltara a la vista sin ninguna clase de contención.

Me mordí el labio inferior, realmente Igor era un hombre fuerte y escultural que podía atraerme en todos los sentidos, a la tenue luz lucia más llamativo.

—¿Te gusta lo que ves? —Dijo con arrogancia y entonces se volvió a colocar sobre mí tomando cada una de mis muñecas colandolas a mis costados en la cama— No estés nerviosa, solamente profanaré tu cuerpo y te haré llegar al cielo.

Aguanté la respiración cuando sentí la punta en mi entrada y luego empujó, entrando en mi y ambos jadeamos, cerré los ojos forzándome a soportar el dolor. Me agarró del mentón con una de sus grandes manos forzándome a mirarlo, sus ojos pardos oscurecidos y profundos en los mios cuando empezó a moverse, dolía un poco mientras se encajaba y luego empecé a sentir el placer del que tanto se hablaba mientras él me besaba la mejilla y luego rozaba mi boca para volver a mirar mis ojos.

—Printsessa, que dulce y apretada te sientes.

Creí que una primera vez se sentiría cargado de amor, que solo habria felicidad y risas, pero esto se sentía pasional, se sentía profundo y lleno de deseo ardiente, como fuego que lo consume todo a su paso. 

—Ah... Ah...

Volvió a besarme, sentía que era profunda la atracción entre los dos, sentía que estaba llevandome a otra dimensión. Mi vientre se contrajo y no pude más me estremecí cuando llegué a mi segundo orgasmo que me dejó sin aliento.

—Ah, mierda, me encanta como te me aprietas —susurró en un jadeo y entonces en un gruñido varonil, se estremeció saliendo de mi para sacar su líquido a un lado de la cama cuando llegó a su propio placer.

Nos quedamos así,derrumbados en la cama, él encima de mi pecho, ambos completamente desnudos como si escuchara los latidos de mi corazón. 

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora