Capítulo 31: La fiesta de compromiso, Parte I

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Capítulo 31: La fiesta de compromiso, Parte I

Eva Jenell

Cuando Aurora salió del baño, ya yo estaba peinando mi cabello frente a la peinadora, lo tenía un poco enredado, pero recordar la causa de los nudos me hacía sonrojarme al recordar los dedos de Eros en mi cabeza amarrándome un moño improvisado con su mano para que me profundizara la polla aún más en mi garganta mientras él me miraba con el rostro enrojecido, la quijada apretada y sus ojos azules completamente oscurecidos.

Mi piel se erizó, recordarlo me daba cosquillas en el estómago y en otras partes en el medio de mis piernas, ¿algún día podría superar a este hombre? Creo que no, él era de las personas que a pesar de ser algo breve en tu vida dejaban profundas marcas en tu corazón.

—Esta noche es la fiesta de compromiso —dijo Aurora secando su cabello con una toalla apareciendo en el reflejo del espejo.

Tragué pesadamente saliva dejando de pensar las cosas inapropiadas ue hice con su papá como si se me fueran a reflejar en el rostro.

—¿Es hoy? —dije sorprendida y aclaré mi garganta al sentir mi voz demasiada afinada—, sé que te he preguntado esto un montón de veces, pero ¿estás segura de casarte con Carmelo?

—Es mi deber —respondió—, además, ¿por qué no? ¿qué ha hecho para caerte mal?

Apreté los labios sin tener una respuesta concreta, es decir, ¿qué más tenía que mi mal presentimiento?

—¿Conoces a su familia? —pregunté— es decir, sé que vienen de una familia rica pero ¿a su madre o su padre?

Lo decía porque no los había visto aquí y se suponía que era su cena de compromiso.

—Son huérfanos —explicó—, sus padres murieron a manos de Igor Ivankov.

—¿Quién? —pregunté sin comprender quién era ese tal Igor Ivankov.

—Es una mafia de rusos peligrosos, al parecer hicieron negocios que salieron muy mal y los asesinaron, pero sus hijos o sea Carmelo y el resto de su familia se ha encargado de mantener el negocio a flote —se limitó a decir—, pero como sea, no pienses en eso, sé que Carmelo es bueno para mí.

No dije nada, parecía algo delicado y grave, por primera vez tuve algo de lastima por Carmelo y... Francia.

—Ya todo está organizado para esta noche, así que iremos a la peluquería y a arreglarnos —continuó diciendo Aurora y tomó su celular para responder unos mensajes—, solo tu, yo y Anastasia.

Fruncí el ceño y me voltee a mirarla ligeramente confundida.

—¿Quién es Anastasia?

—Es la hija de uno de los socios de mi padre que ufff, es un poco pesada, pero es porque realmente es muy sincera, piensa algo y lo dice —noté que Aurora no parecía tan feliz de que nos acompañara.

—¿Y por qué va con nosotras? —pregunté.

—Es la hija de uno de los socios de mi padre —repitió como si no hubiera escuchado—, anda aquí sola con su padre, es un jeque árabe y él quiso que nos acompañara.

—Ah, es hija de un jeque. —murmuré sabiendo que un jeque era alguien de mucho poder político, casi como si ella fuera otra princesa.

—Uno de los más ricos de Dubai —continuó diciendo Aurora—, mi padre está haciendo tratos con él así que sería bueno relacionarnos, te lo digo para que estés advertida.

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora