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Capítulo 28: Alejada de Eros
Eva Jenell
Cuando iba camino a mi habitación con la mente inquieta en tomarme la pastilla del día después, Federico me interceptó y me tomó de la muñeca, voltee hacia él sobresaltada, la verdad ya esperaba que hubiera salido a su habitación.
—Fresita, te estaba esperando —dijo.
Joder, ya me estaba molestando que me dijera Fresita.
—¿En serio? ¿por qué? Voy a mi habitación —comenté.
Él me sostuvo la mirada, una que parecía entre inocente, dulce y sexy cuando preguntó:
—¿Quieres ir a la mía?
Pestañee un par de veces ante su directa propuesta. Realmente eso me había tomado desprevenida.
—¿No eres gay? —pregunté confundida, él me lo había dicho la otra noche, que quería probar si tal vez era bisexual, pero ahora parecía ser una propuesta nada experimental, sino que podía ver que me miraba con deseo.
—¿Gay? —repitió.
—Sí, ¿acaso no eres gay? —cuestioné y me solté de su agarre— Te recuerdo que acepté esto para ser tu tapadera a cambio de un consultorio, no para follar contigo y experimentar tu sexualidad.
Él relamió sus labios pareciendo de repente ofendido cuando replicó diciendo:
—¿Acaso piensas que ha sido un engaño de mi parte? Obvio que es lo que quiero, es que a veces me siento solo y quería compañía.
Hizo cara triste y realmente me cuestioné si de verdad estaba fingiendo o no.
—Yo...
—Como sea —me interrumpió limpiándose las lágrimas que no vi que escurrían por sus mejillas—, subiré, pero me hiere que no confíes en mí.
Federico sin decir nada más tomó el ascensor y subió como si estuviera enfadado.
¿En qué momento se voltearon los papeles? Creí que la enojada era yo...
Rasqué la parte inferior de mi cabeza, sin saber qué pensar y me dirigí al otro ascensor, subí aún pensativa y cuando crucé por el pasillo hacia mi habitación me frené en seco cuando vi a Eros salir de la habitación que yo compartía con Aurora, él cerró la puerta a sus espaldas con silencio y entonces me miró quedándose quieto en su lugar, ahí persistimos por unos segundos, unicamente viéndonos, sus ojos azules tan claros como el gris casi traspasando mi alma.
Tragué pesadamente saliva cuando él caminó lentamente hacia mí, su caminar era lento pero firme, como si supiera que tiene el mundo a sus pies, sus ojos nunca dejaron los míos cuando se detuvo frente a mí.
—¿Qué haces aquí? —pregunté sintiendo mi garganta reseca.
—Aurora quería que me quedara mientras dormía —respondió—, a veces es como una niña pequeña.
Lo entendía, a veces Aurora me pedía que hablara mientras leía para así ella quedarse dormida, como si no le gustara quedarse sola.
—Hablé con Carmelo, él vio tus manos y tu boca tintada fosforecente —comenté.
Él frunció el ceño, escuchamos ruido a sus espaldas robando nuestra atención, venían unos huéspedes, Eros me tomó del brazo para arrimarme a otro lugar un poco más despejado, entramos al área de las escaleras, estaba solitario.
—¿Qué ocurrió? —preguntó.
Di un paso atrás para que dejara de tocarme y guardar algo de distancia para lograr pensar con claridad.
—Me dijo que no dirá nada —confesé, él suspiró y continué diciendo:— a cambio de que ya no nos encontremos más...
Él pestañeó un par de veces y noté como la vena de su frente se hinchó.
—Ya no puede haber nada entre tu y yo, Eros —continué diciendo.
Me atreví a mirarlo, sus ojos azules estaban fijos en los míos cuando dio un paso hacia mí.
—¿Solo porque Carmelo lo dice? —cuestionó.
—No. Porque yo también lo decido —respondo—, nada puede seguir ocurriendo entre nosotros, es peligroso. Y... y yo ya no quiero que estés cerca de mí.
—¿Por qué?
—Porque no me gustas ni un poco —inventé.
Él no apartó la mirada de la mía, su rostro serio, dio un paso hacia mí invadiendo mi espacio personal haciendome temblar.
—¿Estás segura de eso? —preguntó.
Dio otro paso hacia mí y yo alcé un brazo para colocarlo sobre su pecho de acero y detenerlo, aún así me sentía diminuta y sin nada de espacio para huir. Él colocó una mano sobre la mía y vi esa media sonrisa en sus labios que parecía siniestra.
—¿Si no te gusto por qué tiemblas?
—Déjame en paz. —dije y susurré en un hilo de voz:— Por favor.
Su mano fue a mi cuello y me eché hacia atrás de la impresión soltando un jadeo, pegando mi espalda de la pared, no respiré, no por su mano, sino porque la intensidad de su cercanía me impedía reaccionar, toda mi piel se erizó y mi vientre sintió un intenso vapor caliente que subía al resto de mi cuerpo.
—Puedo simplemente alejarme de ti y dejarte como tanto me lo pides —dijo Eros bajando su voz a solo un susurro, su aliento chocando contra mis labios—, ¿pero ya viste donde tienes tu mano?
Bajé la vista a mi mano de la que ni siquiera era consciente y la vi como si tuviera vida propia encima de su cremallera donde lo podía sentir duro y caliente.
—¿Por qué te resiste a algo que sabes que es tu deleite? —murmuró—, a veces somos tontos al pensar en que los instantes son para siempre... pero nada es para siempre, ni siquiera esto. ¿Lo vas a desaprovechar?
Tragué pesadamente saliva y pasé la mano de arriba a abajo por su longitud dura.
—¿Cuantas veces más vas a rechazarme solo para convencerte de que tienes ética y que cerca de mí no eres una ninfómana? —susurró a mi oído, él ahogó un jadeo cuando apreté— Sé lo mucho que te gustaría tener mi verga en tu boquita.
Me mordí mi labio inferior, la intensidad era demasiado grande, me encantaba cuando me hablaba sucio.
—Yo te conozco y sé que me deseas tanto como yo lo hago contigo, gatita —finalizó diciendo y fue suficiente para mí.
Empecé a bajar lentamente, él me soltó el cuello hasta que estuve de rodillas ante él, desde este ángulo se veía grande y poderoso, sus ojos azules se había oscurecidos mientras se mordía el labio inferior. Abrí su cremallera y observé la tela tensa de sus bóxers, me relamí mis labios y lo terminé de bajar, su miembro saltó como un trampolín sorpresivamente duro y erecto golpeándome un costado de la cara, él se rió entre dientes, pero su risa se convirtió en un ahogado jadeo cuando lo tomé en mi mano sintiéndolo caliente y palpitante para pasar la lengua por su sonrosado e hinchado glande...
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A Eva le dijeron alejate de Eros, le entró por un oído y le salió por el otro AJJAJAJAJAJAJAJA, recuerden que actualizo, marte y viernes, jiji :D
instagram: Ysarisareinamoo
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La venganza del rey (+21) [Editando]
RomanceEva descubre que su novio la engaña de la peor manera; embarazó a su hermana, así que despechada decide emborracharse y acostarse con un desconocido que conoció en un bar. Semanas después de graduarse, su mejor amiga la convence de irse de vacacion...