Capítulo 34: Llamas de una traición

6.5K 620 38
                                    

1/2

Capítulo dedicado a: Victamsb, Wifi202329, Alcocermishell, Teresainfantes5, Itze_0722, miss_giiirl por sus teorías :D

Capítulo 34: Llamas de una traición

Eva Jenell

No pude reaccionar, no sabia como, mi boca y mis ojos estaban ampliados como dos huevos fritos, di un paso hacia atrás y cubrí con una mano mi boca asimilando la imagen frente a mí. Por unos segundos ellos tampoco reaccionaron como si ambos nos hubiéramos quedado congelados, como si no supieran exactamente qué hacer... pero entonces Carmelo se levantó de encima de Francia y se acomodó el pantalón, Francia se arregló el vestido rápidamente, sin embargo la muy sin vergüenza mantenía una sonrisa en su boca de satisfacción.

Dudé por medio segundo de qué hacer a continuación, pero mis ojos vieron el bolso de Aurora y entonces aun aturdida murmuré:

—Permiso.

Me acerqué y tomé el bolso de Aurora que estaba a un costado del piso sin volver a mirarlos o hacer contacto visual y salí como un reflejo de ahí cerrando la puerta, bajé rápido las escaleras pero cuando iba por la mitad me detuve analizando esto.

¿De verdad había visto...?

Sí, lo había visto, Francia y Carmelo; Carmelo el prometido de mi mejor amiga se estaba follando a otra el día de la cena de su compromiso, y no a cualquier chica, sino a Francia, su hermana.

—Eva...

Me sobresalté al escuchar mi nombre, voltee bruscamente y vi a Carmelo acomodándose el cabello mientras bajaba las escaleras lentamente mirándome como si analizara mi expresión.

Yo seguía aún procesando todo, cuando lo vi empecé a murmurar:

—Voy a llevarle estos zapatos a... —mi voz se perdió y sentí la molesta invadirme cuando lo recordé encima de Francia— ¡¿Te estabas follando a tu herma...?!

Shh... —susurró y entonces se precipitó hacia mí tapándome la boca— las cosas no fueron así.

Fruncí el ceño y alejé sus manos de mi cara; esas manos que estaban encima de ella tocándola por Dios sabe donde. ¡Qué asco!

—¿Entonces como fueron? —replico— ¡porque la vi con las piernas abiertas y tú con tu pipí dentro de su vagina encima de ella! ¡eres un imbécil! ¡se supone que te casarás con Aurora! ¡Era tu cena de bodas! ¡¿Y acaso no es u maldita hermana?!

Me tomó del brazo bruscamente.

—¡Baja la voz! —me regañó apretando la quijada.

—Se lo voy a decir —dije en un susurro mirándolo fijamente.

Él me miró por lo que me pareció una eternidad, y entonces tomando una profunda respiración, murmuró entre dientes:

—Tú no vas a decirle nada. ¿Acaso se te olvida que te follaste a su padre?

El recuerdo de Eros me vino a la cabeza y recordé que él sabía mi sucio secreto, joder, ahora sentía que me había puesto un cuchillo contra la garganta.

—Eres un enfermo —le solté.

Él se rio entre dientes sin gracia, su rostro tenso.

—No me importa lo que pienses —replicó—, te voy a decir lo que va a pasar, tú no dirás nada de lo que viste a Aurora ni a nadie. Porque de lo contrario, tú también te hundirás.

La venganza del rey (+21) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora